3 razones por las que también deberías hacerlo

Tomado de la página Algo que decir por Israel de Cristo:

Hace unos días conversaba con un amigo, con quien compartimos Netflix, sobre la renovación del paquete este año. Y en vista a lo que sucedió últimamente con una película que ofende la dignidad de la persona de nuestro Señor Jesucristo, permíteme que exprese mi opinión que posiblemente pueda ofrecer alguna luz sobre la decisión que debas tomar sobre seguir teniendo Netflix o no.

1. Primera razón

«El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama».
Mateo 12,30.

Vivimos tiempos difíciles en la fe. Tiempos en los que, hoy más que nunca, se le debe exigir al creyente, por vocación, un pronunciamiento claro y manifiesto de su fe. Concretamente: ¿Qué nos dice Jesús en este versículo? El Señor nos pide no ser ambiguos, nos pide no ser considerados, nos pide tener las cosas claras, nos pide y exige que nos pronunciemos o con él o en contra de él. Como dicen "el que calla otorga"

Y es que en la vida espiritual uno no puede simplemente no involucrarse con las cosas que están pasando en nuestros tiempos, uno no puede simplemente abstraerse de opinar y dar testimonio de su fe. Porque, como dice Jesús, el que no recoge desparrama.

Netflix tiene muchos programas, series y películas muy buenas. Yo he pasado muchos momentos de entretenimiento con mi esposa y con mi hijo. Tiene series sobre fe y películas muy buenas. ¿Pero acaso eso va a pesar más en mi decisión de seguir contratando a Netflix cuando ofenden la Santísima persona de mi Salvador? ¿No será más bien esa estrategia para aligerar la fe de muchos católicos que se conforman con unas cuantas series que les gustan y voltear la cara a esta realidad que ofende gravísimamente a Jesucristo?

Mi opinión es que eso es un adoctrinamiento para aligerar y volver aún más Luz la fe de muchos católicos que no lo van a ver como algo grave, que se acostumbren a pensar que la fe es solo una decisión personal y algo que se debe llevar a cabo en privado y en silencio, y que depende de cada uno pues… ósea ofenden a mi Salvador y me cruzo de brazos.

Si escribo esto es porque hay muchísimos que piensan más en el beneficio material que en el perjuicio espiritual. Y necesitamos hablar y reflexionar sobre estos asuntos.

2. Segunda razón

«Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles». Marcos 8,38.

Como católicos tenemos el llamado y la obligación, por nuestro bautizo de anunciar, defensor y dar testimonio de la fe que profesamos en Jesucristo el Hijo Unigénito del Padre, que el nacimiento de María, la Virgen santísima por obra del Espíritu Santo.

Tal es así de importante el testimonio de nuestra fe ante los hombres en este tiempo, que ello condiciona nuestra salvación, de ahí las palabras condenatorias de nuestro Señor: también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

3. Tercera razón

«No tomarás en falso el nombre de Yahveh, tu Dios; porque Yahveh no dejará sin castigo a quien tome su nombre en falso ». Exodo 20,7.

Directamente Netflix al realizar una sesión sobre la persona digna de nuestro Señor Jesucristo, está blasfemando. (Catecismo de la iglesia católica 2162) Y por el inmenso amor que al Señor, quien murió por nosotros en la cruz y resucitó entre los muertos para darnos una nueva vida, le tenemos. No podemos simplemente pasar estas cosas por alto, hacernos los distraídos, mirar a otro lado como para no prestarle atención a este asunto.

Porque lo queramos o no, esa actitud indecisa y sencilla, es ya en sí, un pronunciamiento en contra del Hijo de Dios que se encarnó para redimirnos.

Por eso hermano, usted es libre de seguir contratando con Netflix. No olvides que es ese ya un pronunciamiento. No olvide que probablemente su decisión oscila entre el beneficio material en contra del perjuicio espiritual. Y aquí está el juicio de Dios estará sobre su decisión.

Netflix, no blasfemes contra mi Salvador.