Sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Filipenses 2:7-8
Te hiciste siervo para que nosotros podamos ser llamados tus hijos.
Su amor por nosotros fue lo que, lo mantuvo en esa cruz, no hay mayor muestra de amor que esta que cambió nuestro destino, y nos dio vida en abundancia. ✨❤️🌟
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Sobre la salud perdurable por Teresa de Cartagena
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