¿Qué creían los Padres de la Iglesia?
Si nos vamos a los documentos que se escribieron después de la Biblia y durante los primeros siglos de la era cristiana como la Patrística encontraremos que los Padres Apostólicos (90-150) como Policarpo de Esmirna escribieron sobre las doctrinas cristianas que caracterizan a una iglesia bautista mas sin embargo no encontramos nada en referencia a rezar o rendirle culto a María o los santos que ya han muerto, o un supuesto papado o primado de Pedro o un purgatorio las cuales son distintivos de la iglesia católica romana. En su Epístola a los Efesios podemos ver que Policarpo enseñaba las mismas doctrinas que los Apóstoles, tales como la salvación por la gracia y no por obras, la rectitud de la vida cristiana, la abstinencia de todas las cosas mundanales, que el poder de disciplinar reside en la Iglesia, el juicio general y final, y la resurrección de los muertos, etc. Esta epístola se encuentra en los Padres Ante-Nicenos, Vol. I. Esto lo creemos nosotros los Bautistas.
No solo eso, TODOS los Padres Apologistas (130-180) como Justino Mártir (al igual que su pupilo Lactancio) en "Ante-Nicene Fathers," Vol. I, págs. 105, 185- 186, 305 y 306, Teófilo de Antioquia, Tatiano y Atenágoras estaban de acuerdo de manera unánime en la separación de iglesia y estado lo cual demuestra que esa era la posición universal de las iglesias primitivas y es algo que siempre ha creído y defendido las iglesias Bautistas. En otras palabras, todavía no existía una iglesia estado con un gobierno jerárquico que le dijera a la gente como creer. Tertuliano también escribió en defensa de la libertad religiosa. En cambio, tanto Constantino y los demás emperadores romanos como Teodosio el “Grande” hicieron de la iglesia católica romana una iglesia imperial lo cual es muy diferente a las iglesias independientes, locales y autónomas que vemos en la Biblia y en los documentos de los Primeros Apologistas. De hecho, la influencia de Agustín de Hipona quien no creía en la libertad religiosa (como demuestra las veces que promovió la persecución los donatistas y otros grupos anabaptistas por no aceptar el bautismo infantil) selló de una vez y para todas las doctrinas de la iglesia-estado del catolicismo romano.
De los Padres antenicenos como Ireneo, Justino Mártir y el más antiguo padre latino Tertuliano conocido también como el Padre de la Teología Latina y quien luego se unió a los montanistas al igual que otras obras cristianas del siglo I y II como el Pastor de Hermas (documento con una datación bastante precisa y segura de mediados del siglo II), la Didaché (algunos padres de la Iglesia como Clemente de Alejandría citaban su contenido y dentro de la sección evangélica de la Didaché (Did 1,3)-(Did 2,1) existe una frase que aparece asimismo en el Pastor de Hermas) y la Epístola de Bernabé (siglo II) tampoco encontramos nada sobre un bautismo de infantes. Al contrario, en las obras de Los Padres Ante-nicenos, Tertuliano (160-220) en “Sobre el bautismo, cap. 17”, Justino Mártir (114-168) en su “Apología I, cap.61”, Ireneo y el Pastor Hermas (siglo II) testifican que solo los que creen deben ser bautizados. (Libro I, Visión 3, cáp. 7 Y Ante-Nicene Fathers, Vol. 3, pag.678). El bautismo por ejemplo según Tertuliano es una figura de la resurrección y una profesión pública de nuestra fe en Cristo (Ante-Nicene Fathers, pág. 94). En la página 580, Tertuliano cita Romanos 6:3-5 y dice que esta es una figura. "Figurativamente morimos en el bautismo." También enseñó que el bautismo era por inmercion (pág. 250), que no es necesario para la salvación y que no es para infantes (Antenicenos Vol. 3, pags. 162 y 678).
Tertuliano contra Marción de Sinope (conocido también como Marcion el Hereje) le dijo que por medio del arrepentimieto y la fe en Cristo es que viene la salvación (pag. 376). Según Tertuliano, había Dos Ordenanzas de la Iglesia, no dos sacramentos o 7 sacramentos. y estas son: EL BAUTISMO y la CENA DEL SEÑOR. La Cena del Señor está compuesta de dos cosas. (1) "El pan, representando el cuerpo." (2) "El vino, para representar su sangre," Págs. 337, 418, 572. La doctrina de la Transubstanciación no se encuentra en estos siglos, porque es una doctrina de los católicos, y puesto que ellos no existían todavía, la doctrina tampoco existió. Había muchísimas iglesias que estaban de acuerdo con Tertuliano en sus ideas, estas iglesias no tenían relaciones con la iglesia de Roma, ni con la Iglesia católica Romana, porque como ya hemos dicho, no existía todavía y eran iglesias independientes y autónomas. Según lo que hemos visto de las doctrinas de Tertuliano, él era Bautista, no Católico Romano.
La Primera Epístola de Clemente (siglo I) es una carta que escribió Clemente de Roma motivada por una contención que había entre algunos presbíteros o pastores a quienes la iglesia había excluido. Esta historia se encuentra en los escritos de los Padres Ante-Nicenos. Clemente no contestó como un papa, sino como un humilde pastor de una humilde iglesia y en el nombre de esta, como una evidencia del gobierno democrático de la iglesia. Clemente de Roma empezó su carta como sigue: "La iglesia de Dios que está en Roma a la iglesia de Dios que está en Corinto." Él escribió en el nombre de la iglesia de Roma y no en su propio nombre y dirigió la carta a la iglesia y no a su prelado u obispo. Ni la iglesia de Roma ni Clemente atentaron dictar leyes a esta iglesia, igualmente independiente. Esta no fue una carta de autoridad sino de consejo. En el mismo capítulo de esta carta podemos ver que toda la iglesia tenía parte en escoger sus pastores, y, además, según esta carta, todos deben sujetarse a la mayoría de la iglesia. ¿Como debía hacerse esto? ¿Quién debería escoger a los sucesores? ¿Roma o sus obispos habían tenido un sínodo o conferencia? No, la iglesia, la congregación local de creyentes bautizados debían elegir sus propios ministros.
En otra parte de esta carta encontramos una exhortación a la iglesia para que tratasen con sus ministros que ellos habían excluido, para restituirlos, reconociendo por esto que solo la iglesia tenía poder y derecho de hacerlo así. Esta era precisamente la instrucción apostólica. Tal era la práctica y el uso de la iglesia de Roma en esta memorable carta. Era iglesia apostólica, por lo tanto, permaneció en las instrucciones y costumbres apostólicas. Los Bautistas tienen actualmente este mismo uso y la misma forma de gobierno (Clemente de Roma, EPÍSTOLA A LOS CORINTIOS). Tertuliano también fue un creyente celoso de la libertad religiosa que también defendía Justino Mártir tan valientemente en el siglo segundo (pág. 39 y 105) cosa que no practicaba la ICAR pues por muchos siglos usó el estado para perseguir tanto a los anabaptistas y luego a protestantes como sucedió en la masacre de san Bartolomé. Tertuliano también enseñó que Cristo es la cabeza de la iglesia, no Pedro o un tal papa (Padres Ante nicenos, Vol.3) y que “NO HAY NADA QUE CREER APARTE DE LAS ESCRITURAS” (pp. 246, 252 y 249) y que “Cristo es la verdad, no la costumbre.” Al ser credobautista, Tertuliano decidió unirse a los montanistas quienes eran cristianos de iglesias independientes (como eran las originales) debido a que al igual que Tertuliano y otros grupos anabaptistas como los novacianos, cátaros y donatistas tampoco creían en el bautismo infantil. Por estas razones, algunos "apologistas" católicos no lo consideran una fuente válida lo cual es una apelación a una falacia genética o falacia del envenenamiento de las fuentes o pozos. En cambio, no tienen ningún problema con citar a Orígenes de Alejandría, Egipto quien Jerónimo lo consideraba un hereje y hasta en 543, el emperador Justiniano I lo condenó como hereje. De hecho, el Segundo Concilio de Constantinopla de 553 puede haber anatematizado a Orígenes, o puede haber condenado solo ciertas enseñanzas heréticas que afirmaban derivar de Orígenes (quien estuvo muy influenciado por la filosofía griega) como sus enseñanzas sobre la preexistencia de las almas las fueron rechazadas por la Iglesia. También escribió cientos de homilías que cubren casi toda la Biblia, interpretando muchos pasajes como los primeros capítulos de Génesis de manera alegórica mientras que la gran mayoría de los Padres de la Iglesia como Teófilo de Antioquía, Ireneo, Ambrosio, Basilio de Cesarea llamado tambien Basilio el Magno y los antiguos judíos como el historiador Flavio Josefo lo interpretaron literalmente. Orígenes también fue un vegano (como los adventistas del septimo día) que creía en el universalismo y subordinacionismo (las cuales son herejías) y hasta sugierió que el Hijo fue creado por el Padre (como creen los falsos testigos de Jehová) y que el Espíritu Santo fue creado por el Hijo pero, en otro momento, escribe que «hasta el presente no he podido encontrar ningún pasaje en las Escrituras que indique que el Espíritu Santo es un ser creado». Sin olvidar que Eusebio afirma en su Historia de la Iglesia que, cuando era joven, Orígenes pagó en secreto a un médico para castrarlo quirúrgicamente, una afirmación que afectó la reputación de Orígenes durante siglos. Algunos católicos niegan esto pero muchos historiadores notables, como Peter Brown y William Placher, continúan sin encontrar ninguna razón para concluir que la historia es falsa.
Al igual que Tertuliano, Ireneo, pastor en Lyon, Francia (influenciado por Policarpo) también habló sobre el bautismo solo para creyentes y de la Biblia como la única y sola autoridad para los cristianos diciendo que “las Escrituras son la raíz y el pilar de nuestra fe.” (Los Padres Antenicenos Vol. 1, “En Contra de las Herejias”). Justino por ejemplo enseñó que sólo los que han sido hechos de nuevo en Cristo y creen las doctrinas de Él deben ser bautizados, y que todas las aguas del mar no pueden quitar los pecados (Págs. 106, 200, 257). Argumentando Justino en cuanto a los sacrificios y a las ordenanzas y su poder, hace esta pregunta: "Entonces (¿por qué necesita la circuncisión quien ha sido aceptado por Dios? o ¿Qué necesidad tengo yo de ese bautismo puesto que he sido bautizado por el Espíritu Santo?" (Como ha dicho en otro lugar, "lleno del Espíritu Santo.") Pag. 208.
Sabemos que Justino fue bautizado, por lo tanto, en esta cita está mostrando que el bautismo no es necesario para la salvación. Justino no enseña que recibimos nuestra justificación a causa de nuestro bautismo u otras obras buenas, sino por la fe en Cristo y el arrepentimiento (pag 167, 207). También dijo que: "Los piadosos y justos de todas las naciones que, por medio de la fe en Cristo, esperan su segunda venida, y todos los hombres del mundo, ya sean esclavos o libres, que creen en Cristo y reconocen la verdad de sus propias palabras y las de sus profetas, tienen la seguridad que estarán con El en el cielo y heredar el bien incorruptible y eterno," Pág. 106, 200, 209, 270 y 257. El Cielo y el Infierno. Según este autor solo hay dos lugares para las personas después de la muerte: el cielo para los cristianos y el infierno para los perdidos. "Entonces será el lloro y el crujir de dientes, cuando los justos alumbrarán como el sol, y los malos serán enviados al infierno eterno." "El infierno es un lugar para los malvados y para los que no creen que las doctrinas que Dios nos ha ensenado por Cristo, se cumplirán." "Los creyentes tienen la seguridad que estarán con El [con Cristo] en el cielo y heredarán el bien incorruptible y eterno," Págs. 160, 168,169. Pero nunca habla de un purgatorio o un limbo lo cual en aquel tiempo todavía tal doctrina no se había inventado.
Condenación del culto de imágenes. Acerca de la adoración de los ídolos, Justino dijo: "A los que creen en estas cosas, nosotros los compadecemos; y de los que las inventaron nosotros sabemos que son endemoniados," Pág. 171. Justino dice que Cristo conoció a estos y los anunció en estas palabras: "'Guardaos de los falsos profetas que vienen vestidos de ovejas; pero en su interior son lobos robadores." "Yo soy Dios, el Señor; este es mi nombre: Mi honra no darás a otro, ni mi virtud a escultura," Pág. 230. Según esto Justino no tuvo nada en común con los católicos del tiempo presente. No puedo decir en aquel tiempo, porque no había católicos. Lamentablemente la ICAR no ha seguido este consejo de Justino Mártir. Al contrario, si omite el segundo de los diez mandamientos en su catecismo que habla en contra del culto a las imágenes entonces mucho menos le va hacer caso a Justino. Al igual que Tertuliano, Justino describió a las primeras iglesias cristianas y primitivas como iglesias completamente independientes ("Ante-Nicene Fathers," Vol. I, págs. 105, 185- 186, 305 y 306) y ambos creían en solo dos clases de Oficiales en la iglesia, el pastor y los diáconos (pág. 186).
Jamás habla de monjas, sacerdotes, monaguillos, rosarios, escapularios y mucho menos de un papa. Hasta la persona que escribió La Didaché (siglo II) habló mucho del bautismo, incluyendo la temperatura del agua, pero no dice nada de un bautismo infantil mientras que la Epístola de Bernabé (siglo II) también afirma sobre el bautismo que “Descendemos al agua [en otras palabras por inmersión, no por aspersión] cargados con nuestros pecados e inmundicias y nos levantamos de ella dando frutos en el corazón reposando nuestro temor y esperanza en Jesús en el espíritu.” (Epístola de Bernabé 11). Estos son doctrinas que también caracterizan a una iglesia bautista, no a la iglesia católica romana. Algunos apologistas católicos dicen que Ireneo creía en el bautismo infantil porque cuando hablaba de regenerar hablaba de bautismo. Sin embargo, ambas palabras no significan lo mismo y además Ireneo nunca habla en sus escritos sobre bautismo de bebés, sino que solo habla de que la obra redentora de Cristo se extiende a toda persona. De hecho, creía que los bebés eran salvos por su inocencia y por ende no era necesario su bautismo en agua [Contra Herejías, 4:28:3].
Ya cuando entramos en los Padres posnicenos (siglo IV al VII d.C.) como Eusebio, Agustín de Hipona, Atanasio, Basilio, Jerónimo, Cipriano, Orígenes, Clemente y Alejandro encontramos que a inicios del Tercer Siglo, Cipriano, el Obispo de Cartago, enseñó que el bautismo, la Cena del Señor y una identificación con la iglesia eran necesarias para la conversión. Este es el primer ejemplo de enseñanza de regeneración bautismal. Mientras que Ignacio de Antioquia también enseñó que el bautismo era necesario para la salvación. En cambio, Clemente y Policarpo sostienen que el bautismo es solo un acto de obediencia. El mismo hecho de que existía este conflicto y controversia entre los mismos padres de la iglesia demuestra que la idea era nueva.
Por tanto, tenemos a Tertuliano, Justino Mártir, Ireneo, Pastor de Hermas, la Didaché y otras obras cristianas de los primeros siglos contradicen los escritos de Agustín de Hipona, Orígenes de Alejandría, Cipriano del Cartago y Gregorio Nacianceno con respecto al bautismo. Pero no solo eso, Orígenes, Cipriano de Cartago, Eusebio de Cesárea, Atanasio de Alejandría, Basilio el Grande, Gregorio de Nisa, Agustín de Hipona en sus retractaciones (llamado así porque antes decía que Pedro era la Roca) Afrates el Sirio, Dídimo el Ciego y otros afirman que Cristo y no Pedro es la verdadera Roca. Varios historiadores católicos como Pedro de Rosa, el profesor J.H. Ignaz Von Dollinger y Hans Kung también admiten que esto era lo que creían los primeros padres de la iglesia.
En otras palabras, hay tantas contradicciones incluyendo con la lista de obispos de Roma que da el Vaticano y la de los Padres de la Iglesia que por eso decimos que es mejor poner nuestra fe en el documento más antiguo y confiable que tenemos que es la Biblia por ser la Palabra infalible de Dios. Después de todo los mismos primeros cristianos como los de la iglesia de Berea nos dieron este ejemplo en Hechos 17:11 y el mismo apóstol Pedro quien los católicos consideran el líder máximo de la iglesia o el Jefe supremo de su "iglesia" también nos exhortó diciendo, “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;” (2 Pedro 1:19-21). Con esto no digo que la Patrística no sirve de nada pues es útil para saber algo de historia eclesiástica, sino que no es la Biblia de los cristianos y que muchos de sus escritores se contradicen lo que demuestran que no son infalibles.
Así que, si algún apologista católico quiere citar la Patrística entonces que tenga en mente estas contradicciones. A menos que quiera cometer la falacia de evidencia incompleta o supresión de prueba llamada también en inglés, "cherry picking" al citar algunas partes aisladas para apoyar su opinión mientras que ignora a la misma vez las otras partes de información las cuales contradicen su proposición lo cual es un tipo de falacia de atención selectiva, el ejemplo más común es el sesgo de confirmación. Sin embargo, basándonos en sus escritos podemos decir que de los Padres de la Iglesia (o escritores de la Patrística) Tertuliano, Justino Mártir, Ireneo, Teófilo de Antioquia, Policarpo y posiblemente otros antenicenos eran evangélicos o Bautistas por definición doctrinal.