Enlace Judío.- La administración Biden aprovechó la oportunidad para expresar su preocupación por el deterioro de la situación de seguridad en Judea y Samaria en tres ocasiones distintas el miércoles en el Departamento de Estado, las Naciones Unidas y la Casa Blanca, publicó The Times of Israel.
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, intervino al respecto en su conferencia de prensa diaria, destacando los más de 100 palestinos caídos en el territorio desde principios de año y diciendo que Estados Unidos está “profundamente preocupado” por el tema.
También señaló los 30 palestinos abatidos en Gaza en lo que va de 2022 junto con más de 20 israelíes y otros civiles asesinados en ataques terroristas palestinos a ambos lados de la Línea Verde.
No es la primera vez que la administración Biden muestra consternación por la violencia en Judea y Samaria en las semanas recientes, pero indica que Washington está tomando el tema con la mayor seriedad.
“Llamamos a todas las partes a que hagan todo lo que esté a su alcance para reducir la situación y volver a un período de calma. Es en interés de todos los israelíes y palestinos. Como hemos dicho durante algún tiempo, hacemos un llamado a las partes para que contengan la violencia”, continuó Price. “Estados Unidos y otros socios internacionales están listos para ayudar, pero no podemos sustituir las acciones vitales de las partes para mitigar el conflicto y restablecer la calma”.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, hizo una declaración similar durante la sesión mensual del Consejo de Seguridad sobre el conflicto palestino-israelí.
El enviado de EE. UU. destacó los enfrentamientos en las ciudades de Jenin y Naplusa, en el norte de Judea y Samaria, en los últimos meses cuando las FDI llevaron a cabo redadas en respuesta a una ola de ataques terroristas palestinos a principios de año.
“Estamos preocupados por la tendencia general de violencia creciente”, dijo mientras criticaba las acciones unilaterales tomadas por ambas partes que han exasperado las tensiones.
“Esto incluye ataques terroristas e incitación a la violencia contra los israelíes. Incluye planes para desarrollar Har Gilo Occidental, que fragmentaría aún más Judea y Samaria (Cisjordania), y posibles demoliciones en Masafer Yatta. Y esto incluye la violencia infligida por los colonos israelíes a los palestinos en sus vecindarios y, en algunos casos, escoltada por las fuerzas de seguridad israelíes”, dijo.
Horas después de sus comentarios, un palestino de 64 años de la aldea de Madama, en el norte de Judea y Samaria, fue hospitalizado tras ser presuntamente agredido por colonos procedentes del cercano asentamiento israelí de Yitzhar y arrojaron piedras a su casa. Esto siguió a un informe de un cóctel molotov arrojado contra un jeep de las FDI en las cercanías.
Casi al mismo tiempo, dispararon contra un vehículo israelí que atravesaba el sur de Judea y Samaria el miércoles por la noche. No se produjeron heridos, pero el coche resultó ligeramente dañado en el ataque.
El miércoles por la mañana, al menos cuatro palestinos murieron en un ataque militar en la ciudad de Jenin, en el norte de Judea y Samaria.
Dos de los muertos eran responsables de una serie de tiroteos en la zona y planeaban “ataques más importantes en un futuro próximo”. El Jefe de Estado Mayor de las FDI, Aviv Kojavi, dijo que las tropas lograron frustrar una “amenaza concreta”.
En sus comentarios, Thomas-Greenfield también instó a la Autoridad Palestina a “respetar los derechos humanos” y dejar de pagar a quienes perpetraron ataques contra israelíes, y agregó que “una Autoridad Palestina fuerte y legítima es de interés para toda la región”.
Las fuerzas israelíes han estado realizando incursiones nocturnas en áreas controladas por la Autoridad Palestina durante meses como parte de la Operación Rompeolas, tras una serie de ataques palestinos mortales que dejaron 19 muertos entre marzo y mayo.
Las tropas han sido objeto de disparos en repetidas ocasiones durante las redadas, que han llevado a la detención de más de 2.000 sospechosos, según el servicio de seguridad Shin Bet. Entre los más de 100 palestinos abatidos en 2022, algunos cometieron ataques dentro de Israel, otros eran adolescentes que protestaban violentamente contra las redadas nocturnas del ejército y la reportera de Al Jazeera Shireen Abu Akleh.
La violencia estaba en lo más alto de la agenda cuando la Subsecretaria de Estado de EE. UU. para Asuntos del Cercano Oriente, Barbara Leaf, visitó la región a principios de mes. En una sesión informativa posterior, Leaf dijo que la administración Biden trabaja para garantizar la continuación de la cooperación en seguridad entre Israel y la Autoridad Palestina a fin de reducir las tensiones.
Agregó que reforzar la coordinación de seguridad por sí solo no será suficiente para reprimir la violencia reciente y dijo que “se hacen otras cosas en torno a y fuera de la cooperación de seguridad que la sustenta”.
El asesor de seguridad nacional de EE. UU., Jake Sullivan, repitió este punto durante su reunión con su homólogo israelí visitante, Eyal Hulata el miércoles. Sullivan “enfatizó la necesidad de tomar medidas para reducir las tensiones y continuar mejorando la vida de los palestinos”, dijo la Casa Blanca.
Sullivan también celebró el progreso positivo en la ampliación del acceso para los palestinos en el Cruce Allenby entre Judea y Samaria y Jordania, que Israel anunció que comenzará a operar 24 horas al día, 7 días a la semana a fines del próximo mes.
Funcionarios de seguridad israelíes han advertido en los últimos meses que la Autoridad Palestina está perdiendo el control de la zona y han exigido que tome medidas enérgicas contra el terrorismo en todo el territorio. Ramallah ha replicado que las incursiones regulares de las FDI dañan su legitimidad y deterioran aún más la situación más allá de la Línea Verde.
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