NOTICIACRISTIANA.COM – La gracia de Dios, es el favor generoso de él, sobre cada uno de nosotros. La Biblia califica a la gracia de Dios, como el mejor regalo para todo aquel que cree en Jesucristo. Entonces, sólo mediante la fe en Cristo seremos salvos.
El apóstol Arnold Ballesteros, en el programa “Cristo es Vida”, analiza la esencia de la gracia de Dios, a través del estudio de las Sagradas Escrituras. En este sentido, señala que lo primero que debemos tener presente, es que Dios busca al hombre, en su estado natural, es decir, al que está haciendo la voluntad de la carne y el pensamiento. Leer Efesios 2:1, Romanos 3:9 y Juan 5:24.
Ballesteros, considera que la gracia de Dios, es su poder que se evidencia al hombre para sacarlo de la condición natural en que se encuentra, para transformarlo a la imagen de Cristo. Por lo tanto, explica que las enseñanzas apostólicas de Pablo, son directas al indicar que cuando experimentamos las grandezas de las revelaciones, las soluciones de nuestros problemas, depende de cada uno de nosotros. Leer 2 Corintios 12:7.
“Pablo reconoce que la gracia es concedida, es un don de Dios. Es decir, lo que recibimos de Dios es por su gracia, su poder, sus dones. El propósito de Dios es concedernos su gracia, su poder, su don para que podamos experimentar su salvación y seamos hechos a su imagen. Por lo tanto, en su condición natural no puede producir nada para Dios, porque es de una naturaleza corrupta, enemiga de Dios”, precisa Ballesteros. Leer 1 Corintios 3:10 y Romanos 12:6.
Agrega que es responsabilidad del hombre que se manifieste ese propósito de Dios, para ser salvos, y que experimenten el poder de la gracia. Entonces, el deseo de Dios es operar en todos los hombres y de no cumplirse es porque el ser humano, rechaza ese don divino que Dios entrega. Leer Tito 2:11
“Pablo asegura que lo que salva es la gracia, la forma de expresarlo es través de la salvación. La gracia pertenece a la naturaleza divina, opuesto a todo lo que representa el hombre. Si el hombre no tiene gracia es porque opera en su propia carne, sin Dios y esperanza, ese es el principio apostólico. Cuando Dios habla a nuestro corazón, comenzamos a obedecer su voluntad, es decir, nos rendimos y sometemos a su Palabra”, destaca Ballesteros. Leer Efesios 2:5-9; Romanos 4:3-4, 11:6.
Por otro lado, indica que a los dones de gracias se llega por la fe en el Señor Jesucristo. En otras palabras, el hombre es por fe que entra a la gracia divina, para tener esperanza en la gloria de Dios, que es Cristo. Por consiguiente, la gracia, la fe y el don es lo que Dios nos da. Es decir, es a través de la fe que participamos de la gracia o por la fe en el hijo (Jesucristo), es que se participa en la gracia y poder de Dios. Leer Malaquías 4:2 y Romanos 5:1.
“Quienes reinan en vida que viene de arriba, significa experimentar el reino de la vida de Cristo, en el corazón. Participar en esa vida y esencia, es el reino de Cristo, en el corazón del hombre. Los que reinan en vida son los que deciden abrazar la idea y reciben abundancia de la gracia y don de justicia. Por lo tanto, la gracia lleva a la justicia de Dios”, acotó Ballesteros. Leer Romanos 5:17.
El apóstol concluye que en esencia la gracia de Dios, no se trata de lo que podemos hacer, sino de lo que Dios hace en nosotros, por medio de nosotros. Y para que haga en nosotros, tenemos que recibir, abrazar y someternos a esa gracia, tal y como lo hizo Pablo. Leer Hebreos 13:20-21, 12:28 y 1 Corintios 4:6-7.
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