NOTICIACRISTIANA.COM.- En ciertos momentos, un cristiano puede sentirse inadecuado al rodearse de personas espiritualmente maduras o exitosas. Esto puede derivar en una sensación de no pertenecer. El síndrome del impostor genera la creencia de que cualquier logro personal es mera casualidad, y que eventualmente otros descubrirán la «verdad».
La autora Elizabeth Delaney escribe sobre este tema en el portal Crosswalk.
La raíz del síndrome del impostor
El síndrome del impostor es una lucha real y, según WebMD, tiene raíces en la ansiedad, depresión, baja autoestima y perfeccionismo. Las personas de alto rendimiento suelen ser más propensas a experimentarlo.
En el ámbito laboral, entre un 56% y 82% de las personas enfrentan este problema, de acuerdo con datos del NIH. Por ejemplo, un 71% de los CEO en Estados Unidos reportan esta lucha, según Korn Ferry.
Para un cristiano, este síndrome puede surgir cuando se siente que no se tiene suficiente conocimiento bíblico o que no se vive a la altura de los estándares percibidos en otros. Según The Gospel Coalition (TGC), estas comparaciones son injustas, pues contrastan la percepción interna propia con la apariencia externa de los demás.
TGC ilustra esto como una persona dentro de un cine viendo una película en su totalidad, mientras otra intenta entenderla con el oído pegado a la pared.
Ejemplos bíblicos de lucha contra el síndrome del impostor
El síndrome del impostor puede limitar la capacidad de alguien para cumplir el llamado divino en su vida. Incluso figuras bíblicas enfrentaron estas inseguridades.
Moisés dudó de sí mismo cuando Dios lo llamó para liberar a Israel. Preguntó: “¿Quién soy yo para ir al faraón?” (Éxodo 3:11).
Gedeón también expresó su inseguridad al ser llamado a liderar la liberación de Israel: “Mi clan es el más débil de Manasés, y yo soy el menor en la casa de mi padre” (Jueces 6:15).
La reina Ester, inicialmente, dudó de su capacidad para interceder por los judíos, temiendo no contar ya con el favor del rey (Ester 4:11).
A pesar de estas dudas, Dios demostró su misericordia y proveyó segundas oportunidades, fortaleciendo a estas figuras para cumplir con sus propósitos.
Silenciar las voces negativas relacionadas con el síndrome del impostor
Una forma efectiva de combatir estas voces es hablar con amigos o familiares confiables. Estas personas pueden ayudar a procesar los éxitos y a reconocer que son legítimos. También, acudir a un consejero puede ser una herramienta útil, según WebMD.
Desde un enfoque espiritual, profundizar la relación con Cristo mediante la oración y el estudio de la Palabra es esencial. Reflexionar en historias como las de Moisés, Gedeón y Ester puede inspirar confianza en que Dios ama a cada persona, incluso en sus debilidades.
Otra estrategia útil es explorar la identidad en Cristo. Efesios 1:1-14 es un buen punto de partida, y el ministerio Cru ofrece recursos que abordan este tema en profundidad.
Por último, películas cristianas como Overcomer pueden brindar motivación y recordatorios visuales de la importancia de la identidad en Cristo.
Conclusión
El síndrome del impostor puede afectar incluso a los cristianos más firmes. Sin embargo, mediante el apoyo de otros, el fortalecimiento espiritual y un enfoque en la identidad en Cristo, es posible superar estas luchas. Recordemos que, al igual que Moisés, Gedeón y Ester, Dios tiene un propósito único para cada uno de nosotros, y Su gracia es suficiente para alcanzarlo.
Es importante recordar que el síndrome del impostor no define quiénes somos. Nuestra identidad no está en nuestras habilidades o logros, sino en Cristo, quien nos llama hijos amados y valiosos.
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