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9 cosas que NUNCA debes decirle a un Sacerdote

Tenemos que reconocer que los laicos a veces somos un poco inoportunos en nuestro trato con los sacerdotes. Y, aunque ellos siempre responderán a nuestras preguntas (desde las más profundas hasta las más inauditas) con mucha paciencia, hoy les comparto una lista de ellas que podrían ser muy incómodas.

1) Así que… ¿las chicas pensaban que eras feo o algo así?

¿Cómo se supone que un sacerdote debería responder a esto? No es que se haya visto obligado a entrar al seminario solo porque nunca tuvo suerte en el amor. De hecho, muchos tuvieron novia antes de sentir el llamado de Dios.

2) Me quedé dormido durante su homilía

:v Incluso si fuera verdad ¡No se lo digas! Los buenos sacerdotes preparan sus homilías antes de celebrar la Santa Misa. No les rompas el kokoro.

3) Disculpe ¿Sabe si la chica que se acaba de confesar antes que yo es soltera?

¿Nadie te explicó que en la fila de la confesión debes estar concentrado en los pecados de los que te arrepientes? ¡No te distraigas!

4) Debe ser genial tener que trabajar solo los domingos

Afortunadamente la mayoría de nosotros sabe que el trabajo del sacerdote es uno de los más sacrificados que existen. 24 horas al día, 7 días a la semana. Por ejemplo, si alguien está agonizando a las 2 de la mañana y ellos están bien agustín durmiendo en su parroquia, tienen la obligación moral y sacramental de levantarse y auxiliar esa pobre alma.

5) ¿Qué hace con todo el tiempo libre que tiene?

“Rezar por gente como tú…”.

6) Usted es un claro ejemplo de que Dios escribe derecho sobre renglones torcidos

hemmmm ¿gracias?

7) ¿Por qué no me responde en el WhatsApp?

¿Es en serio? Tal vez no tiene tiempo para estar conectado todo el día. Tal vez está ocupado siendo sacerdote.

8) El padre anterior era diferente…

¡No me digas! Pensé que en los seminario los clonaban ? Ya en serio, obviamente no todos los sacerdotes piensan o trabajan de la misma manera. Ese no es un problema, mas bien es una riqueza muy útil en la Iglesia, ya que con sus distintos talentos ayudan a la santificación del rebaño.