Crítica al pastor Will Graham y su compañía – CRISTIANISMO PARA ATEOS

Crítica al pastor Will Graham y su compañía

“Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.” – Mateo 5:11-12

             No soy calvinista ni pentecostal, pero como Bautista no reformado considero a ambos como hermanos en Cristo a pesar de que tengamos unas pocas diferencias teológicas las cuales podemos diferir con amor y respeto. Recordemos que la doctrina importa y que discrepar no es odiar. Sin embargo, me preocupa un movimiento que ha sido calificado como neo-calvinistas o neo-puritanos los cuales se identifican ellos mismos y de manera exclusiva como si fueran la “sana doctrina” encarnada o como los únicos que predican el verdadero evangelio de Cristo. Algunos de estos pastores hasta demuestran una falsa piedad cuando denigran a cristianos caídos en sus redes sociales y atacan con falacias a los que se oponen a sus puntos de vistas. Y luego quieren criticar el magisterio católico por proclamar que son infalibles cuando ellos tratan a su magisterio protestante como si también hablaran de forma ex cátedra (infalible). Mientras que a los demás evangélicos que no piensa como ellos (pentecostales, Bautistas no reformados y otros cristianos dispensacionalistas) los consideran “apóstatas”.   

               Este tipo de mentalidad sectaria llega al extremo de comparar a sus teólogos reformados favoritos (o ídolos de carne) con Jesús o Moisés. Sin embargo, ya está reportado, expuesto y comprobado (no solo por Christianity Today) los abusos de mujeres o de menores en sus ministerios. Algunos de sus pastores han sido arrestados por inmoralidades y corrupciones. Por tanto, si vamos a condenar a otros cristianos como el difunto apologista Ravi Zacharias por sus malas acciones entonces tenemos que ser consistentes y hacer lo mismo cuando ocurra en nuestras propias iglesias. Ignorar el problema o peor aún encubrirlo, victimizarse o atacar a los que “tocan a su ungido” (como actúan los seguidores de los falsos apóstoles de la prosperidad) es caer en una hipocresía monumental (1 Timoteo 4:2-10). Hasta el reformado Esaú Méjia del canal "Evangelio Puro" ha criticado la parcialidad, doble moral y la burbuja en que viven estos neo-puritanos con síndrome de Estocolmo.   

           En otras palabras, la doctrina de "no toques al ungido de Jehová" salió a relucir no solo en el movimiento carismático sino también en el movimiento de “sana doctrina” (neo-calvinista). Como dice el escritor, maestro en Teología por el Seminario Internacional de Miami (EEUU) y podcaster en El Podcast de Romanos 1.16, Juan Paulo Martínez, “Por años criticamos a los "apóstoles modernos" diciendo que eran intocables, inalcanzables y ricos. No nos dimos cuenta de que eso también estaba pasando en nuestras narices con nuestros pastores famosos de “sana doctrina”. También es increíble la cantidad de testimonios de personas que sufren de depresión y ataques de pánico por el calvinismo lo cual es admitido por la propia universidad de Ginebra fundada por Calvino y por eruditos calvinistas como Jon Balserak en su libro, “Calvinism: A Very Short Introduction.”   

            Por otro lado, entiendo que este tipo de cristianos (como Will Graham, Edgar Escobar, Miguel Nuñez, Juan Manuel Vaz y compañía) no representan a todos los reformados actuales y ni siquiera al mismo Juan Calvino quien era paidobautista y no credobautista como Graham. De hecho, en sus Instituciones Juan Calvino compara a los que no creen en el bautismo infantil como gente endemoniada. Por eso creo que llamarse “Bautista reformado” es un oxímoron (contradicción de términos) pues los fundadores de la Reforma Protestante como Martin Lutero, Juan Calvino y Zwinglio eran paidobautistas que odiaban a los primeros Bautistas (anabaptistas) por ser credobautistas.  

         Sin olvidar que estos actuales neo-calvinistas (o transcalvinistas) han fusionado el calvinismo (enseñanzas de Calvino) y lo reformado (enseñanzas de Zwinglio) cuando no son la misma cosa. Por tanto, ni siquiera son calvinistas en el sentido más puro del término. Lo peor es que tales pastores se creen más evangelistas que los demás cuando según estudios como el Pew Research los pentecostales son los que más están creciendo y alcanzando a las almas perdidas (como los católicos) para Cristo principalmente en Latinoamérica (¿Por qué crecen los Pentecostales?, Ed Stetzer, pastor, investigador y líder de Lifeway Research). Algunos pentecostales usarán métodos artísticos y musicales para apelar a la emoción, pero tampoco se puede negar que al igual que los Bautistas no reformados son muy activos en la obra misionera. En cambio, los canales de estos pastores ni siquiera parece evangelística sino farandulera.   

            Tampoco los vemos predicando el evangelio en las calles, los parques, hospitales, asilos, territorios plagados de guerrilleros y en comunidades indígenas (quizás por su creencia de que la gente ya está predestinada a ir al infierno o al cielo) como hacen los pentecostales sino solo calumniando o acosando a otros cristianos con contenido sensacionalista por las redes sociales de Internet. Todo para monetizar y ganar unos cuantos centavos desde la comodidad de sus hogares o salones. Por esta razón los calvinistas y otras iglesias reformadas andan en estancamiento o disminuyendo en membresía. Sin olvidar que muchos evangélicos consideran sus canales o páginas de chismes cristiano de estos reformados como Apologe-basura pues eso no es la Gran Comisión que nos dejó Jesucristo. Son “pastores” que se creen cazadores de herejes, pero que en el proceso se convierten en un peor monstruo o en lobos disfrazados de ovejas atacándose entre ellos mismos.    

            De hecho, en los tiempos pasados hasta algunos de los mismos reformados como el famoso traductor de nuestra Biblia protestante, Casiodoro de Reina y el líder anabaptista Menno Simons criticaron a los primeros calvinistas por perseguir brutalmente a los anabaptistas (evangélicos antes de Lutero) principalmente en Ginebra porque predicaban y crecían más que ellos. A pesar de ser un pastor reformado, Casiodoro de Reina admitió que su fascinación por el calvinismo se volvió de pronto una decepción al ver que “Nada de sermones edificantes que ayudaran a los fieles a creer en la piedad y la devoción personal, tampoco sermones que motivaran al cultivo de los dones espirituales y la experiencia interior de la fe. En los pulpitos ginebrinos solo se hablaba del papa… Aun estando de acuerdo con muchas de las afirmaciones que se lanzaban desde los púlpitos… ¿no era mejor predicar para la edificación más que para la destrucción?” (Casiodoro de Reina, Libertad y tolerancia en la Europa del siglo XVI, Centro de Estudios Andaluces, p. 84).   

          En la misma biografía de Reina, y quien siempre estuvo opuesto a la violencia como una forma de defender la fe, condenó luego las acciones de Juan Calvino y sus seguidores por haber rostizado al español, el aragonés Miguel Servet hasta las cenizas en la hoguera y por perseguir violentamente a los anabaptistas (Casiodoro de Reina, Libertad y tolerancia en la Europa del siglo XVI, Centro de Estudios Andaluces, págs. 30, 84-85). De hecho, hubo la respuesta inmediata a esas muertes fueron los libros de Sebastián de Castellio “De haereticis an sint persequendi” y “Contra libellum Calvini”, que corrió manuscrito de mano en mano en los meses siguientes de 1554. En estos textos de Castellio defendía con argumentos bíblicos, morales y filosóficos la libertad de conciencia y acusaba al pastor francés, Juan Calvino, de ser como un inquisidor católico que combatió a Servet con las armas en vez de la pluma (Casiodoro de Reina, Libertad y tolerancia en la Europa del siglo XVI, Centro de Estudios Andaluces, págs. 90). 

           Ahora que no nos pueden perseguir (gracias a los principios de la libertad religiosa que establecieron Roger Williams y a Juan Clark, ministros Bautistas no reformados) emplean el asesinato de carácter, las difamaciones por las redes sociales y algunos hasta han admitido infiltrarse en las iglesias evangélicas para robar sus miembros para su causa. Tal táctica de proselitismo muestra falta de ética cristiana pues es deshonesta y que no quieren ganar almas nuevas sino feligreses de otras iglesias (Juan 10:1-25). Quizás logren confundir algunos que no estudian lo suficiente sus Biblias, pero si no pudieron reformar la iglesia católica romana, ni a los anabaptistas los cuales persiguieron a muerte entonces ¿qué les hace pensar que podrán reformar (o deformar) a la iglesia evangélica en general?   

            Definitivamente hay algunos problemas teológicos y morales dentro de este neo-calvinismo agresivo pero lo más importante es recordar que la sana doctrina no es algo exclusivo de una denominación o movimiento religioso. Creer en algo así crea gente narcisista que piensa que solo por pertenecer a un grupo ya son salvos o los únicos elegidos de Dios. Mas bien, la sana doctrina está en la Biblia y trata sobre predicar todo el consejo de Dios y sobre todo con nuestra manera de vivir (Juan 13:15; 1 Timoteo 1:9-10 y 3:1-12). Por tanto, no es el calvinismo lo que es bello sino el evangelio de Cristo el cual fue predicado mucho antes de Juan Calvino y la cual consiste en el arrepentimiento y la fe en Cristo como nuestro Señor y Salvador personal para vida eterna.   

            En fin, me hago eco de las palabras de J.P. Martínez: "Aunque el neocalvinismo con sus imperfecciones sí reúne muchos conceptos de la sana doctrina [como la doctrina de la Trinidad, la deidad de Cristo, el infierno de fuego, el creacionismo de tierra joven, el matrimonio tradicional, la Biblia como autoridad final, suficiente e inerrante y que la vida desde su concepción ha de ser salvaguardada], creó la ilusión en sus seguidores de que ser calvinista era garantía de tener la doctrina correcta, mientras que todos los demás estaban equivocadas. Por eso el movimiento se tornó sectario."

“Agustín de Hipona (354-430): Luchó contra el maniqueísmo y el pelagianismo, defendiendo la doctrina del pecado original y la gracia divina como fundamentales para la salvación.

Tomás de Aquino (1225-1274): Enfrentó el conflicto entre la teología cristiana y la filosofía aristotélica, integrando la razón y la fe en su famosa síntesis filosófica y teológica.

Blaise Pascal (1623-1662): Desafió al escepticismo y al ateísmo mediante sus «Pensamientos» , donde argumentó sobre la necesidad de la fe como una apuesta racional.

G.K. Chesterton (1874-1936): Luchó contra el secularismo y el materialismo, defendiendo el cristianismo y la apologética en numerosas obras literarias y ensayos.

C.S. Lewis (1898-1963): Combatió el ateísmo y el naturalismo a través de sus obras, como «Mero Cristianismo», proporcionando argumentos racionales y emocionales a favor del cristianismo.

  Los creadores de la apologe-basura (19??-20??): Han combatido las falsas doctrinas de Ricardo Montaner, el divorcio de Ricky Martin y han explicado extensamente las implicancias teológicas de la separación entre Pike y Shakira, Jennifer López y Ben Affleck, Ricardo Montaner y su hija. Ni Chabelo se salva de los ataques del influencer youtuber Will Graham. Se dice que el impacto que han tenido en la apologética cristiana solo es comparable a lo que pasٕó durante el siglo XVI.” (Créditos a el escritor, maestro en Teología por el Seminario Internacional de Miami (EEUU) y podcaster en El Podcast de Romanos 1.16, Juan Paulo Martínez). En fin, no seas un calvinazi, saludos.

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