Dante Gebel no es uno de los predicadores más preparados teológicamente, sin embargo tiene una influencia sobre los cristianos con su mensaje positivo y sin tanto rigor académico que convence a muchos cristianos en creer en tales “Horrores” doctrinales.

Este es segmento de los mensajes que trajo a colación días atrás predicando en su Iglesia:
“Judas Iscariote, trató de arreglar lo que hizo, y se fue a confesar.
No pudo con su remordimiento, y se acercó al templo a buscar a los sacerdotes, pero el pobre hombre fue a dar entre los que odiaban la gracia; cayó entre los “hermanos mayores”.

“¡He pecado! -dijo- ¡He derramado sangre inocente!”
– Y devolvió los treinta denarios (pocos cristianos llegan tan lejos, como para restaurar lo que hicieron; el devolvió todo el dinero). Comparado con la confesión de Pedro, fue mucho más sincera la de la Judas. Más descarnada, más auténtica.
Pero los saboteadores de la gracia, no lo perdonaron ni le otorgaron gracia.
Judas nunca fue más pecador que el resto de los discípulos, que se escaparon muertos de miedo.
¡El gran error de Judas Iscariote fue, que, en vez de correr a la cruz, se metió dentro de una Iglesia!
Y los religiosos, siempre han enviado más gente a la horca, que a la cruz”

La mayoría en redes sociales criticó su ejemplo que derivó en acusaciones de “herejía” o de presentar una doctrina errada. De hecho culpa a la Iglesia por no ayudar a arrepentirse a nada mas y nada menos que al traidor por excelencia de la Biblia.
Juan 17:12 dice “Cuando estaba con ellos, los guardaba en tu nombre, el nombre que me diste; y los guardé y ninguno se perdió, excepto el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera”
Lucas 6:16 dice Judas, {hijo} de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser traidor
Claramente hay ánimo de desvirtuar el mensaje y acomodarlo para su propio beneficio ¿Cuál es es beneficio? Que la iglesia deje de utilizar las escrituras a modo de combatir el pecado.

A continuación les dejamos un análisis sobre este asunto que generó muchos disgusto con el pastor Dante Gebel