Agencia AJN.- El presidente de Israel, Isaac Herzog, advirtió que Israel está en camino de desgarrarse a sí mismo, en medio de la planeada reorganización radical del sistema judicial por parte del gobierno y la creciente oposición pública.
Además, Herzog instó a los líderes del país a evitar la confrontación y en su lugar entablar un diálogo paciente y un debate constructivo.
«Los fundamentos democráticos de Israel, incluidos el sistema judicial y los derechos humanos y las libertades, son sagrados, y debemos protegerlos, así como los valores expresados en la Declaración de Independencia», aseguró Herzog en la conferencia sobre educación Ashmoret, celebrada en Tel Aviv.
«La reforma drástica, cuando se hace rápidamente sin negociación, despierta oposición y profundas preocupaciones entre el público», agregó.
«Veo a los bandos preparados y listos en todo el frente para una confrontación total sobre el carácter del Estado de Israel, y me preocupa que estemos al borde de una lucha interna que podría consumirnos a todos», señaló Herzog.
El presidente reclamó a los dirigentes israelíes que «muestren responsabilidad y se tomen el tiempo necesario para este debate crítico».
»La ausencia de diálogo nos está desgarrando por dentro, y se los digo alto y claro: este polvorín está a punto de explotar. Esto es una emergencia», expresó Herzog.
Además de las protestas masivas en Tel Aviv -donde las menciones a Herzog suscitaron abucheos por su ostensible inacción-, miles de manifestantes tomaron las calles frente a la Residencia del Presidente en Jerusalem, exigiéndole que adopte una postura clara en defensa del poder judicial.
Herzog pidió al gobierno que escuche las voces de las diversas comunidades. También está realizando esfuerzos de mediación, reuniéndose con la presidenta del Tribunal Supremo, Esther Hayut, el líder de la oposición, Yair Lapid, y el ministro de Justicia, Yariv Levin.
Sin embargo, Herzog aclaró que sus esfuerzos pueden fracasar.
El lunes, Lapid dijo que había pedido a Herzog que creara un Comité Presidencial para presentar una reforma judicial «equilibrada», y que el presidente estaba considerando la idea. Herzog confirmó posteriormente que había hablado con Lapid como parte de sus esfuerzos para evitar «una crisis constitucional histórica» por las propuestas de la coalición.
«Tenemos que esforzarnos por llegar a acuerdos amplios. Veo signos de buena voluntad», añadió.
«Y, sin embargo, nos encontramos en un momento fatídico, de prueba, que influirá en nuestro pueblo y en nuestro Estado», sentenció Herzog.
Los israelíes, dijo, deben «asumir la responsabilidad y proteger lo que hemos construido aquí», concluyó.
Las propuestas de la coalición, presentadas por el ministro de Justicia, Yariv Levin, restringirían drásticamente la capacidad del Tribunal Supremo para anular leyes y decisiones del gobierno, con una «cláusula de anulación» que permitiría a la Knesset (Parlamento) volver a legislar leyes anuladas con una mayoría de 61 votos; darían al gobierno el control total de la selección de jueces; impedirían al tribunal utilizar un criterio de «razonabilidad» para juzgar la legislación y las decisiones del gobierno; y permitirían a los ministros nombrar a sus propios asesores jurídicos, en lugar de recibir asesoramiento de asesores dependientes del Ministerio de Justicia.
A pesar de las intensas críticas de la opinión pública, el Canal 12 israelí comunicó el lunes de que el ministro Levin está decidido a llevar a cabo sus reformas originales y no tiene intención de ceder. El informe decía que Levin estaba dando indicios de su voluntad de dialogar para calmar las aguas y ganar tiempo para preparar la legislación.
En su discurso, Herzog anunció su visión para el 80 aniversario del Estado de Israel en 2028, y pidió que la Residencia del Presidente sirviera de «espacio protegido para gestionar las disputas y salvar las diferencias» en medio de la crisis.
También dio a conocer un proyecto de creación de un centro educativo para fomentar la coexistencia, así como un espacio para debates discretos sobre cuestiones fundamentales. No dio detalles sobre cómo se pondrá en marcha el programa, pero dijo que se tomarán medidas activas para intercambiar opiniones y tratar las disputas.
Fuente: Times of Israel.