El norte de Tanzania fue afectado por intensas lluvias el fin de semana dejando destrucción a su paso, sobre todo por los deslizamientos de tierra. El último informe del gobierno indica que se incrementó a 68 la cifra de muertos, anteriormente se reportaban 63 muertos.
Las fuertes lluvias afectaron el fin de semana a la ciudad de Katesh, a unos 300 kilómetros al norte de la capital Dodoma, causando deslizamientos de tierra que destruyeron viviendas y arrastraron vehículos.
El desastre ocurrió cerca del monte Hanang, en el norte. Las inundaciones han provocado importantes daños en las infraestructuras y viviendas de la provincia de Manyara. Casas, carreteras y puentes han quedado destruidos, lo que complica los esfuerzos de rescate en curso.
El gobierno ha desplegado al ejército para ayudar a rescatar a cientos de personas atrapadas por las inundaciones, que ha sido descrita como las peores en años en la nación de África Oriental.
Las labores de búsqueda continúan, un equipo del ejército de 350 expertos en rescate continúan trabajando en la recuperación de más víctimas, se teme que haya personas atrapadas o enterradas en el lodo.
Presidenta de Tanzania acorta estancia en la COP28
La presidenta Samia Suluhu Hassan, asistía a la cumbre climática COP28 que se celebraba en Dubái cuando ocurrió la tragedia en su país, debido a ello acortó su viaje para regresar a Tanzania.
La presidenta anunció que su gobierno cubrirá los gastos funerarios de las víctimas así como el tratamiento de todos los heridos. Como consecuencia de los deslizamientos de tierra también 116 personas resultaron heridas.
El lodo se tragó un centenar de casas
Al menos 100 casas fueron tragadas por el lodo y un pueblo con 28 familias quedó arrasado. Las imágenes difundidas mostraban escombros de las viviendas y muebles en medio de las calles.
Cambio radical: de sequía a inundaciones
Tras una sequía sin precedentes, África Oriental lleva semanas sufriendo lluvias torrenciales e inundaciones relacionadas con el fenómeno climático El Niño. Cientos de personas han muerto en toda la región y millones han sido desplazados desde que comenzaron las fuertes lluvias a finales de octubre.
Entre octubre de 1997 y enero de 1998, las inundaciones masivas agravadas por las fuertes lluvias de El Niño dejaron más de 6,000 muertos en cinco países de la región. Estas condiciones extremas empeoran la crisis humanitaria en la región.