¡Buenas noches!
Señor gracias por tu misericordia y por tu gran fidelidad; dirige mis pasos y nunca me sueltes de tu mano.
¡Buenas noches!
Señor gracias por tu misericordia y por tu gran fidelidad; dirige mis pasos y nunca me sueltes de tu mano.
Dos caminos se cruzan ante el hombre: uno, el egoísmo, lleva a vivir para sí; el otro, la hermandad y la dedicación, a vivir para los demás. Cada opción egoísta…
Jesús sabía que había llegado la hora de abandonar este mundo para volver al Padre. Y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el…