construida sobre la Revelación del Hijo de Dios

NOTICIACRISTIANA.COM.- El pastor Arnold Ballesteros, en el programa “Life The Woodland”, habla acerca del fundamento y edificación de la Iglesia.

Comenzó su enseñanza diciendo que “Dios es edificador. Su plan eterno de edificación se desarrolla a través de Jesucristo y envuelve a la Iglesia”.

Cualquier obra de edificación en la que podamos participar (la iglesia) debe proceder del Señor, de la fuente.

Hebreos 11:8-10

«Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios”.

En este pasaje podemos entender que Abraham había recibido de parte de Dios una tierra. Sin embargo, vivió allí como extranjero. La Biblia nos da a entender que, además de esto, él mismo sentía esa tierra dada por Dios como ajena.

“¿Cómo concluimos que él se sentía en tierra de otro y no como una tierra suya, que fue dada por Dios? Porque el versículo 10 nos dice que Abraham ‘esperaba’ la ciudad cuyo constructor era Dios”, dijo Arnold Ballesteros.

El fundamento, la ciudad y la Iglesia

Esto quiere decir que los ojos de Abraham no estaban solamente en el plano físico. El Padre de la fe veía más allá, hacia un futuro muy lejano. Cristo dice que Abraham vio su día y se gozó.

Es decir, Abraham tenía una visión de una realidad espiritual. Entonces, ese mismo arquitecto y constructor, 2,000 años después de aquello que Abraham contempló, se cumplía. Mateo 16:13-19 es el cumplimiento de lo que Abraham vio: la ciudad edificada por Dios.

En ese pasaje, Jesús habla de una roca. ¿Pero de qué roca habla? Según podemos entender, a Pedro le fue revelado quién era Cristo. Entonces, la roca es la revelación de quién es el Hijo de Dios.

Entonces, “sobre esta roca”, es decir, la revelación del Hijo de Dios, “edificaré mi Iglesia”. Esto quiere decir que la Iglesia es edificada en la medida en que Cristo es revelado en los corazones de los hombres.

Así es como se edifica la Iglesia. Y así es como Él edifica la Iglesia. Sin ver, oír, conocer al Hijo, y sin ser enseñados por Él, no hay edificación divina.

“La iglesia no es edificada porque tiene un lugar más grande para congregarse, o porque hay más sillas”, explicó el pastor.

Cristo es el Todo, es quien edifica. Debemos mirarlo a Él, que nuestro blanco sea Él, y que nuestra meta sea Él. “No se necesitan leer 40 libros para conocerlo; Cristo mismo nos puede enseñar, corregir y redargüir”, dijo el pastor.

Abraham esperaba la ciudad cuyo constructor era Dios. Cristo es el fundamento y edificador de esa ciudad espiritual que vio Abraham: la Iglesia.

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