Top 7 excusas que los pastores cobardes y apáticos usan par evitar hablar del aborto o de la mafia LGBT+
"Aquel que no se atreve a ofender no puede ser honestro." - Thomas Paine
"No es necesario hablar de esos temas porque al convertirse a Cristo, el Espiritu de verdad cambiará su forma errónea de pensar."
Esto es en parte cierto. Sin embargo, aunque sentimos como si una venda cayera de nuestros ojos espirituales cuando experimentamos la regeneración del nuevo nacimiento eso no significa que ahora lo sabemos todo y que no podemos ser engañados por el enemigo (Mateo 24:24 y 2 Corintios 11:3). En otras palabras, la conversión no es como la escena de Matrix donde se le conecta el cable de una computadora al cerebro de Neo e instantáneamente ya sabe Kung Fu. Así no es como funciona el cristianismo. Principalmente si se trata de jóvenes neófitos o recien convertidos. Con ayuda del Espíritu de Dios hay que seguir creciendo en conocimiento para madurar y dejar de ser niños espirituales y eso es algo que toma tiempo y mucho estudio. Por eso decimos que tanto padres como pastores deben instruir a los niños y jóvenes de la iglesia en los caminos de Dios o el diablo lo hará por ellos adoctrinandolos en el camino del mal. Sin olvidar que es parte de nuestra doctrina bíblica y del discipulado.
"Hablas de tales temas porque odias a los progres y olvidas que también eres pecador."
Siguiendo esa lógica entonces ningún cristiano podría hablar en contra de ningún pecado y es triste ver que algunos pastores tengan que actuar como la gente del mundo como cuando nos acusan falazmente de ser "homofóbicos", "transfóbicos" o algún otro grupo de odio solo por decir la verdad de Dios. Es cierto que hay cristianos que hablan de estos temas como si odiaran a los progres o para ocultar otros pecados que tienen pero ese no es el caso de todos. Asumir tal cosa es apelar a una falacia de generalización apresurada. Además, es deshonesto y no tiene sentido que un pastor diga eso a su propia congregación local si sabe que no son así. A no ser que solo busca una excusa para evitar ofender a los que podrían atacarlo. Pero generalizar de esa manera es como decir que los pastores en general que hablan de dinero (ofrendas y diezmos) son ladrones que convierten la religión en un negocio porque hay algunos que sí lo son.
Por otro lado, entendemos que muchos cristianos viven en una burbuja y desconectados con la realidad. Como resultado, muchos pastores ven esto y por eso prefieren atacar a aquellos que andan mejor informados y que sí están despiertos de lo que ocurre en su alrededor para no perder la mayoría de sus miembros o para evitar una confrontación dentro o fuera de sus iglesias locales o con el mismo gobierno que parece estar dominado por la intolerancia izquierdista. Sin embargo, este tipo de censura o ataque personal no solo muestra falta de integridad sino que tampoco ayuda a la edificación de la iglesia porque aquellos hermanos conservadores que aman la justicia de Dios se irán y solo los que son liberales o "neutrales" se quedarán volviendo así a la iglesia en una carnal, ignorante e inmadura. Como está escrito, "Mi pueblo perece por falta de conocimiento." (Oseas 4:6). Pero bueno, supongo que es más fácil (o cobarde) atacar cristianos que musulmanes o aquellos que tienen una mente reprobada y quienes son capaces de agredir, vandalizar y quemar una iglesia como hicieron los sodomitas con Lot en Génesis 19:8-11.
“No hay que preocuparse si el mundo se va a la derriba porque al final Cristo reinará. Así que, deja de ser tan pesimista y confía en el Señor.”
Esta es otra falacia de hombre de paja y ad hominem que algunos pastores hacen desde el púlpito y lo cual muestra que prefieren maltratar a sus ovejas conservadoras que defenderlas de los lobos liberales que tratan de destruirlas desde adentro o fuera de la iglesia. El que levantemos nuestra voz contra la injusticia no significa que seamos personas pesimistas o que no creamos en las promesas de Dios. Al contrario, muestra que amamaos, guardamos y confiamos en las Palabras de Dios las cuales nos mandan a que "La justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que Jehová tu Dios te da." (Deuteronomio 16:20). Por tanto, aunque estamos tranquilos y con un optimismo realista porque sabemos que cualquiera que sea nuestra situación al final ganaremos la lucha cultural, seguimos alertamente la justicia bíblica (no la justicia social) y con ojo crítico no solo en obedeciencia a la Palabra de Dios de ser luz y sal de esta tierra hasta que Cristo venga sino porque sabemos que también nos bendecirá si la seguimos tal como lo hizo cuando los Padres de la Nación Americana basaron la Constitución en las Sagradas Escrituras.
Por tanto, estamos de acuerdo de que hay que tener siempre una actitud positiva, prepararnos para lo peor y no dejar que las circunstancias de la vida dominen nuestras emociones (Usos del Pesimismo, El Peligro de la Falsa Esperanza de Roger Scruton). Pero querer el caos o tener un optimismo cruel, desmedido y desconectado con la realidad solo porque no quieres ofender a nadie o por miedo a la persecución no es de personas justas (Proverbios 11:10 y 29:2). En tales casos prefiero ser "Un pesimista que quiere que todo salga bien" (Alfredo Bryce Echenique, escritor peruano).
"Dios te llamó a ganar almas y no a ganar discuciones"
¿Apologética o evangelismo?, ¿Fe o política? o ¿Doctrina o predicar solo Jesús? Pero ¿y por qué no ambos? Asumir que debes escoger entre una de dos opciones es caer en una falacia del falso dilema (falsa dicotomía) pues como cristianos se supone que prediquemos "todo el consejo de Dios" (Hechos 20:27) y enseñar "todas las cosas" que Cristo mandó (Mateo 28:20). No algunas cosas o lo que queramos. Por tanto, ¿enseña la Biblia que matar (como ocurre en el aborto) y el homosexualismo son acciones moralmente incorrecto? Sí, entonces eso es lo que debemos enseñar. Es obvio que es más importante y fundamental el mensaje de salvación pues es la que cambia los corazones. Eso ningún verdadero cristiano lo discute. Predicar el evangelio de Cristo siempre debe ser nuestra prioridad (1 Corintios 2:2). Pero la justicia bíblica (vs la justicia social) también importa pues es parte de nuestra doctrina y discipulado (Mateo 23:23; 2 Timoteo 3:16-17 y 1 Pedro 3:15). Los mismos apóstoles nos dieron ejemplo de esto (Vea por ejemplo Hechos 17:17; 18:4-11 y 19:8). Es interesante saber que si un pastor habla de deportes, videos juegos o hace chistes que no tienen nada que ver con Biblia fuera o dentro de la iglesia son vistos como personas con quienes se puede pasar un buen rato, pero si un cristiano se atreve a mencionar algún tema sobre política lo miran de manera despectiva como si tales temas fueran un tabú cuando la misma Biblia tiene mucho que decir sobre tales asuntos. De hecho, es precisamente por culpa de este silencio que el mundo va de mal en peor pues como decía Edmund Burke, “Para que triunfe el mal, solo se necesita que los buenos no hagan nada". Históricamente, este silencio le costó la vida a millones de personas durante el Holocausto porque muchos cristianos no quisieron levantar su voz contra el estado laico y nazista. Lo mismo pasó durante la esclavitud racial. Gracias a Dios estos tipos de cristianos mudos no estuvieron durante la era de la Constitución de Estados Unidos donde muchos de los cristianos sí le importaban la política de su país (Isaías 56:10 y 2 Timoteo 1:7).
El sabio filósofo griego, Platón, también confirma esto al decir que "El precio de desentenderse de la política es el ser gobernado por los peores hombres". Lo mismo pensaba el gran cristiano conocido como El Príncipe de los Predicadores, Carlos Spurgeon. Por tanto, “Si no te importa la politica entonces no te importa el evangelio de Cristo ya que la politica afecta nuestras vidas y eso incluye la religión.” (apologista cristiano, escritor y orador público, Frank Turek). Por eso es importante votar y levantar nuestra voz en contra de los pecados que comete el gobierno tirano como hizo Juan el Bautista (el más grande de todos los profetas) contra la inmoralidad de Herodes. Sin olvidar que los fariseos, escribas y saduceos no solo eran lideres religiosos sino también líderes políticos que el mismo Jesús condenó y que Jesús mismo fue considerado como un enemigo del estado (Mateo 23:23).
Al final, no solo los judíos sino también el gobierno romano asesinaron a Cristo en la cruz de Calvario. Por eso es importante nuestra participación en la politica ya que “Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; Mas cuando domina el impío, el pueblo gime.” (Proverbios 29:2). Aquellos pastores que muestran una actitud indiferente, pasiva, apática a la política o que no les importa si “los justos o el impio dominan” me hacen recordar el cuervo de la novela de George Orwell llamada “Rebelión en la granja” el cual sólo ofrecía esperanza celestial pero no hacía nada con respecto a la opresión que estaban sufriendo los demás bajo sus dictadores comunistas. Lamentablemente esta historia se sigue repitiendo. En otras palabras, ignorar el problema no resuelve el problema y el cristiano que decide callar ante la injusticia que hay en su alrededor olvida que “Para que el mal triunfe, solo se necesita que los hombres buenos no hagan nada” (Edmund Burke).
Como ciudadanos todo cristiano tiene el derecho y la responsabilidad de la libertad de expresión la cual fue una ley establecida y gracias por los mismos cristianos. No de los ateos. Por tanto, aparentemente algunos liberales y hasta conservadores olvidan que la separación de iglesia y estado no significa que la Iglesia no puede dar una opinión pública sobre asuntos políticos sino a que el estado no debe tener una religión oficial (como sucede en paises islámicos) y que debe respetar la libertad de credo de cada quien. Esta enmienda de la Constitución fue fundada por cristianos Bautistas como Roger Williams y defendida por anabaptistas con sangre y lágrimas a través de los siglos. Por tanto, no dejemos que el estado laico nos arrebate este tan apreciado legado y derecho que nuestros antepasados Bautistas y otros evangélicos nos dejaron con tanto sacrificio.
Sabemos que Cristo es el mensaje principal de la iglesia pero caer en este falso dilema de que solo hay que hablar del evangelio y no de política es ignorar la advertencia del gran predicador Charles Spurgeon que dijo: “Solo los tontos creen que política y religión no deben ser discutidos. Por esa razón los ladrones permanecen en el poder y los falsos profetas continúan predicando”. Hasta los activistas de la nueva izquierda entienden que no existe la neutralidad y no quieren ser apolíticos. ¿No dijo lo mismo Jesús en Mateo 12:30? Además de que es difícil para muchos creer que a un pastor realmente le importa las almas después de esta vida si no hace nada o no siente compasión por la injusticia que sufren tales almas en esta vida. De hecho, muchos de estos pastores dan la impresión de estar más preocupados por tener sus iglesias llenas que el bienestar espiritual y material de su propia iglesia.
"La Biblia no habla en contra del progresismo en cada página"
Eso es cierto, pero no estamos hablando de tocar solo de esas partes bíblicas y de ignorar el resto de la Biblia sino de la encomienda de predicar todo el consejo de Dios lo cual incluye la justicia de Dios pues aunque la Biblia no menciona los principios que condenan el aborto (homicidio) y la ideología de género (homosexualismo) en cada una de sus páginas eso no significa que vamos a mantenernos callados y apáticos como hicieron muchos cristianos cobardes en los tiempos de la Alemania nazi o la esclavitud racial pues siguen siendo mandamientos de Dios. Es parte de nuestra doctrina y discipulado. No tiene que ser de manera excesiva como hacen algunos católicos y reformados que olvidan incluir la parte más importante, es decir, el mensaje de salvación. Pero tampoco de manera ignorada (Mateo 23:23). Además, es un problema que está afectando cada vez más a los cristianos, principalmente a los jóvenes que no solo tratan de resistirlo sino por aquellos que ya han sido adoctrinados por sus maestros seculares u otros medios y por ende hay que hablarlo también. No es algo que tiene que ser enseñado todos los días pero cuando se pueda y cuando sea necesario ya sea en privado o en público pues ese es el trabajo del pastor (Efesios 4:11-16; 2 Timoteo 3:16-17 y 1 Pedro 3:15).
"Pero eso es el trabajo de los padres"
Esto es cierto también. El problema es que muchos padres no saben o no quieren hablar sobre estos temas tampoco y por ende queda en las manos del pastor enseñarlo para prepararlos y entrenarlos a cómo responder a un mundo posmodernista y anticristiana que cada vez se vuelve más hostil contra nuestros valores y principios (Efesios 4:11-16; 2 Timoteo 3:16-17 y 1 Pedro 3:15). Por tanto, la responsabilidad es de ambos. Por eso Dios instituyó la familia, la iglesia y el gobierno para lidiar con estos tipos de pecados y aplicar la disciplina. Si estas tres instituciones no están haciendo su trabajo entonces Dios les rendirá cuenta por eso. No solo a los padres cristianos.
"No vas a convencer a nadie."
Pues hemos visto miles de testimonios de personas que sí han quedado convencidos y no andamos buscando convencer a nadie pues entendemos que eso es el trabajo del Espíritu Santo quien es el que redarguye y convence de todo pecado. Nuestro trabajo es solo predicar todo el consejo de Dios y luego Espíritu se encargará del resto (Proverbios 31:8). Además, antes de dar la buena noticia de la salvación hay que darles primero la mala noticia de que somos pecadores lo cual incluye actos como el aborto y la homosexualidad.
En conclusión, “¿Cómo el cristiano debe responder ante la situación actual de nuestra nación? Recordando que no necesitamos un salvador o mesías político pues no hay y nunca ha habido salvación en el estado. La única esperanza para nuestra nación es Jesús pero mi temor es que muchos cristianos usan eso solo como un lema. Sin embargo, si hablamos de La Constitución, la Carta de Derechos y la Independencia de Estados Unidos deberíamos saber que todo eso no apareció de la nada o por accidente sino que históricamente vino de cristianos que sometieron sus gobiernos, escuelas, comunidades, iglesias y familias a la autoridad final de la Biblia. Tales cristianos no quisieron un rey porque entendían que Jesús era el único Rey de reyes y Señor de señores. Segundo, la respuesta para nuestro país es un cambio de corazón lo cual solo Cristo puede hacer y la cosmovisión cristiana fue lo que convirtió a Estados Unidos en una gran nación. Por tanto, nuestra salvación solo puede venir de un grupo de cristianos que no se averguenza ni tiene miedo de decir que las cosas deben ser de esta manera porque la Palabra de Dios lo dice y porque Jesús es el Señor. El verdadero cambio llegará cuando nuestra nación primero se arrepienta de rodillas, confie en el Señor y luego haga justicia de acuerdo a la Ley de Dios y no del hombre.” – Jeff Durbin, pastor y apologista cristiano
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