Yo lo libraré, porque él se acoge a mí; lo protegeré, porque reconoce mi nombre. Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores. Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación. Salmo 91:14-16
Señor nuestro Dios, amado Padre que estás en el cielo, nos volvemos de corazón a ti, porque conoces todas nuestras necesidades. Acudimos a ti, porque estás siempre dispuesto con tu ayuda, cuando estamos en aprietos y no sabemos qué hacer. Tú nos has dado sendas que podemos seguir con alegría porque tenemos un Señor: su autoridad y reinado nos hacen felices. Alabado sea tu nombre en todo tiempo. Que tu ayuda siempre nos acompañe, para que seamos hijos fieles, para la gloria de tu nombre en la tierra. Amén.