CANBERRA, Australia (AP).- Millones de peces aparecieron muertos en el sureste de Australia, en un fenómeno que las autoridades y los científicos atribuyeron a las inundaciones y el clima cálido. La muerte de los animales coincidió con una ola de calor que estresó un sistema que registró condiciones extremas debido a enormes inundaciones, señalaron desde el Departamento de Industrias Primarias del estado de Nueva Gales del Sur. Como consecuencia de esta situación, los residentes del poblado de Menindee se quejaron del terrible olor que quedó.
“Recién comenzamos a limpiar, y luego sucedió esto, y es como si estuvieras caminando en un desastre seco y luego olieras este olor pútrido. Es un olor terrible y es horrible ver todos esos peces muertos”, dijo Jan Dening, un lugareño.
Las muertes probablemente fueron causadas por los bajos niveles de oxígeno a medida que retroceden las crecidas, una cuestión que empeoró porque estos animales necesitan mayor cantidad de este gas debido al clima más cálido, según el Departamento de Industrias Primarias.
De momento, la Policía estableció un centro de operaciones de emergencias en Menindee para coordinar la ingente tarea de limpieza esta semana.
El jueves por la noche, el fotógrafo de naturaleza Geoff Looney encontró enormes grupos de peces muertos cerca de la presa principal en Menindee. “El hedor era terrible. Casi tuve que ponerme una mascarilla”, contó y agregó: “Estaba preocupado por mi propia salud. Esa agua justo en la parte superior baja a nuestra estación de bombeo para la ciudad. La gente al norte de Menindee dice que hay bacalao y perca flotando río abajo por todas partes”.
En ese sentido, la prioridad de las autoridades era ofrecer un suministro de agua limpia a la población, de acuerdo a lo que indicó el controlador estatal de Operaciones de Emergencia, Peter Thurtell. “No hay motivo para preocupación de la comunidad porque el análisis inicial determinó varias soluciones viables para mantener el suministro de agua al municipio de Menindee y alrededores”, señaló.
Además, agencias estatales empezaron a liberar agua de mejor calidad en los sitios donde era posible, para aumentar así la cantidad de oxígeno en los cursos hídricos de la zona.
En las últimas semanas, se informaron muertes masivas en el río Darling-Baaka y se encontraron decenas de miles de peces en el mismo lugar a fines de febrero, mientras que hubo reportes también río abajo hacia Pooncarie, cerca de las fronteras de los estados de Australia Meridional y Victoria.
LA NACION