NOTICIACRISTIANA.COM.- Seleccionar un tema que resuene en los corazones de los oyentes al predicar es un reto fundamental para quienes difunden el evangelio. Aunque la inspiración debe venir del Espíritu Santo, esto implica buscar con perseverancia, como señala el portal Mundo Bíblico.
Charles Spurgeon afirmaba que dedicaba horas pidiendo a Dios que le iluminara con un tema para predicar. Para él, gran parte de su preparación radicaba en esperar pacientemente hasta recibir la dirección adecuada, tras explorar y descartar otras ideas. Este proceso se asemeja a navegar en aguas turbulentas en busca de un faro que guíe hacia el puerto deseado.
Puntos a considerar antes de elegir un buen tema para predicar
- Reflexionar sobre las necesidades de los oyentes
Es clave considerar las necesidades de la audiencia para que el mensaje sea relevante. Ser observadores permite reconocer las diversas necesidades espirituales de la congregación, desde temas evangelísticos hasta de formación familiar o devocional. Sin embargo, es importante evitar usar la predicación para críticas personales, enfocándonos en edificar a la comunidad.
- Lecturas devocionales de la Biblia
Otro método útil es dedicar tiempo a la lectura devocional de la Biblia. El predicador debe nutrirse espiritualmente antes de alimentar a los demás. Mantener el corazón abierto permite captar versículos o pasajes que resuenen y puedan convertirse en temas de predicación. Anotar estas inspiraciones puede ser útil para el futuro.
- Inspiración de otros sermones
Aunque el entusiasmo proviene de los propios mensajes, escuchar o leer sermones de otros predicadores puede ser valioso. Esto no significa copiar sus sermones, sino que el estilo, una frase o un versículo pueden inspirar a elaborar un tema con nuestro propio enfoque. Este método amplía las ideas y enriquece el proceso creativo.
Jesús solía usar ejemplos de la vida cotidiana en sus enseñanzas, como la siembra o la actitud de los fariseos. De la misma manera, el predicador puede encontrar inspiración en eventos sociales, naturales o políticos actuales, transformando situaciones comunes en temas profundos y aplicables.
- Oración y dependencia de Dios
Todos los métodos mencionados deben ir acompañados de oración. Pedir a Dios que ilumine el mejor tema para predicar asegura que el mensaje no venga solo de la perspectiva del predicador, sino del Espíritu Santo. La meta es que Dios hable al corazón del predicador primero, permitiéndole transmitir el mensaje divino a los oyentes.
Criterios para seleccionar un buen tema para predicar
El portal Estudios Pentecostales propone algunos criterios importantes para encontrar temas sólidos y edificantes.
- Persistencia en la búsqueda del tema: No hay que abandonar la búsqueda del tema ideal rápidamente. Una vez escogido el pasaje o tema, es fundamental tener una mente abierta antes de profundizar en el análisis.
- Permitir que la Biblia hable: En lugar de imponer ideas personales, se debe buscar que la Biblia guíe el mensaje. No se trata de respuestas humanas, sino de las respuestas de Dios, y el mejor lugar para encontrarlas es en Su Palabra.
- Inspiración divina: El tema debe inspirarse en Dios y debe estar acompañado de oración constante para recibir la orientación correcta. Aunque no siempre será una inspiración profética, se requiere perseverancia en la búsqueda del mensaje.
- Elegir el tema con tiempo: Es importante definir el tema antes de escribir el sermón, ya que improvisar puede llevar a un mensaje incompleto o poco claro. Un manuscrito escrito sin reflexión no garantiza un sermón bien preparado.
Lista de temas para prédicas cristianas
El sitio Bibliaon ofrece una lista de temas bíblicos que pueden servir como inspiración para predicar.
- El amor incomparable de Dios (Juan 3:16, Lucas 15:3-7): Reflexión sobre la profundidad del amor divino.
- Dar gracias en todo momento (Daniel 6:10, 1 Tesalonicenses 5:18): Agradecer incluso en momentos oscuros.
- Superar distracciones con enfoque y fe (Nehemías 6:1-14): Fortalecerse para evitar distracciones de la vida.
- Nada nos separa del amor de Dios (Romanos 8:38-39): Recordar la inseparable conexión con el Padre.
- Todo es vanidad sin Dios (Eclesiastés 1): Reflexionar sobre el vacío de la vida sin Él.
- Amor que inspira amor (1 Juan 4:7-12): Fomentar el amor en la comunidad de fe.
- Jesús: refugio de amor y perdón (Lucas 15:2, Lucas 5:30-32): Jesús como hogar para los necesitados.
- La armadura de Dios (Efesios 6:10-18): Protegerse con la armadura espiritual.
- Bienaventuranzas en el Evangelio de Cristo (Mateo 5:1-12): Las ocho bienaventuranzas explicadas.
- Cultivar el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22): La importancia de los frutos del Espíritu Santo en la vida cristiana.
Estos temas, cargados de profundidad y significado, ofrecen una base sólida para construir sermones que edifiquen la fe y la esperanza en la comunidad.
Foto de portada: The Baptist Courier.
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