NOTICIACRISTIANA.COM – Es necesario tener una visión esclarecedor,a sobre el propósito de Dios y nuestro papel como cristianos, en la participación de su reino. La conexión entre nuestro comportamiento como creyente y la participación en el reino de Dios es vital, ya que nuestra conducta refleja nuestra identidad y a quien estamos conectados: si a Adán, con sus inclinaciones terrenales, o a Cristo, portador de la vida espiritual que transforma y expande el reino divino en la tierra.
El apóstol Rafael Ugarte Talavera, en el programa “Agua Viva para las Naciones”, reflexiona sobre las perspectivas del propósito divino y la participación de los creyentes en el plan de Dios para el mundo. En este sentido, resalta la esencia de comprender y abrazar los objetivos divinos como colaboradores esenciales en la voluntad de Dios.
Ugarte Talavera, manifiesta que un hijo con mentalidad de enviado, reconoce su papel como colaborador en la búsqueda de lo que Dios persigue. Además, destacó la importancia de entender, que Dios tiene objetivos fundamentales en la tierra, como la extensión del reino, la formación de Cristo en la iglesia y la revelación de su propósito.
“Para aquellos enviados por Dios, sumergirse en estos objetivos divinos es esencial, ya que los objetivos de Dios se vuelven los suyos”, acotó el apóstol.
Agregó que en Efesios 1:9-10, el apóstol Pablo nos exhorta a comprender dos fases esenciales: el propósito de la reconciliación y su efecto. Entonces, precisa que este propósito fue diseñado en Cristo y para Cristo, formando un plan perfecto llamado «propósito eterno», ejecutado de acuerdo con la administración divina.
“El tiempo de Dios, conocido como Kairos, representa las intervenciones divinas que revelan su plan en diferentes etapas. El tiempo de la encarnación de Cristo, el cumplimiento en la obra de la Cruz y la llegada del Espíritu Santo son momentos específicos dentro del plan divino, cada uno con su razón de ser y su cumplimiento en la historia de la humanidad”, expresó Ugarte Talavera.
El apóstol subrayó que la expresión de la obra de Dios es la expresión de su naturaleza misma. La comprensión de la naturaleza divina por parte de la iglesia se convierte en un testimonio fundamental para que otros conozcan a Cristo. La elección de la iglesia como instrumento para reunir todas las cosas en Cristo enfatiza que la administración de Dios se lleva a cabo en y a través de Cristo.
“El propósito central de Dios es la salvación, no la condenación, y aquellos que genuinamente se arrepienten experimentan un nuevo nacimiento en Cristo. Esto implica que la economía divina se administra únicamente con aquellos que están en Cristo, participando así en el propósito eterno”, acotó Ugarte Talavera.
El reino de Dios se expande a medida que más personas se convierten a Cristo y comprenden profundamente su reino, manifestando el poder de esa realidad celestial.
Ugarte Talavera, resalta que el avance del reino celestial está ligado al comportamiento de los hijos de Dios, ya que evidencia a quién están conectados: si a Adán o a Cristo. Aquellos que han experimentado el nuevo nacimiento reciben una impartición de la vida de Dios, manifestando así la ley del espíritu de vida en sus vidas.
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