NOTICIACRISTIANA.COM. – Karen Graaten, una mujer de 68 años de Noruega, vivió como cristiana en una relación lésbica. Ahora, después de una verdadera conversión a Jesús, vive una vida restaurada.
Karen estaba en una relación lésbica con otra cristiana. Pero se dio cuenta de que algo la separaba de Dios. Decidió dejar su identidad como lesbiana para vivir como una nueva criatura en Cristo. Después de esta decisión, experimentó una nueva libertad. Como cristiana, su identidad no está en sus sentimientos o sexualidad, sino en su nueva vida con Jesús.
Decepción
Karen está decepcionada con la Iglesia de Noruega por admitir relaciones homosexuales. Aunque ha hablado con otros cristianos homosexuales que han sufrido mucho, siente que nadie quiere escuchar su historia o la de otros ex homosexuales. En lugar de ser una víctima, Karen quiere ser una voz que hable de un camino diferente. Y señalar que la restauración que se encuentra en el Evangelio.
Karen se unió al Open Church Group, donde recibió apoyo para seguir el camino de la homosexualidad. Pero con el tiempo, perdió su relación con Jesús. Después de orar y llorar, se dio cuenta de que estaba viviendo en pecado. Dejó de vivir junto sexualmente con su amiga, pero continuaron viviendo juntas como amigas. Y ha vuelto a experimentar la presencia de Dios.
Nueva identidad
Después de un año, Karen cuestionó su identidad. Buscó en la Biblia y en Dios la respuesta a su vida. Descubrió que al decir ‘soy gay’, se estaba identificando como un hombre caído, no como una nueva criatura en Cristo.
Karen luchó mucho con su identidad como mujer gay. Encontró la respuesta en la Biblia, que dice que somos nuevas criaturas en Cristo. “Nuestra identidad no está en nuestros sentimientos o sexualidad, sino en nuestra nueva vida con Jesús”, expresó.
Después de esto, Karen y su exnovia se separaron permanentemente. Tuvo sesiones de asesoramiento con el conocido predicador Edin Løvås. Ysu deseo de servir y vivir para Dios fue más fuerte.
“Como cristianos, debemos ser transformados renovando nuestra mente según la Palabra de Dios”, dijo.
El cambio lleva tiempo y es un proceso. Para ella, fue crucial creer en lo que dice la Palabra de Dios, a pesar de sus emociones. Y si alguna vez vuelve a una relación íntima, será con un hombre en matrimonio.
Karen recuperó su identidad femenina y se enamoró de un hombre. En Cristo no hay condenación. Sabemos la verdad y la verdad es lo que nos hace libres. “El Evangelio da la bienvenida a todos, sin importar el equipaje que llevemos a la cruz. Jesús encontró a la mujer sorprendida en adulterio con gracia, verdad y amor. ‘Ve y no peques más’, expresó Karen.
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