Vino a lo que era suyo, pero los suyos no lo recibieron. Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios. Juan 1:11-12
Señor nuestro Dios, te damos gracias por permitirnos ser llamados tus hijos. Te agradecemos por darnos el poder para convertirnos más fielmente en tus hijos, para que exista un testimonio de tu nombre sobre la tierra, para que una y otra vez, en nombre de Cristo Jesús, llegue nuevo poder para cuerpos y almas, para felices y desdichados, para todos los que todavía están siguiendo caminos falsos, para todos los que sufren tanta aflicción, miedo y necesidad. Te damos gracias y alabamos tu nombre. Ayúdanos en nuestro camino; ayúdanos, que somos débiles y a menudo tenemos miedo y ansiedad. Ayúdanos en todo, especialmente con la preocupación más profunda que tenemos en nuestros corazones: que tu nombre sea honrado, que venga tu reino y que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Amén.