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Hipocresía del socialismo, una idea política contraria al cristianismo

NOTICIACRISTIANA.COM.- El socialismo no prometió igualdad por definición, sino igualdad a través de la riqueza, es decir, un “lucro universal”. Esta idea política sostenía que, al llegar el socialismo o comunismo, no debería haber carencias, y todos deberían tener más de lo necesario.

La oradora Marisol de Muñoz, en su programa «Estudio Bíblico en casa«, aborda el tema del socialismo, explicando la hipocresía de la ideología y la discrepancia con la Palabra.

El Marxismo es muy conocido y popular. Sin embargo, el problema no radica en la idea en sí, sino en cómo se logra ese objetivo. La revista Forbes catalogó a Joseph Stalin como el quinto hombre más rico de la historia de la humanidad. Fidel Castro, en una reunión en la Unión Soviética, se presentó con dos relojes Rolex. Uno con la hora cubana y otro con la hora del país soviético. Forbes asegura que Fidel acumuló un patrimonio de 900 millones de dólares.

El hijo de Fidel, un alto funcionario del gobierno, ha participado en fiestas con la presencia de celebridades como Paris Hilton y Naomi Campbell. Así, todos los gobernantes que se reconocen como seguidores del socialismo muestran un grado de riqueza superior.

La condena al lucro individual era lo que molestaba a Marx. Él creía que el empresario solo obtenía beneficios a expensas de perjudicar a otros. Esta no es una idea nueva. Michel de Montaigne también sostenía que solo se podían obtener beneficios mediante trampas o perjudicando a otros. Marx no fue el primero ni el único en creer que si a alguien le ha ido bien, era mediante la trampa o abuso de otros.

“Por lo tanto, el socialismo y el comunismo no son ideas que puedan conciliarse con el cristianismo”, resaltó Muñiz.

Incongruencias

Marx tenía un origen totalmente burgués, siendo hijo de dos judíos ricos.
Siempre vivió como burgués, aunque se rebeló contra sus padres y las autoridades estudiantiles.
Comenzó un movimiento obrero sin ser obrero.
Sus dos mejores amigos eran burgueses, y siempre vivió a expensas de ellos. Uno de ellos era Federico Engels.
Se casó con la hija de un ministro, lo que lo hizo millonario.
Se mudó de país en varias ocasiones y terminó en Londres, considerado el lugar más capitalista de su tiempo.
Además, era racista y estaba en contra de los judíos, a pesar de ser descendiente de judíos. Estas ideas racistas fueron adoptadas por Hitler.

Existen muchas más situaciones que demuestran incongruencias entre su forma de vida, sus análisis y sus declaraciones.

“Es importante que volvamos a la Palabra para reforzar el conocimiento que Dios da sobre la correcta manera de vivir. Así, evitaremos que los gobernantes nos engañen al hablar de libertad mediante esta ideología. Esta tendencia va en contra de la Palabra de Dios”, puntualizó Marisol de Muñoz.

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