NOTICIACRISTIANA.COM- Phillip Hanks, un culturista que valoraba el uso excesivo de suplementos, enfrentó una dura realidad, cuando su hígado resultó dañado, tras un tatuaje con una aguja, no esterilizada.

A sus 34 años, Phillip comenzó a perder peso, y a sentirse cansado constantemente. Un análisis de sangre reveló, que había contraído hepatitis C, y para su sorpresa, también tenía cáncer de hígado. Los médicos le informaron, que necesitaría un trasplante.

En medio de esta crisis, Phillip intentó alejarse de su novia, Tiva, para no involucrarla en sus problemas de salud. Sin embargo, Tiva decidió quedarse a su lado, aferrándose a su fe, y pidiendo a Dios por su sanación.

Esta muestra de amor y apoyo, convenció a Phillip de que ella, era la mujer con la que quería casarse, informa Guíame.

Después de su matrimonio, Phillip y Tiva se mantuvieron unidos en oración. Meses más tarde, se presentó la oportunidad, de un trasplante de hígado. Antes de la cirugía, Phillip oró, entregando su vida a Dios.

Durante el procedimiento, experimentó complicaciones, y una experiencia sobrenatural, que él describe como un encuentro con el cielo, donde sintió una paz indescriptible, y escuchó una voz que le aseguraba, que no era su momento de partir.

“Vi una luz más brillante, de lo que te puedas imaginar. Recuerdo estar lleno de amor, paz, alegría y emoción. Creo que estaba en el cielo. Y escuché audiblemente: “No es tu momento, tienes que regresar. Vas a estar bien”, comentó.

A pesar de los desafíos, el trasplante fue un éxito, y Phillip disfrutó de casi 13 años de buena salud, y actividad física. Sin embargo, un día, mientras jugaba baloncesto, sintió un dolor agudo.

Los exámenes revelaron, que el hígado trasplantado, estaba fallando, y necesitaba otro trasplante, junto con un nuevo riñón.

Enviado a un especialista en trasplantes, el Dr. Richard Mangus, Phillip recibió noticias desalentadoras: necesitaría una cirugía extensa para reemplazar múltiples órganos.

En un momento de desesperación, Phillip clamó a Dios, quien le recordó su presencia constante, y le devolvió la paz que había sentido, durante su experiencia cercana a la muerte.

Con familiares y amigos orando por él, se encontró un donante compatible. El Dr. Mangus, realizó dos cirugías complejas, trasplantando cinco órganos en dos días.

 Los resultados fueron milagrosos: Phillip se recuperó rápidamente, desafiando todas las expectativas.

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