El Volcán San Cristóbal hizo erupción este jueves en Nicaragua causando el pánico entre los pobladores de las comunidades aledañas al lugar e impregnó de olor a azufre el ambiente. Bastó una pequeña explosión del volcán más alto de Nicaragua para dejar evidencia de la capacidad destructora.
Las comunidades aledañas recibieron un fuerte baño de ceniza. Las familias más afectadas fueron las de la comunidad La Grecia, situada a 7 kilómetros del casco urbano de la ciudad de Chinandega (noroeste), que amanecieron con dificultades para realizar sus tareas rutinarias, debido al mal ambiente generado por la explosión, que fue seguido de emanación de gases y cenizas.
La actividad del San Cristóbal, con una altura de 1.745 metros sobre el nivel del mar y situado en el “cordón de fuego” del Pacífico, comenzó la tarde del miércoles cuando realizó una “pequeña erupción de magnitud moderada de gases y cenizas”, según el informe oficial del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred).
El miércoles, durante la erupción del San Cristóbal que “se vino de repente”, la arenilla “caía como granizo en las casas”, se instó a las autoridades a realizar una jornada médica para descartar enfermedades.
Una sola explosión hizo caer una lluvia de arena y ceniza, que por momentos hizo difícil la visibilidad en la zona, y obligó a los vecinos a limpiarse los ojos, según los afectados.
Las plantas en los patios y en las fincas estaban cubiertas de una capa oscura y en las calles hay temor de contraer una enfermedad respiratoria.
“La gente está temerosa porque es el volcán más grande que tenemos, y algunos plantíos se están ‘quemando’ las hojas”, dijo Sergio Picado, uno de los vecinos.