NOTICIACRISTIANA.COM.- Como mujeres cristianas, nuestra meta es vivir una vida que honre a Dios en todo lo que hacemos. Una mujer que busca a Dios y permite que el Espíritu Santo guíe su vida, Él trae convencimiento de las cosas que hay que dejar de hacer, para crecer espiritualmente y reflejar el amor de Cristo.
Sim embargo, compartiré cinco ejemplos de comportamientos que debemos evitar para mantenernos en el camino correcto.
1 La mujer cristiana no busca afirmación en otros lugares que no sea Dios
Publicar contenido inapropiado en redes sociales, es una señal de que falta algo en el interior. Esto generalmente se hace con la esperanza de tener comentarios afirmativos como “qué bella eres”. Sin embargo, también puede llevar a otros pecados como la vanidad y alimentar el ego.
No está prohibido publicar, pero es importante reconocer la intención detrás de cada publicación. Dios es el único que llena cualquier vacío. Por lo tanto, si sientes la necesidad de que otros te afirmen con palabras bonitas, es señal de que debes acudir a Dios.
“Engañosa es la gracia y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, esa será alabada”, Proverbios 31:30.
2 Obsesionarse con mantener las apariencias
Dios es quien define la identidad de una persona. Sin embargo, a veces nos desviamos y miramos las identidades que ofrece la sociedad. Algunas de esas identidades no se ajustan a la Palabra, pero la sociedad las acepta como buenas.
Recordemos que las mujeres más famosas en la Biblia no lo son por su apariencia, sino por su corazón rendido a Dios.
Este punto no solo involucra el aspecto físico. Existen muchas identidades con las que somos tentadas a fingir. Desde aparentar un estatus económico hasta tratar de adecuarse a un grupo social, incluso dentro de la Iglesia.
Si caemos en esto, nos condenamos a la idolatría, desplazando a Dios para poner en primer lugar una apariencia. Recordemos que nuestra identidad real proviene de Dios, nuestro creador.
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”, Romanos 12:2.
3 Negarse a perdonar a alguien
La falta de perdón causa amargura en el corazón. Las mujeres somos tendientes a las emociones, por lo tanto, debemos ser cuidadosas y, con la ayuda del Espíritu Santo, dominar nuestras emociones.
Aunque nos hayan lastimado, traicionado o herido, debemos perdonar. El perdón es una decisión y no un sentimiento. No es fácil, pero cada vez que se hace, se vuelve menos difícil.
Cuando perdonamos, somos libres. Se rompe una cadena que puede atarnos a sentimientos negativos y malignos que enferman el cuerpo y el alma.
Recordemos que Dios nos miró con su gracia y nos perdonó, aunque hayamos pecado estrepitosamente. Ese es motivo suficiente para saber que seremos capaces de perdonar a otros. Debemos dar lo que de gracia hemos recibido.
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”, Efesios 4:32.
4 No debe chismear
Las mujeres utilizan una media de 20,000 palabras al día, en comparación con las 7,000 que los hombres pronuncian, según la BBC. Esto indica que las mujeres necesitan hablar.
Sin embargo, una mujer cristiana no debe caer en el chisme. La Palabra dice que la lengua es un miembro muy pequeño, pero con capacidad de hacer gran daño. No estamos llamadas a hacer daño con nuestra boca, sino a declarar bendiciones con ella. (Proverbios 16:28; 20:19; Santiago 1:26; 3:6).
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”, Efesios 4:29.
5 Descuidar su vida espiritual
Las mujeres, generalmente, siempre están ocupadas. Ya sea por trabajo, estudios o en la casa, a veces parece que nunca paran. Es una cualidad que Dios ha concedido a las mujeres, y como esa cualidad proviene de Dios, Él es quien puede renovar nuestras fuerzas y energía.
Cuando dedicamos todo nuestro tiempo a todo lo demás antes que a Dios, el tiempo no rinde y las cosas salen mal. Nos enojamos fácilmente, entre otras cosas. Sin embargo, lo más crítico es que nos debilitamos en nuestro espíritu, razón por la cual la carne prevalece.
Sabemos que independientemente de si eres hombre o mujer, todos son llamados a buscar a Dios en primer lugar y a apartar un tiempo específico durante el día para el Señor. Pero, una particularidad que podemos observar con las mujeres ocupadas de la Biblia es que Dios siempre iba a su encuentro.
Esto quiere decir que, aunque estés lavando trastes, si tienes el corazón dispuesto para Dios, Él irá a tu encuentro. Dios siempre visita a las mujeres ocupadas. Él vendrá a reconfortar, consolar y fortalecer porque nos ama.
Cuidemos nuestra vida espiritual. El mundo de hoy necesita mujeres llenas del Señor. Seamos como las Marías de la Biblia, como Rahab, como Ester, y tantos otros ejemplos de heroínas de la fe. Inspiremos a los que están a nuestro alrededor y a la nueva generación.
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”, Mateo 6:33.
Imágenes extraídas de Bite y CDN.
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