Dios se manifiesta en una tribu de Uganda y se genera un Avivamiento Sobrenatural

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La antigua tribu confiesa como era su manera de vivir diarimente. “Fumabamos, bebiamos, realizabamos brujería”, dijo Jovanis Nyirakayanje, un pigmeo Batwa. "Éramos verdaderos adoradores del diablo".

Por siglos, los Batwa fueron habitantes de las selvas tropicales quienes vivieron en cuevas y árboles, y su sustento se basaba en la caza en las selvas ecuatoriales de África. "Vivíamos como animales en la selva", confesó Nyirakayanje.

El Dr. Scott Kellermann, un médico estadounidense, ha desarrollado un estudio sobre la tribu Batwa. "Son muy diminutos", destacó el fundador de la Fundación Kellermann. “Tienen solo cuatro pies y medio de altura, cazan con flechas o redes de veneno, recogen las frutas de los árboles o las raíces del suelo”.

La vida de la tribu Batwa estuvo siempre alrededor del bosque de Bwindi del suroeste de Uganda.

“En verdad, pertenecían a la edad pre-piedra”, específicamente Kellermann. “No hay utensilios de piedra, así que es un motivo por el que hay registros de los Batwa”.

Luego de siglos de vida en cuevas y árboles, los Batwa se transformaron en refugiados de conservación – sin título para la tierra, sin comida, sin ropa y sin refugio.

Cientos de ellos partieron de la selva en un mundo que se puso contra ellos. Una pareja de misioneros fue enviada por Dios para llevar la palabra a esta tribu de pigmeos: "Lo primero que comenzó a predicar fue un mensaje de esperanza", anunció Gerald.

Un maravilloso final, testifica Gerald, verdaderamente transformador. Era la primera vez que cientos de Pigmeos Batwa escucharon hablar de Jesús.

Uno de los primeros que se entregó a Cristo se llama Nyirakayanje. "Fue la primera vez que alguien nos dejó de Jesús", declaró Nyirakayanje a CBN News. "Nosotros éramos siervos del Diablo, pero entonces oímos que Cristo murió por nuestros pecados y eso transformó nuestras vidas verdaderamente!".

Aqui el video explica como fue su antigua vida y como llegó el maravilloso avivamiento.

Fuente: Familia Cristiana

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