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El contraste entre las enseñanzas de la Biblia y de “Barbie”

NOTICIACRISTIANA.COM.- La película de “Barbie” perpetúa malos estereotipos y degrada la belleza en el binario de género ordenado por Dios.

La película se hace eco de las críticas contemporáneas de que Barbie contribuye a la ansiedad por la imagen corporal de las niñas y perpetúa estereotipos femeninos dañinos. De hecho, el personaje principal de la película se llama «Barbie estereotipada».

Consideremos las imágenes y el contenido notoriamente binarios de “Barbie”. No hay duda de que tanto la utopía femenina de Barbielandia como la distopía del mundo real están pobladas por hombres y mujeres distintos que actúan de manera tradicionalmente (y cómica) masculina y femenina.

Los hombres aman los camiones, los animales poderosos, los deportes y “El Padrino”. Las mujeres se visten de rosa, se preocupan por la higiene y se cuidan (unas a otras, no tanto a los hombres).

Sin darse cuenta, los realizadores pusieron un signo de exclamación en la declaración binaria en la última escena de la película, cuando la Barbie estereotipada, ahora una mujer real, acude a una cita con el ginecólogo. Quizás los realizadores no tenían la intención de que surgiera el binario evidente, dado que Hari Neff, un actor transgénero, interpreta a una de las Barbies. Pero emerge el binario.

Curiosamente, la Biblia es denunciada por describir el mundo con el mismo binario de género. Al igual que las imágenes de “Barbie”, la Biblia declara que la humanidad está formada por mujeres y hombres, claramente, sin un sentido de fluidez o continuidad. Génesis 1:27, Génesis 5:2, Mateo 19:4 y Marcos 10:6 declaran que Dios hizo a la humanidad a su imagen, específicamente “varón y mujer”.

“Barbie” va más allá de las luchas de poder entre hombres y mujeres. “Barbie” trata sobre lo que significa ser humano y explora el desordenado mundo real donde forjamos nuestra dignidad y propósito a través del logro, la belleza y el reconocimiento.

Cuando Barbie se encuentra con el fantasma de su creadora, Ruth Handler, le dice que los humanos crean conceptos como el patriarcado y las muñecas Barbie para darle significado a un mundo desordenado. La respuesta de Barbie invita a la reflexión. Quiere ser parte de aquellos que crean significado, no el significado que ellos crean.

Barbie y Ken; Adán y Eva

Quizás más sutil, aunque no menos sorprendente, sea el paralelo entre Barbie y Ken, por un lado, y Adán y Eva, por el otro. Los muñecos Ken fueron creados únicamente para ser los novios de Barbie. En la película, a pesar de sus esfuerzos por autodefinirse a través del machismo caricaturesco, Ken no puede escapar del hecho de que es un derivado de (y, por lo tanto, inferior) a Barbie.

Finalmente, Barbie insta a Ken a encontrar su sentido de valor aparte de ella. Pero la angustia de Ken persiste. Él solo existe gracias a Barbie y fue hecho para ella. Pero la Barbie estereotipada finalmente convence al (estereotipado) Ken.

“Barbie” al menos tiene razón en esto: el orden y el aparente propósito de las creaciones de hombres y mujeres no dictan los grados de su dignidad y valor. Esta sutil joya en una película no tan sutil rompe el estereotipo de la creación de Eva como una declaración de la inferioridad de las mujeres frente a los hombres.

Pero la creación de Eva en Génesis 2 en realidad habla de la igualdad que debía tener la pareja original. Adán llama amorosamente a Eva “hueso de mis huesos y carne de mi carne” (v. 23).

Combine esto con el hecho de que hombres y mujeres son creados a imagen de Dios (Génesis 1:27). Puesto que ningún aspecto de la imagen de Dios puede ser inferior a otro, hombres y mujeres llevan la imagen de Dios por igual.

Lo que hace «Barbie» con la imagen del hombre

“Barbie” pone el zapato degradante en el pie masculino para incomodar a los hombres, para mostrarles cómo se sienten las mujeres cuando ven estereotipos femeninos degradantes desfilados en las pantallas y en otros lugares.

Es justo, pero va demasiado lejos porque, a lo largo de la película, el valor de las mujeres emerge a expensas de la dignidad de los hombres. Ahí radica el contraste con Jesús.

En numerosos casos, Jesús alardeó de que las mujeres ocuparan sus puestos como iguales a los hombres. Usó a las mujeres como representantes de Dios en sus famosas parábolas. Las mujeres son heroínas en Su nacimiento, parte de Su ministerio y fieles en Su muerte. De hecho, se les concedió el honor de ser los primeros testigos del milagro cumbre del cristianismo: la resurrección de Jesús.

Si bien reprendió el trato que los hombres daban a las mujeres, nunca los menospreció. Rompió los estereotipos que frenaban a las mujeres sin crear nuevos estereotipos sobre los hombres.

Artículo escrito por Abdu Murray en The Christian Post.

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