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Estados Unidos.- Jamie Whisenhunt, líder en una iglesia evangélica, compartió la Palabra de Dios con otros pacientes que al igual que ella recibían quimioterapia. Incluso el personal médico terminó alabando a Dios de manera emocionada.
Hace un año atrás, mientras realizaba un viaje de vacaciones con su familia, notó una inflamación en el cuello. Días después le realizaron una tomografía computarizada, en donde los médicos confirmaron que tenía cáncer. Jamie empezó a notar el cuidado de Dios a pesar de su situación.
Luego de completar la sesión de quimioterapia, Jamie estaba a punto de salir del hospital y escuchó la voz de Dios decir: “Jamie, vuelve y canta para ellos”. Al principio, ella dudaba por temor a interrumpir lo que estaban haciendo las enfermeras, pero Dios volvió a hablar lo mismo en su corazón.
“Le dije que ni siquiera sabía qué cantar y Él puso la canción ‘Es tan dulce confiar en Jesús’ en mi corazón. Así que volví a la estación de enfermeras, y dije: ‘Les voy a cantar una canción’”, afirma Jamie.
Además, ella comparte que la canción comenzó a hacer eco en toda la habitación y las enfermeras comenzaron a acercarse y los pacientes comenzaron a salir de las habitaciones.
“Sentí que la presencia de Dios se apoderaba de ese lugar, ya que comencé a predicar simplemente sobre la confianza en Él en esta enfermedad”, subrayó Jamie.
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Finalmente, Jamie concluyó: “Tuve la oportunidad de llevar a las personas a la presencia de Dios en medio de la sesión de quimioterapia. Y solo el Señor puede hacer algo tan bueno”.
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