¿Inquisición Protestante o Inquisición Católica?
La revolución francesa (1789-1799) la cual fue dirigida por el diputado ateo, presidente de la Convención Nacional y jefe de los jacobinos, Maximiliano Robespierre, e influenciada por el filósofo deísta, Voltaire, fue el resultado desastroso de un pueblo resentido y cansado del abuso de poder de la iglesia de Roma y sus reyes oligárquicos. Pero en su lucha se volvieron en un peor monstruo. No solo fue anticlerical sino tan intolerante a cualquier religión que exterminaron a la Resistencia de la Vendeé. ¿Pero fue este el primer genocidio cristiano en la historia? Para nada, pues los papas católicos como Inocencio III (1215) también llegaron casi a aniquilar por completo muchas comunidades cristianas como los Valdenses y otros anabaptistas quienes eran pacifistas. Hasta hubo una cruzaba contra los albigenses (1209 y 1244) donde tanto hombres, mujeres y niños fueron matados solo por pensar teológicamente diferente (Philip Limborch, The History of the Inquisition (Historia Inquisitionis, 1692), 1.57. London, 1731).
Sin olvidar tampoco la llamada Masacre de San Bartolomé (1572-1572) donde ocurrió el asesinato en masa de hugonotes (cristianos protestantes). Durante tres días, los católicos atacaron las casas de los protestantes en París y dieron muerte a unas 4 000 personas. Los disturbios se extendieron entonces a otras regiones durante varias semanas. Varios historiadores católicos como Pedro de Rosa, el profesor J.H. Ignaz Von Dollinger y Hans Kung también admiten todo esto. John Foxe, reconocido como uno de los más importantes historiadores cristianos y martirólogo inglés, también escribió en su famoso libro, "El Libro de Los Mártires, que mucho antes de la Reforma Protestante hubo grupos cristianos como los valdenses y los albigenses quienes sufrieron unas intensas y muy severas persecuciones papales y una discriminación organizada contínua en Italia y en Francia por parte del papa Alejandro III (1105-1181) y el papa Inocencio III (1198-1216) que de inocente no tenía nada. (Tomado del Libro de los mártires de John Foxe, pp. 69-71).
De hecho, la iglesia católica había decretado en el concilio francés reunido en Tolosa el año 1229 no solo una respuesta para combatir a los valdenses y albigenses a través de la inquisición sino también para prohibir la posesión o la lectura de una Biblia valdense diciendo “Prohibimos asimismo que no se permita a los laicos tener los libros del Antiguo y Nuevo Testamento…; no tengan los libros mencionados traducidos en romance…” (Canon XIV; José Llamas, O.S.A., tomo VLL. Pp. 12-13). La misma aparición de estos decretos y documentos prohibidos no solo en Francia sino en otras partes de Europa implican lógicamente no solo la existencia de grupos cristianos antes de que Martin Lutero naciera sino también la existencia de traducciones de la Biblia en la lengua vulgar y a través de los siglos.
Hasta el cardenal católico, Stanislaus Hosius (1504-1579), uno de los más eruditos católicos de su tiempo y presidente del Concilio de Trento, admite en su obra, "Apud Opera" pp.112 y 113, lo siguiente: “Si la verdad de una religión pudiera ser juzgada por la prontitud y alegría que un hombre, de cualquiera secta, muestra en el sufrimiento, entonces la opinión y persuasión de ninguna secta puede ser más verdadera y segura que la de los anabaptistas (Bautistas) toda vez que no ha habido ningún pueblo durante estos 1,200 años pasados que haya sido más generalmente castigado y que haya sufrido con más alegría y firmeza, y aun se ha ofrecido para sufrir las más crueles persecuciones.” (Hosius, Letters, Apud Opera, Pages 112-113; Hosius, Works of the Heresatics of our Times, Libro. I. 431. Ed. 1584 y Orchard, La Historia de los Bautistas).
También dijo que "si no hubiesen sido tan despiadadamente atormentados y pasados por cuchillos durante los últimos doce siglos, al presente, pupularían mucho más que todos los reformados." Esos "doce siglos" constituyen el período que precedió a la Reforma y durante el cual Roma persiguió a los Bautistas de la manera más encarnizado que es dable imaginar. El Cardinal Hosius también afirmó: “Porque no hace mucho tiempo, leí un edicto del otro príncipe que lamentó el destino de los Anabaptistas quienes, según leemos, fueron pronunciados heréticos hace doce siglos y merecedores de la pena capital; Él quería que fueran escuchados y que no fueran condenados sin antes una audiencia.” (Translated by Carolinne White, Ph.D, Oxford University, Head of Oxford Latin). “Nam & alterius Principis edictum non ita pridem legi, qui vicem Anabaptistarum dolens, quos ante mille ducentos annes haeretisos, capitalique supplicio dignos esse pronunciatos legimus, vult, ut audiantur omnino, nec indicta causa pro condemnatis habeantur.” (The letters of Cardinal Stanislaus Hosius, Liber Epistolarum 150, titled “Alberto Bavariae Duci” in about 1563).
En otras palabras, mucho antes de la revolución francesa y la supuesta inquisición protestante surgiera según la Ignorancia de algunos, ya el catolicismo tenía 1200 años de genocidios, falta de libertad religiosa y delitos contra la Humanidad por intermedio de Invasiones, Cruzadas, Conquistas e Inquisiciones pues todas las corrientes cristianas qué no se plegarán al catolicismo a partir del Edicto de Tesalónica en el año 380 fueron brutalmente perseguidas. El fanático católico trata de justificar estas matanzas diciendo que eran “herejes”. Sin embargo, se debe recordar que para el romanista anti-protestante todo cristiano que no es católico es un "hereje". No solo los anabaptistas. Esta doble moral se puede ver cuando hablan de ecumenismo y nos llaman sus "hermanitos separados" pero en el momento que alguien se atreva a cuestionar su "iglesia" enseguida muestran sus verdaderos colores y empiezan a llamarnos "sectarios", "herejes" y otros ad hominems.
Y segundo, no hay peor herejía que matar a alguien que está creado a imagen y semejanza de Dios solo por una diferencia teológica. Como dice un dicho, "Hereje es el que prende el fuego (como hizo la ICAR con los valdenses y otros anabaptistas) no el que se quema lo cual es compatible con las palabras de Cristo (Juan 16:2) y otra evidencia más de que la ICAR no puede ser la verdadera iglesia de Cristo. Aun si nuestros antepasados Bautistas o evangélicos eran herejes de verdad (lo cual no eran) eso no justifica o excusa matar a una persona por profesar un credo religioso diferente. Como decía el pastor y traductor de la gran Biblia (la más usada por los cristianos hispanos), Casiodoro de Reina, “La auténtica, la principal, la imperdonable “herejía” era la ausencia de la caridad cristiana con el prójimo…no se matan hombres para matar ideas. Las ideas se defienden con argumentos y escritos, con palabras. No hay espacio para las armas ni para la autoridad del magisterio.” (p. 85).
Objeciones:
"Oye se te olvido mencionar los Genocidios de la reforma protestante contra católicos, o el feroz Genocidio de protestantes contra indígenas en Estados Unidos y Canadá. Donde exterminaron al 95% de la población indígena."
En primera los fanáticos católicos que mencionan esos supuestos "genocidios" de la reforma protestante contra católicos nunca dan ejemplos para demostrarlo. No que los protestante nunca llegaron a matar pero porque nunca hubo tal cosa como un genocidio excepto la que hizo Lutero contra los campesinos quienes eran en su mayoría eran protestantes que hicieron una revuelta política o insurrección porque estaban cansados de vivir en un estado de servidumbre mientras que los reyes y la iglesia de Roma disfrutaban del poder y la riqueza durante la era del feudalismo. Segundo, dicho argumento cae en una horrible falacia de generalización apresurada y de culpabilidad por asociación puesto que los anabaptistas no eran protestantes ya que existieron mucho antes de Lutero y nunca mataron en nombre de la religión ni toda iglesia protestante tampoco, la secta romana sí. Al contrario, los anabaptistas eran cristianos pacifistas que fueron perseguidos tanto por católicos como reformados.
En cuanto al Nuevo Mundo, el "apologista" católico cae en una hipocresía monumental al señalar los abusos de poder que cometieron los colonos ingleses cuando los conquistadores españoles también abusaron de su poder con los indígenas. Hasta el mismo papa Francisco viajó a Canada para pedirle perdón a los indígenas por las injusticias que la iglesia católica romana cometió contra ellos. Lo que dicen sobre Estados Unidos tampoco tiene sentido. Primero porque las injusticias que ha cometido esta nación ha sido mayormente por razones políticas que religiosas, y el por ciento que estos apologistas católicos dan es obviamente una exageración de grandes proporciones. Segundo, Estados Unidos nunca ha practicado una religión oficial y eso lo demuestra la Primera Enmienda de su propia Constitución. En otras palabras, desde su fundación se estableció la separación de iglesia y estado (gracias a los Bautistas y otros evangélicos). En cambio, en otros países como católicos e islámicos se perseguía a los "herejes" o "infieles" porque tales religiones no creían en la libertad religiosa.
Después de todo, la iglesia católica ha estado matando desde mucho antes del Islam y el descubrimiento de América (la cual incluye Estados Unidos). De hecho, la Roma "católica" ha matado a más personas que la Roma pagana y que todas las religiones juntas a traves de los siglos. Historiadores católicos como Pedro de Rosa, el profesor J.H. Ignaz Von Dollinger, el cardenal católico, Stanislaus Hosius y Hans Kung también admiten todo esto. Al igual que historiadores protestantes como el historiador eclesiástico, Philip Schaff, y el historiador de la Inquisición, teólogo, amigo del filósofo John Locke y protestante remonstrante, Philip Limborch (1633-1712) en su Historia Inquisitionis (1692, 1.57. London, 1731). Que el fanatismo del católico no quiera aceptar este hecho ya es otra cosa.
"Hablas de los valdenses y albigenses, citándolos como ejemplo pero no te tomaste la molestia de escribir en qué creían ellos y por qué fueron declarados herejes por parte de la Iglesia. Ellos, NO eran Cristiano."
Muchos historiadores y teólogos tanto Bautistas como no Bautistas tales como el luterano Mosheim, el metodista Juan Clark Ridpath, el campbelista Alejandro Campbell, la Enciclopedia (prebisteriana) de Edinburgh, el Cardenal católico Hosius, el historiador eclesiástico y protestante paidobautista, Philip Schaff, en su Enciclopedia alemana "of Religion Knowledge" (Enciclopedia del Conocimiento Religioso), el historiador cuáquero (quaker) Robert Barclay, el reconocido historiador de la Inquisición y protestante remonstrante, Philip Limborch y muchos otros han escrito bastante de los anabaptistas demostrando que eran buenos cristianos tanto de buen testimonio como de sana doctrina bíblica (El Rastro de la Sangre del Dr. J.M. Carroll; Los Bautistas a Traves de los Siglos por C.L. Neal; El Fiel Testigo Bautista del Dr. Phil Stringer y El Bautismo Extraño y los Bautistas de William Dudley Nevins). Que para un fanático católico romano no eran cristianos no justifica que los torturaran y mataran tanto a ellos y su familia (las cuales incluían niños e infantes). De hecho, tales acciones inmorales e inhumanas demuestra que la que NO era Cristiana era la secta romana (Juan 16:2).
"También la inquisición protestante fue tan paranoica, contrario a la católica que se basaba más en la pruebas."
Esto es falso, los fanáticos católicos que mencionan esa supuesta "inquisición" de la Reforma Protestante contra católicos nunca dan ejemplos para demostrarlo y la razon es obvia, las torturas y asesinatos en masa de la secta romanista fueron peores como los genocidios de los indigenas en Canada y de los valdenses en toda Europa causados por el catolicismo y que admite el mismo papa Francisco. De hecho, cuando uno busca en las redes sociales esta supuesta inquisición protestante lo que uno encuentra o lo que aparece son más de 300.000 páginas qué dan cuenta de la Inquisición católica ROMANA. Y cuando el romanista trata de "probarlo" casi siempre cita unos pocos ejemplos como el caso de las brujas de Salem la cual no pasan ni siquiera de 20 muertes y de la cual comete falacia de generalización apresurada y culpabilidad por asociación puesto que los Bautistas y otros evangélicos estaban opuesto a tales matanzas.
Además, antes de la supuesta inquisición protestante, según la Ignorancia de algunos, ya el catolicismo tenía 1200 años de genocidios, delitos, invasiones, cruzadas, conquistas e inquisiciones. Todas las corrientes Cristianas tales como los cátaros, montanistas, donatistas, valdenses, albigenses, paulicianos y otros anabaptistas que prefirieron la muerte antes de unirse al catolicismo a partir del Edicto de Tesalónica en el año 380 fueron casi aniquiladas. Para dar unos ejemplos, las inquisiciones y genocidios católicos contra los valdenses, albigeneses y otros anabaptistas llevada a cabo principalmente por el papa Inocencio III llegaron a cientos de miles de muertes al igual que la famosa Masacre de San Bartolomé donde católicos mataron a miles de hugotones protestantes. Por cierto, los inquisidores católicos como el sangriente dominico, Tomás de Torquemada, investigaban a los sospechosos de "herejía" (como hacían los nazis con los judíos) y muchas veces lo hacían mientras los torturaban y si para ellos lo eran terminaban matándolos cruelmente o dejándolos en malas condiciones físicas debido a los instrumentos de castigos corporales a las que los sometían por el resto de sus vidas. Luego destruían o confiscaban sus pertenencias.
"¿Pero no es 1,200 (doce siglos) años una exageración?"
Dejemos que el mismo cardenal católico, Stanislaus Hosius (1504-1579), uno de los más eruditos católicos de su tiempo y presidente del Concilio de Trento, admite en su obra, "Apud Opera" pp.112 y 113, responda la pregunta: “Si la verdad de una religión pudiera ser juzgada por la prontitud y alegría que un hombre, de cualquiera secta, muestra en el sufrimiento, entonces la opinión y persuasión de ninguna secta puede ser más verdadera y segura que la de los anabaptistas (Bautistas) toda vez que no ha habido ningún pueblo durante estos 1,200 años pasados que haya sido más generalmente castigado y que haya sufrido con más alegría y firmeza, y aun se ha ofrecido para sufrir las más crueles persecuciones.” (Hosius, Letters, Apud Opera, Pages 112-113; Hosius, Works of the Heresatics of our Times, Libro. I. 431. Ed. 1584 y Orchard, La Historia de los Bautistas).
No, pues históricamente todo empezó cuando Constantino, Teodosio y otros emperadores romanos unieron el estado con la iglesia formando así una nueva religión imperial. ¿Por qué nueva? Porque antes de los concilios convocados por estos emperadores habían cristianos de iglesias independientes y autónomas que no asistieron a tales concilios ni se unieron a esta unión político-eclesiástico (Padres Antenicenos o Padres de la Iglesia del Pre-Concilio de Nicea, Vol.3) y porque tampoco estaban de acuerdo con sus nuevas doctrinas como el cambio del bautismo de creyentes por el bautismo de infantes y la salvación por gracia por una salvación bautismal las cuales eran completamente desconocidas para las verdaderas iglesias del Nuevo Testamento (David Rees, Infant Baptism no institution of Christ, 1734, preface, pag.5 y Mosheim, Historia de la Iglesia, pag 11). Varios historiadores católicos como Pedro de Rosa, el profesor J.H. Ignaz Von Dollinger y Hans Kung también admiten esto.
Tampoco quisieron unirse a ella porque estaban viendo cómo esta nueva unión la estaba corrompiendo espiritualmente y moralmente a manos de estos emperadores romanos que supuestamente se volvieron cristianos. Esto es algo que el mismo Jerónimo de la iglesia post-Constantino admitió cuando dijo, "Después de la paz constantiniana, la iglesia [refiriendose a la iglesia católica romana] creció en riqueza y en poder, pero se empobreció en virtudes." (Historia de las religiones, de Antonio Bentué, págs. 191 y 192). El pastor Hipólito de Roma (Padres Anteniceno, Vol. V, pag. 131-132), Agustin de Hipona, San Bonaventura, Patrarca, Dante Aligieri, Erasmo de Róterdam en su “Elogio de la locura” y “Contra los Bárbaros”, Martin Lutero, Savonarola de Florencia, Italia quien el papa Alejandro VI mandó a que lo torturaran y quemaran hasta las cenizas criticaron esta degradación moral de la iglesia católica romana.
Como prueba, a estos grupos cristianos las cuales no se unieron a la Iglesia Catolica Romana, Iglesia de Roma empezó a llamarlos por diferentes nombres como montanistas, paulicianos, novacianos, los cátaros (que viene de la palabra puros), donatistas, luego valdenses, albigenses y otros nombres. Algunos llaman a estos cristianos separatistas, otros los llaman evangélicos (debido a su enfansis en la Gran Comision de predicar el evangelio de Cristo y el bautismo, aunque el nombre que más sobresalía era el nombre de "Rebautizadores" o "Anabaptistas” a causa de su práctica de rebautizar a los que habían sido bautizados en la infancia por la iglesia de Roma. ¿Por qué? Porque afirmaban que no tenía la autoridad para bautizar pues no la consideraban como la verdadera iglesia que Jesucristo edificó y porque además lo estaban haciendo de la manera incorrecta lo cual según historiadores eclesiásticos como Philip Schaff se puede decir que tenían razón porque como resultado, estos cristianos que se mantuvieron fieles al Señor empezaron a ser acusadas de ser "heréticas" y terminaron siendo brutalmente perseguidas a través de los siglos.
Estos fueron perseguidos por diferentes emperadores romanos como Constantino quien hizo su famoso edicto de Milán para dar libertad religiosa a los cristianos pero solo fue algo temporal ya que luego unió la iglesia con el estado persiguiendo a todo aquel (como los donatistas, montanistas y novaciandos) que no perteneciera o se uniera a su religión oficial. Lo mismo hizo su hijo Constancio, Teodosio el "Grande", la Emperatriz Teodora, Carlo Magno, Juliano y luego los papas como Inocencio III, dejando así un rastro de sangre en la historia (Schaff-Herzog, Enciclopedia del Conocimiento Religioso, Vol. 3, pag 488, Orchard, Church History, pag 88 y Newman, Church History, Vol. 1, pag. 322-323; Gibbon, History of Rome, pags. 599-600; Orchard, Church History, pág. 137 y Armitage, History of Baptists, pag. 240). Sin olvidar la masacre perpetrada por los partidarios de Damaso, quien junto a él asesinaron en el 382 a 137 personas dentro de una Iglesia, éstos apoyaban a un aspirante al Obispado de Roma el cuál ostentaba Damaso. ¡Irónicamente a éste 10 siglos después fué beatificado por el catolicismo romano y elevado a "Santo"!
Como más evidencia también están las crónicas antiguas del Edicto de los Emperadores Graciano, Valentiniano II, el Edicto de Tesalónica y Teodosio I del 27 de febrero del año 380 que estableció el catolicismo romano como la religión oficial del estado. Sin embargo, según varios historiadores como Robinson, dice que a pesar de las muchas persecuciones tales grupos como los montanistas, novacianos, donatistas, paulicianos y otros conocidas del siglo segundo no desaparecieron sino que continuaron hasta la Reforma Protestante (Robinson, Ecc. Res., págs. 126-127). Por tanto, no se puede decir que estos grupos cristianos salieron de la iglesia católica romana porque nunca entraron a ella. Al contrario, no querían ser parte de esta nueva iglesia la cual consideraban anticristiana, aunque les costara la vida (2 Pedro 2:1-9).
De hecho, esto confirma la promesa de Cristo de que las puertas del infierno no iban a prevalecer contra la verdadera iglesia porque no todos los cristianos se unieron a esta nueva religión imperial y porque siempre ha habido iglesias cristianas antes y aparte de la falsa iglesia de Roma (Mateo 16:18). Esto también nos recuerda las palabras de Gamaliel quien dijo en Hechos 5:34-39: "Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios." Por tanto, la división no empezó con Martin Lutero en su Reforma Protestante del 1517 sino en los concilios convocados por estos emperadores romanos de intolerancia religiosa. Desde ese momento se ha estado viendo dos iglesias paralelas donde cada una dice ser la verdadera y la otra sectaria. Una la perseguida (anabaptista) y la otra la perseguidora (La "iglesia" imperial de Roma).
También dijo que "si no hubiesen sido tan despiadadamente atormentados y pasados por cuchillos durante los últimos doce siglos, al presente, pupularían mucho más que todos los reformados." Esos "doce siglos" constituyen el período que precedió a la Reforma y durante el cual Roma persiguió a los Bautistas de la manera más encarnizado que es dable imaginar. El Cardinal Hosius también afirmó: “Porque no hace mucho tiempo, leí un edicto del otro príncipe que lamentó el destino de los Anabaptistas quienes, según leemos, fueron pronunciados heréticos hace doce siglos y merecedores de la pena capital; Él quería que fueran escuchados y que no fueran condenados sin antes una audiencia.” (Translated by Carolinne White, Ph.D, Oxford University, Head of Oxford Latin). “Nam & alterius Principis edictum non ita pridem legi, qui vicem Anabaptistarum dolens, quos ante mille ducentos annes haeretisos, capitalique supplicio dignos esse pronunciatos legimus, vult, ut audiantur omnino, nec indicta causa pro condemnatis habeantur.” (The letters of Cardinal Stanislaus Hosius, Liber Epistolarum 150, titled “Alberto Bavariae Duci” in about 1563).
“La persecución, incluyendo la pena de muerte por herejía, no es una exclusiva falta del catolicismo pues que los protestantes como el caso de Lutero quien fue antisemita y tanto él como otros protestantes como los reyes de Inglaterra Enrique VIII y Elizabeth, Calvino en Ginebra y los puritanos en Salem contra las brujas cometieron el mismo error. De hecho, los protestantes llegaron a matar más que los católicos. Por tanto, ¡dejen la doble moral!”
En primer lugar, ya aquí caen los romanistas caen en una hipocresía de primera clase pues dicen que no se les debe juzgar por su mala historia, pero luego quieren juzgar y desacreditar la credibilidad de las demás iglesias de la misma manera (Romanos 2:1 y Mateo 7:1-5). Sin embargo, hay dos problemas con este tipo de argumento. Una es que apela a una falacia de generalización apresurada y a la falacia de culpabilidad por asociación (falacia que consiste en relacionar a un oponente con un grupo de personas demonizado o con una mala persona para desacreditar su argumento. La idea es que la persona es "culpable" por el simple hecho de ser similar (en este caso por ser un cristiano que no es católico) a este grupo "malo") lo cual es muy típico en los católicos cuando se les señala los asesinatos en masa que ha hecho su iglesia a través de los siglos. De hecho, es un mal argumento que usan también los ateos militantes contra la religión en general.
Sin embargo, ignoran y creo que muchas veces lo hacen de mala fe que no toda iglesia cristiana que no es católica (como los anabaptistas o Bautistas, por ejemplo) ha matado en el nombre de Dios y yo creo que fui muy claro en mi exposición con respecto a cuál iglesia yo pertenezco. Por tanto, ¿qué tiene que ver lo que hizo el rey Enrique, Elizabeth, Lutero, Juan Calvino, Zwinglio o los puritanos con las brujas en Salem con mi iglesia? Nada. Porque ninguno de ellos fueron bautistas o anabaptistas. Los Bautistas no somos protestantes y los anabaptistas (nuestros antepasados Bautistas) era gente pacifista que nunca persiguieron a nadie en nombre de su religión. Al contrario, los anabaptistas fueron perseguidos tanto por católicos y luego por protestantes por no estar de acuerdo principalmente con el bautismo infantil y por apoyar la separación de iglesia y estado (Lea El Libro de los Mártires por Juan Fox y El Rastro de la Sangre, J.M. Carroll).
Los anabaptistas como Menno Simons (un antiguo líder anabaptista), contemporáneos de Lutero, y otros protestaron en contra de la sangrienta crueldad por medio de la cual miles de anabaptistas fueron ejecutados por las Iglesias protestantes del estado de los reformistas famosos y porque y observaron con tristeza el deterioro moral general que produjo el protestantismo entre la gente común, pero de nada sirvió (The Complete Works of Menno Simons, “Obras completas de Menno Simons”, 147a/I, 196a y Harold J. Grimm, de la Universidad de Indiana, Grimm, Harold J., The Reformation Era, “La época de la Reforma”, págs. 139. 1954, 251, 283). Hasta en la biografía del pastor reformado y gran traductor de nuestra Biblia Reina Valera (la más usada por los hispanos), Casiodoro de Reina, y quien estaba opuesto a la violencia como una forma de defender la fe, dice, “Al mismo tiempo, calvinistas y luteranos se unían para denostar, y en ocasiones perseguir, a los anabaptistas.” (Casiodoro de Reina, Libertad y tolerancia en la Europa del siglo XVI, Centro de Estudios Andaluces, p. 30).
El comprensivo y pacificador, Casiodoro, quien al igual que los anabaptistas también llegó a ser difamado y perseguido pues la ICAR tenía prohibido la traducción de la Biblia en el idioma del pueblo (por cierto, la gran mayoría de las copias originales de su traducción de la Biblia fueron a parar a las llamas por orden de la inquisición católica) fue de los pocos protestantes que llegó a defender a los anabaptistas diciendo que deberían ser tratados como hermanos. De hecho, la mayoría de los protestantes despreciaron y llegaron a perseguir más a los anabaptistas que a los mismos católicos. El caso de los campesinos alemanes de Thomas Münster es un buen ejemplo y hasta la misma Federación Luterana Mundial pidió perdón a los anabaptistas como los menonitas por haber matado miles de ellos, aunque también debieron haber pedido disculpas a los católicos y a sus propios hermanos luteranos pues según muchos historiadores la mayoría de los que participaron de la revuelta de Münster fueron católicos y luteranos.
Por tanto, es interesante también ver como prefieren asociarnos con los protestantes reformados que fueron violentos y no con los anabaptistas que eran pacifistas de quienes tenemos más doctrinas en común que los reformados y de quienes históricamente venimos. A menos que tú quieras vincular o meter a todos los cristianos que no son católicos como los luteranos, calvinistas, anglicanos, pentecostales, bautistas, mormones, testigos de Jehová y otros en un mismo saco lo cual es falaz y deshonesto. Creo que ya lo hacen de mala fe y mienten en nombre de su religión cuando tratan de relacionarnos con grupos que han cometido graves pecados pero que no estamos afiliados, ni relacionados ni conectados de ninguna forma con ellos.
Por ejemplo, no hace mucho estuve debatiendo con una católica por escrito y me dijo que mi iglesia fue responsable de la muerte de más de 900 muertes en Guyana porque el líder sectario llamado Jim Jones que los mató fue un pastor evangélico cuando este hombre ni siquiera era cristiano sino un ateo marxista y como prueba le pase videos donde tu puedes escuchar la propia voz de Jim Jones diciendo que era ateo y que solamente usaba el titulo de reverendo o el nombre de “The People’s Temple” para atraer gente a su paraíso socialista tal como hacen algunos ateos actualmente quienes también tienen una iglesia atea en el Reino Unidos por ejemplo. Pero ella insistía que como el ateo usaba un título como “pastor” o “reverendo” que entonces es de los míos lo cual es absurdo.
Pero este tipo de falsas acusaciones tampoco son nada nuevo porque este tipo de calumnias y difamaciones también lo hacían los católicos con los anabaptistas como cuando ocurrió la guerra de los campesinos alemanes en la que se culpó a toda una denominación por culpa de unos pocos cuando la gran mayoría de los anabaptistas como Menno Simmons no tenían nada que ver con esa revuelta o insurrección no participaron de dicho movimiento y porque siempre se han identificado con el pacifismo pues pelear por un reino era opuesto a sus enseñanzas. Esto se puede ver hoy en día hasta en los Amish, los huteritas y menonitas los cuales son ramas comunales de los anabaptistas y quienes tampoco creen en el uso de la violencia. Como dice el historiador, el Dr. Philips Schaff, profesor presbiteriano en el Seminario o Unión Teológica y el más eminente historiador entre los presbiterianos en los Estados Unidos, “Los engaños exagerados que se han atribuido a toda la denominación anabaptista haciéndolos responsables de la guerra campesina de Muntzer quienes en su mayoría eran ciudadanos pacíficos y tranquilos que preferían sufrir en lugar de cometer un acto de violencia es incorrecta…" y que "Los informes oficiales de los procesos contra los anabaptistas son escritos por las plumas de sus enemigos perseguidores.” (Bap. Church Peretuity, Jarrel, págs. 232-233).
Así que, usar una falacia para tratar de justificar o excusar los grandes crímenes que tu iglesia ha cometido a través de los siglos y las cuales demuestran que no puede ser la verdadera iglesia que Jesucristo edificó no es un argumento válido. Además, de que atacan un muñeco de hombre de paja que no representa nuestra iglesia también muestran una falta de consistencia en sus argumentos porque cuando hablamos del tema de la verdadera iglesia enseguida dicen que estamos divididos o separados en cientos o miles de sectas, pero cuando hablan de moral entonces vienen y nos juzgan a todos como si fuéramos una sola iglesia. En fin, culparnos por crimenes hechos en el nombre de Dios y que no tienen nada que ver con nuestra iglesia es una forma de juzgar que no bíblico, ni razonable ni honesto.
El otro problema es que caen en una hipocresía monumental pues dicen que no se les debe juzgar por su mala historia, pero luego quieren juzgar la credibilidad de las demás iglesias de la misma manera (Romanos 2:1 y Mateo 7:1-5). Sin embargo, ¿cómo pueden hablar de las persecuciones de una iglesia como la protestante la cual surgió a penas en el 1517 cuando ustedes llevan persiguiendo desde el siglo tercero o cuarto empezando con los cátaros, montanistas, paulicianos, novacianos, donatistas y otros? Luego durante la época medieval también persiguieron brutalmente a través de la inquisición a los valdenses, albigenses y otros grupos anabaptistas. El papa Inocencio hasta emprendió una cruzada con miles de soldados contra los albigenses prometiendo indulgencias (perdones de pecados) a los que persiguiera a cualquier anabaptista y ya después de Lutero también empezaron a perseguir a muchos protestantes como el caso de los hugonotes en la masacre de San Bartolomé donde mataron hombres, mujeres y niños, o sea, históricamente hablando, ustedes llevan mucho más tiempo persiguiendo y matando a más personas que todas las iglesias protestantes o religiones juntas. Y esto es sin contar a los judíos y otros creyentes quienes también fueron perseguidos por la iglesia de Roma. Por tanto, es una gran mentira decir que los protestantes han matado más que los católicos pues se sabe que durante muchos siglos la iglesia católica romana empleó a través de la inquisición métodos de tortura y asesinato en toda Europa y fuera de ella desde tiempos inmemorables.
Como admitió el Cardenal Stanislaus Hosius en su "Apud Opera" pp.112 y 113, "Si la verdad de una religión pudiera ser juzgada por la prontitud y alegría que un hombre, de cualquiera secta, muestra en el sufrimiento, entonces la opinión y persuasión de ninguna secta puede ser más verdadera y segura que la de los anabaptistas (Bautistas) toda vez que no ha habido ningún pueblo durante estos 1,200 años pasados que haya sido más generalmente castigado y que haya sufrido con más alegría y firmeza, y aun se ha ofrecido para sufrir las más crueles persecuciones.” (Works of the Heresatics of our Times, Bk. I. 431 y Orchard, La Historia de los Bautistas). También dijo que "si no hubiesen sido tan despiadadamente atormentados y pasados por cuchillos durante los últimos doce siglos, al presente, pupularían mucho más que todos los reformados." Esos "doce siglos" constituyen el período que precedió a la Reforma y durante el cual Roma persiguió a los Bautistas de la manera más encarnizado que es dable imaginar.
Por tanto, no se puede decir que los protestantes mataron más que los católicos. De hecho, pueden hablar del antisemitismo de Lutero y algunas de las persecuciones que hicieron algunos protestantes sin embargo ¿de dónde Lutero aprendió eso? Bien se podría decir que, así como Lutero no se pudo librarse de algunas falsas doctrinas del catolicismo de donde salió (como el bautismo infantil, etc.) tampoco se pudo librar de otras creencias que aprendió del catolicismo como su antisemitismo y el uso de una iglesia oficial del estado a la fuerza y perseguir a otros cristianos solo por tener una diferencia teológica. En otras palabras, Lutero siguió y repitió la misma política católica romana. En cuanto al rey Enrique VIII este no era Bautista. De hecho, persiguió más a los Bautistas que a los católicos o protestantes. En 1533 por ejemplo expidió un decreto que le daba a toda la gente que creyera en el bautismo de los creyentes 12 días para salir del país. Los que se quedaron fueron arrestados y ejecutados. No solo eso, tres veces (1538, 1540 y 1550) los reyes ingleses expidieron Actos de Perdón a todos los convictos de crímenes y hasta vaciaron las prisiones de ladrones, asaltantes y vagabundos, pero a los Bautistas se les excluía de esos perdones por lo que seguían en sus prisiones. Después se instaló la pena de muerte para quienes leyeran libros Bautistas.
Hasta un amigo de Erasmo escribió que estaba sorprendido de que la leña no se estaba escaseando de tanto Bautistas que quemaban los reyes ingleses. El problema de Enrique era que quería divorciarse de su primera esposa, Catherine (cuyo sobrino, Carlos V, era el principal apoyo del papa en Europa, aparte de ella misma ser una devota católica) porque quería casarse con Anna Bolena quien pertenecía a una familia evangélica. Sin embargo, Enrique nunca fue amigo de la Reforma, habiendo sido entrenado como teólogo católico también había escrito un libro en contra de Lutero y el papa le había dado el título de “Defensor de la Fe”. Pero sus pasiones, sus tratos políticos y sus principios teológicos permanecían en un estado de cambio constante pues luego de ejecutar a Anna tuvo cuatro mujeres más: dos protestantes, una católica y una luterana. Sus convicciones teológicas cambiaban con cada matrimonio, primero un grupo y luego otro dominaba la iglesia. En cada cambio había una ola de encarcelamientos, desapariciones y ejecuciones.
El protestante William Tyndale fue primero protegido y después perseguido y ejecutado bajo total aprobación del rey inglés. Su hijo, Eduardo VI, otorgó libertad religiosa y se identificó abiertamente con los evangélicos de la iglesia. Detuvo la persecución a los Bautistas, pero murió tras haber reinado durante solo seis años y su hermana, María Tudor quien era muy católica (lo aprendió de su madre, Catherine) lo sucedió. María nunca olvidó que su madre fue despreciada por Enrique por una protestante por lo que trató de restablecer el catolicismo romano en Inglaterra al punto que se casó con Felipe II, rey católico de España para fortalecer el catolicismo en Inglaterra. Es recordada como María la Sanguinaria (en inglés “Bloody Mary”) pues fue peor que su propio padre y hermana ejecutando frecuentemente tanto a predicadores evangélicos, protestantes y Bautistas.
Hasta hizo que el cuerpo de Wycliffe fuera desenterrado y sus restos quemados en la hoguera. Murió cinco años después de haber llegado al trono la cual fue recibido con regocijo en toda Inglaterra y fue reemplazada por su hermana protestante, Elizabeth. Por un tiempo suspendió todas las ejecuciones, pero solo fue algo temporal pues puso a los protestantes de nuevo en control de la iglesia de Inglaterra y también persiguió duramente a los Bautistas y otras iglesias independientes. Muchos terminaron huyendo a los bosques y montañas otra vez. Y eso sin mencionar a los reyes de España como Isabel de Castilla quien con la ayuda del fanático dominico y sangriento general del “Santo” Oficio, Tomás de Torquemada, expulsó, torturó y asesinó a miles de judíos, musulmanes y otros cristianos no católicos a través de la inquisición.
"Lo de las brujas de Salem, Massachusetts"
En primer lugar, ya aquí caen los romanistas caen en una hipocresía de primera clase pues dicen que no se les debe juzgar por su mala historia, pero luego quieren juzgar la credibilidad de las demás iglesias de la misma manera y cuando ellos quemaron más "brujas" que todas las iglesias protestantes juntas (Romanos 2:1 y Mateo 7:1-5). Segundo, ya dijimos que los Bautistas no somos protestantes y que los anabaptistas (nuestros antepasados Bautistas) era gente pacifista que nunca persiguieron a nadie en nombre de su religión. De hecho, todo lo contrario, los anabaptistas fueron perseguidos tanto por protestantes y católicos. Por último, los que mataron las "brujas" en Salem fueron los puritanos, no los bautistas o anabaptistas y al igual que los reyes de Inglaterra como Enrique VIII y Elizabeth los puritanos persiguieron más a los Bautistas que a las brujas de Salem. De hecho, los Bautistas se oponían a los juicios de las personas que eran acusadas y castigados de hechiceros sin que hubiera ninguna evidencia real en su contra.
Robert Calif, el pastor de la iglesia Bautista en Boston, escribió un libro en contra de la tontería de los juicios, y los puritanos acusaron a los Bautistas de ser defensores del diablo. Además de eso, cualquiera que estudia la historia de estos temas (yo mismo he ido personalmente a los museos de Salem) encontrará que tales crímenes han sido muy exagerados puesto que el número de muertos en el tribunal de brujas en Salem fueron como 19 (no cientos, ni miles) mientras que durante la Inquisición el número de muertos superan según historiadores católicos los miles o millones (además de las que solo Dios sabe). Pero además de la ignorancia monumental del fanático católico, cometen también la falacia de generalización apresurada pues no todas las iglesias protestantes han perseguido en nombre de la religión. La iglesia Bautista por ejemplo (conocida antes de la Reforma como anabaptista) nunca persiguió a nadie en el nombre de Dios. Al contrario, históricamente fue duramente perseguida tanto por católicos y luego por protestantes por no estar de acuerdo con el bautismo infantil y por apoyar la separación de iglesia y estado (Lea El Libro de los Mártires por Juan Fox y El Rastro de la Sangre, J.M. Carroll).
En cuanto a la esclavitud racial esto siempre fue algo muy común, incluyendo en las tierras católicas del Nuevo Mundo (siglo XV y XVI) donde Carlos V y Fernando el Católico dieron el permiso de usar al negro africano para reemplazar al indio rebelde como mano de obra. Por supuesto, no sería correcto decir que los europeos católicos o protestantes introdujeron la esclavitud racial pues ya existía en todas partes y en formas más brutales. La diferencia está en que fueron los cristianos protestantes y Bautistas (como Abraham Lincoln y William Wilberforce) los que la abolieron basándose en principios bíblicos, no los católicos romanos. Por tanto, es una gran mentira que los protestantes han matado más que los católicos.
En fin, de verdad creo que un católico no está en posición de hacer juicios morales contra otras iglesias a menos que no le importa caer en la doble moral pues la suya ha sido mucho peor. Me hace recordar las palabras de Cristo, cuando dijo “Hipócrita, ¿por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano separado y no miras la viga que hay en tu propio ojo?” y lo que cae como anillo al dedo a la iglesia de Roma.
“Los evangélicos se vengaron de los católicos con una carnicería inquisitorial tres veces más sanguinaria ¿pues no que “al que te pegue en una mejilla preséntales también la otra”? Los seguidores de Juan Calvino por ejemplo rostizaron al Dr. Miguel Servet por no aceptar las herejías calvinistas”
A ver, en primer lugar, no toda iglesia evangélica (como los anabaptistas quienes eran pacifistas) han matado en el nombre de Dios. Por tanto, meter a todos los cristianos no católicos en un mismo saco es ser deshonesto, mentiroso y falaz (falacia de generalización apresurada y de culpabilidad por asociación). Segundo, el español Miguel Servet era protestante, no católico pues escandalizado por el lujo y la corrupción del papado, abrazó la Reforma protestante encabezada por Lutero. Sin embargo, fue mucho más allá en sus planteamientos pues cuando publicó su primer libro, "De Trinitatis Erroribus" empezó a atacar la doctrina de la Trinidad, lo que puso en su contra a católicos y protestantes. Claro esto no excusa dicho asesinato de quemarlo en la hoguera por una diferencia teológica (Antitrinitarismo) pero los católicos no están en posición moral de juzgar a los demás por el mismo pecado quemando a muchos más como a los valdenses y los anabaptistas por no aceptar el paidobautismo. De hecho, a través de la historia sus papas inmorales usaron la infame Inquisición para perseguir a cientos de miles a través de los siglos y por toda Europa. Ni la Roma pagana ni todas las iglesias protestantes juntas superan la cantidad de homicidio en masa que la ICAR ha causado y de la cual no tiene rival. Así que, dejen la hipocresía monumental y antes de mirar la paja que hay en el ojo de su hermano separado mejor sáquense la vida que está en el ojo de su propia iglesia.
“Los reyes eran los que mataban pues eran los que estaban encargados de la milicia y no los papas”
Esto es falso pues los mismos edictos y decretos hechos en los concilios (como el Concilio de Tolosa en Francia donde también prohibieron la traducción y lectura de la Biblia con castigo de pena de muerte) fueron convocados por los papas como Inocencio III, Alejandro III y muchos otros quienes eran los que mandaban a los reyes a usar su milicia para perseguir a los supuestos “herejes”. Simplemente no les gustaba la competencia religiosa y por eso el papa Inocencio III (que de inocente tenía nada) y conocido como el papa más sangriento en la historia fue el que instituyó la Inquisición poniendo a los monjes dominicos a cargo de encontrar herejes por toda Europa (como hizo con los valdenses, albigenses y otros anabaptistas) y someterlos a diferentes métodos de tortura o causando las más horribles muertes que uno se puede imaginar si no confesaban sus supuestas herejías y volvieran a la iglesia católica. El papa tenía tanto poder que si algún rey o reina no quería cooperar con estas persecuciones podía ser sancionado o destituido por otro.
De hecho, en muchas ocasiones los reyes mandaban estrangular a los “herejes” antes de quemarlos vivos en la hoguera pues no estaban de acuerdo con los métodos de tortura y de muerte tan crueles que empleaba los papas y sus monjes. Pero a veces no tenían ninguna otra alternativa que obedecer. Hasta Napoleón Bonaparte se espantó tanto de tales atrocidades. Sin embargo, los reyes no querían perder su reinado o su vida por lo que no tenían otra opción que obedecer (como ocurrió en la Masacre de San Bartolomé) pues el papa también podía tomar decisiones políticas si querían pues su autoridad no se cuestionaba. De hecho, durante la era del feudalismo el clero estaba en el tope de la clase social seguida por los nobles y por debajo los pobres campesinos quienes vivían en estado de servidumbre. Esta tiranía religiosa hizo que muchos reyes se cansaran del control totalitario de los papas.
Por eso algunos (como los príncipes alemanes que protegieron a Lutero del papa) se volvían protestantes no siempre por razones religiosas sino más por intereses nacionalistas y porque deseaban quitarse de encima el yugo político y económico de la interferencia papal para dejar de pagar diezmos e impuestos a Roma. Otros también dejaron la iglesia de Roma para poder confiscar y saquear las ricas propiedades eclesiásticas, granjas y monasterios de la Iglesia Católica. Pero en los territorios donde la ICAR dominaba los papas no aceptaba rival y por ende la razón de las inquisiciones. Esto también explica la monstruosa revolución anticlerical francesa que por resentimiento surgió debido a los abusos de poder del clero y sus reyes. Lamentablemente muchos anabaptistas y protestantes que nunca tuvieron nada que ver con la dictadura papal y monárquica y quienes también fueron víctimas de ella también sufrieron el terrorismo de Estado que tuvo como protagonista principal al ateo Maximilien Robespierre solo por el hecho de ser cristianos.
“La inquisición era solo para castigar a los que violaban leyes civiles y no por motivos religiosas y según Henry Caiman quien es un experto en el tema el número de casos fue aproximadamente menos de 3,500 personas (sólo 43 en México), no millones”
Esto es falso porque el que instituyo la llamada “Santa” Inquisición (que de santa no tenía nada) fue el papa Inocencio III (que de inocente tampoco tenía nada) y conocido como el papa más sangriento en la historia poniendo a los monjes dominicos a cargo de encontrar herejes por toda Europa (como hizo con los valdenses, albigenses y otros anabaptistas) y someterlos a diferentes métodos de tortura o causando las más horribles muertes que uno se puede imaginar si no confesaban sus supuestas herejías y volvieran a la iglesia católica. Cualquiera que estudia la historia del tema y en base a lo que dicen también otros expertos encontrara, para su sorpresa, que la realidad es muy diferente a lo que sostienen los apologistas católicos quienes exageran los números de muertes realizados por los protestantes mientras que reducen el caso de muertes de la inquisición católica. La inquisición es un buen ejemplo pues dicen que el numero de muertes fue menos de 3,500 personas pero según historiadores tanto católicos, protestantes y bautistas los números llegan a los millones.
“Pero ninguna iglesia es perfecta y las iglesias del Nuevo Testamento también cometía errores por tanto si vas a juzgar el catolicismo por sus errores entonces siguiendo esa lógica tendrías que dejar cualquier iglesia cristiana y no ser parte de ella tampoco”.
En primer lugar, nosotros no decimos que la iglesia es perfecta porque el único que es perfecto o infalible es Dios y Su Palabra. Por eso si alguien en nuestra iglesia comete un pecado grave lo juzgamos de la luz de la Biblia y le aplicamos las reglas de disciplina que el mismo Jesús nos dejó en Vea Mateo 18:17-20. El mismo Pablo habla mucho sobre esto principalmente en sus cartas a los corintos. Por tanto, ningún Bautista dice que la iglesia es perfecta, sino que enseñamos que los miembros deben ser primero cristianos que den frutos de arrepentimiento antes de bautizarse y unirse a una iglesia local y que si caen en algún tipo de pecado grave como la fornicación, el adulterio o la borrachera entonces se les aplicar las reglas de disciplina con el propósito de restaurar el hermano y que si sigue en dicho pecado entonces son expulsados y se les da de baja de la membresía (Vea Mateo 18:17-20).
Nosotros no encubrimos sus pecados o lo transferimos a otra iglesia para que siga cometiendo el mismo pecado como hace la iglesia católica romana donde no solo muchos de sus miembros sino líderes (incluyendo los papas y sacerdotes) tienen mal testimonio (como perseguir a otros cristianos en nombre de Dios o por cometer abusos sexuales contra menores) y nunca fueron disciplinados o expulsados de la ICAR por sus crueles crímenes. Ahora mismo tenemos un presidente católico llamado Joe Biden quien apoya la ideología de género, el matrimonio igualitario y el aborto hasta los nueves meses en un país donde se ha asesinado millones y millones de infantes a través de este procedimiento y todavía estamos esperando a ver cuando el papa Francisco decide excomulgarlo de su iglesia y sin embargo todavía no lo ha hecho.
Al contrario, ha destituido obispos que son conservadores como el de San Juan, Puerto Rico y puesto en posiciones de liderazgos a obispos liberales y progresistas. Si esto lo hubiese hecho en nuestra iglesia Bautista hace tiempo lo hubiésemos expulsado de nuestra iglesia. De hecho, esta es una de las razones por la que la Biblia determina lo que la iglesia debe enseñar y no la iglesia pues la iglesia está compuesta por hombres falibles y quienes no están por encima de la Ley de Dios. Por tanto, si 1 Timoteo 3:2 dice que “es necesario que el obispo sea irreprensible” y sin embargo el magisterio de la ICAR no solo no cumple con este requisito, sino que tampoco son disciplinados o tienen mal testimonio entonces ¿cómo es posible que sean la verdadera iglesia pura y sin mancha de la cual habla las Sagradas Escrituras.
“Pero la iglesia es pura y sin mancha por la obra de Cristo y no por las obras de sus miembros”
Esto suena muy conveniente. Es como si un hombre que es borracho, asesino y mujeriego dijera que no se le puede juzgar porque como cristiano ha sido justificado, lavado y purificado en el nombre de Cristo. Así que, de nuevo, además de ignorar la disciplina de la iglesia en Mateo 18 ignoran también que los primeros cristianos no creían en una fe muerta, sino que la fe que salva es aquella que produce buenas obras (Efesios 2:8-10 y Santiago 2:14-26). En otras palabras, las buenas obras son evidencia de que somos verdaderos cristianos. Por tanto, en base a que Jesús dijo que “todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.” (1 Juan 3:8-15), que “aun viene la hora, cuando cualquiera que os matare, pensará que hace servicio a Dios.” (Juan 16:2 y Mateo 7:17-21) y sabiendo lo que enseña la historia sobre las muchas persecuciones que hizo la ICAR en nombre de Dios ¿no demuestra todo esto que el magisterio católico no solo es monumentalmente hipócrita cuando juzga otros siendo ellos peores, sino que no es digno de confianza para la interpretación de las Sagradas Escrituras ya que la contradice, no la vive y que no puede ser la verdadera iglesia?
Además, Jesús mismo juzgó a una de las iglesia del Apocalipsis llamada la iglesia de Laodicea por sus malas obras y le dijo que iba ser destituida si seguía en ellas lo cual refuta el argumento católico (Apocalipsis 3:14-17). De verdad nos sorprende como el fanático católico trata de justificar lo injustificable (asesinatos en masa)
“Nunca hubo cruzadas contra cristianos sino contra los moros quienes estaban invadiendo por siglos las tierras de los cristianos para despoblarlas con la espada, el pillaje y el fuego y para liberar Jerusalén de las manos musulmanas.”
Los católicos que dicen esto muestran que nunca han leído un libro de historia de la iglesia pues mucho antes de las cruzadas contra los moros el papa Inocencio III ordenó una cruzada de miles de soldades contra los albigenses, valdenses y otros anabaptistas, principalmente en Francia. De hecho, durante las cruzadas se llegaron a matar judíos y no solo musulmanes pues la Iglesia Católica era tan antisemita que culpaba por la muerte de Jesús y porque creía que Jerusalén le pertenecía a ellos y no a los hebreos. Hasta llego a apropiarse de títulos que solo le pertenecen a Israel como “La Nueva Jerusalén”, “La Ciudad de Dios”, etc. Las Cruzadas tomaron lugar durante la edad oscura con el propósito de sacar a los musulmanes de Palestina y establecer reinos católicos en la tierra donde la mayoría de los eventos bíblicos tomaron lugar.
Los sacerdotes y líderes de la Iglesia de Roma siempre acompañaban a las cruzadas y eran igualmente prestos para robar, violar y matar. Los papas hasta hicieron una cruzada de niños los cuales terminaron asesinados, muertos durante el largo camino o secuestrados como esclavos por los musulmanes. El mismo hecho de que tal guerra nunca fue ganada por los católicos y la llevaron a un tremendo declive en el poder demuestra que tales guerras no eran de Dios. En realidad, la verdadera lección que se aprende de las Cruzadas es que tanto la violencia islámica como la violencia católica contra los “herejes” o “infieles” siempre ha sido notablemente consistente a través de los siglos.
https://www.google.com/search?q=cruzada+albigense&sxsrf=ALiCzsZ7dCoFMLiN6jz0V1NXPijcFY836A%3A1661215676218&ei=vCMEY4LvDNmuiLMPjKSqmA4&oq=cruzada+a&gs_lcp=Cgdnd3Mtd2l6EAEYATIFCAAQgAQyBQgAEMsBMgUIABCABDIFCAAQgAQyBQgAEIAEMgUIABCABDIFCAAQgAQyBQgAEIAEMgUIABCABDIFCAAQgAQ6BAgjECc6BQguEIAEOgsILhCABBDHARDRAzoECC4QQzoECAAQQzoLCC4QxwEQ0QMQywE6CAguENQCEMsBOg4ILhCABBDHARCvARDUAjoLCC4QgAQQxwEQrwFKBAhBGABKBAhGGABQAFjvMGCkR2gAcAF4AIABpgGIAZAHkgEDNi4zmAEAoAEBwAEB&sclient=gws-wiz “
¿Y la revuelta de los campesinos anabaptistas en Alemania? ¿Acaso ellos no fueron anabaptistas violentos, extremistas, herejes, radicales y fanáticos?"
En primer lugar, la causa de la liberación de los campesinos alemanes de Thomas Muntzer contra el sistema social cerrado, despótico, oligárquico y régimen feudal fue más política que religiosa. De hecho, según historiadores como Benedicto la mayoría de los campesinos de esta rebelión o sedición eran católicos y luteranos que buscaban lograr su independencia y libertad pues ya estaban cansados de vivir en extrema pobreza, iletrados, oprimidos y en estado de servidumbre mientras que los señores feudales y la iglesia católica disfrutaban del poder y la riqueza. Eran gente que como cualquiera querían superarse en la vida, pero el clero y los señores feudales no lo permitían y por eso se le levantaron. Como cuenta el historiador Robinson, “La condición de los campesinos de Alemania en 1524 era deplorable, a menos que no se tome como deplorable la privación de casi todos los derechos y libertades de las criaturas racionales. El sistema feudal que era una maldición ante los ojos de todo ser que merece el nombre de hombre, se había establecido en todo rigor y horror en Alemania, en los primeros siglos…de manera que los miserables campesinos tenían una sola esperanza para ellos y para toda su posteridad, una horrenda esperanza de la esclavitud eterna” (Robinson, Eccl. Pág. 535). Por tanto, lo que trató de hacer este movimiento fue romper con este yugo de tiranía.
De hecho, la iglesia tenía tanto poder que podía sancionar o destituir un rey y tomar una decisión política si quería pues su autoridad no se cuestionaba. Sin embargo, en el caso de los campesinos tanto la iglesia de Roma como los príncipes reformados se unieron para luchar contra un mismo enemigo, es decir, el pueblo el cual sufría las injusticias y la explotación laboral lo cual violaba los mandamientos de Dios (Vea Levítico 19:13; 25:39-40; Deuteronomio 24:14-15 y Éxodo 23:9). Como también afirma el autor de la Enciclopedia Religiosa, “Muntzer y sus compañeros en el 1525 se pusieron al frente de un ejército numeroso y declararon la guerra contra toda ley, gobierno y majestades, bajo el quimérico pretexto de que Cristo iba a tomar las riendas de todo gobierno en sus manos; pero este tumulto sedicioso fue derrotado y dispersado por el Elector de Sajonia y otros príncipes, y Muntzer, su cabecilla fue ejecutado” y el mismo autor también añade: “Debe confesarse que el levantamiento insurrecto de este tiempo no debe atribuirse a opiniones religiosas.” (pág. 77).
Segundo, culpar a toda una denominación por culpa de unos pocos es cometer una falacia de generalización apresurada o culpabilidad por asociación pues la gran mayoría de los anabaptistas quienes siempre se han identificado con el pacifismo no participaron de dicho movimiento pues pelear por un reino era opuesto a sus enseñanzas. Esto se puede ver hoy en día hasta en los Amish, los huteritas y menonitas los cuales también son ramas comunales de los anabaptistas y quienes tampoco creen en el uso de la violencia. Al contrario, muchos anabaptistas como Menno Simons, un antiguo líder anabaptista y contemporáneo de Lutero, los hermanos Obbe y Dirk Philips condenaron el pensamiento radical de Muntzer diciendo que era injusto que ellos fueran perseguidos por una insurrección que ellos no tenían nada que ver. Pero por lo visto la falsa acusación todavía persiste en nuestros días.
Pero como dice el Dr. Philips Schaff, profesor presbiteriano en el Seminario o Unión Teológica y el mas eminente historiador entre los presbiterianos en los Estados Unidos, “Los engaños exagerados que se han atribuido a toda la denominación anabaptista haciéndolos responsables de la guerra campesina de Muntzer quienes en su mayoría eran ciudadanos pacíficos y tranquilos que preferían sufrir en lugar de cometer un acto de violencia es incorrecta…" y que "Los informes oficiales de los procesos contra los anabaptistas son escritos por las plumas de sus enemigos perseguidores.” (Bap. Church Peretuity, Jarrel, págs. 232-233). El historiador y editor de la Enciclopedia Religiosa, el Dr. Brown, también declara que “Es justo observar, además, que los Bautistas de Holanda, Inglaterra y de los Estados Unidos, deben considerarse como completamente distintos de aquellos individuos sediciosos y fanáticos que hemos mencionados, porque ellos profesan igual aversión, tanto a los principios revolucionarios como el fanatismo” (Back Theol. Dictionary, Enciclopedia Americana, Milner, Ch. Hist; Robinson, Eccl. Res.”; Benedict, Hist. Of Bapt., Rel. Encyc., pag. 78).
El Dr. Keller, bibliotecario de la ciudad de Muntzer también afirma que los Bautistas como iglesia tampoco tuvieron que ver con tales hechos escandalosos atribuidos a ellos. El historiador Benedicto también afirmó que los anabaptistas de aquel tiempo declararon “no tener comunión alguna con los hombres de Muntzer y se quejaron amargamente de tener que sufrir por los delitos de otros de quienes no sabían nada, simplemente porque algunos de ellos estaban de acuerdo en rechazar el bautismo infantil.” (Benedict, Hist., pág. 124). La realidad es que ningún historiador serio e imparcial como el Dr. Buckland, Hase, Gerard, Geseler, Fusslin, Brandt, Doner, Brown y D’ Aubigne (paidobautista) asocia ni confunde a los anabaptistas con el movimiento de Muntzer. Al contrario, declaran que los anabaptistas eran inocentes del escándalo de Muntzer y admiten que la insurrección de Muntzer tuvo su origen en la Reformación de Lutero y no entre los anabaptistas (citado de la Introd. De Orchard, pág.16.). Tercero, la teología de Thomas Müntzer quien primero fue católico y luego seguidor de Martin Lutero era muy diferente a los anabaptistas (nuestros antepasados Bautistas).
De hecho, la teología de Muntzer era más política mientras que la de los anabaptistas era apolítica, es decir, separada del estado (Reyes Camargo, Raúl, Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, Vol. 57 Núm. 149, 2018). Sin embargo, se le llamó “anabaptista” porque rechazó el paidobautismo. Pero siguiendo esa lógica entonces todo cristiano que no cree en el bautismo infantil como los pentecostales, testigos de Jehová, mormones, adventistas, evangélicos y hasta algunos protestantes reformados que son credobautistas serian “anabaptistas”. En otras palabras, el que una religión tenga una creencia parecida o igual a otra no significa que sean la misma. Por ejemplo, los mismos católicos y protestantes tienen creencias similares (como la doctrina del infierno, el cielo, la Trinidad, el nacimiento virginal de Cristo y su resurrección corporal) pero eso no significa que sean la misma religión.
Además, el historiador Benedicto también nos recuerda que la mayoría de los campesinos, principalmente sus promotores como Bernardo Rotman o Rothman, eran paidobautistas y no credobautistas como los anabaptistas y quienes ya habían principiado este tumulto años antes de Muntzer. Sin embargo, como también cuenta otro historiador llamado Evans, algunos escritores han usado este triste evento para calumniar contra los anabaptistas (Evans, Early Eng. Bapt, Vol 1. pág 16). Por último, los que difaman a los anabaptistas con este evento no cuentan la historia completa y caen en una hipocresía monumental pues si vamos a decir que el anabaptismo era una denominación cristiana violenta, extremista, hereje, radical, fanática y vergonzosa por lo que ocurrió en la guerra de Frankenhausen entonces siguiendo esa misma lógica tendríamos que acusar también de lo mismo a los católicos y protestantes pues los príncipes reformados y el clero católico.
No solo porque muchos de los que formaron parte del movimiento también eran católicos y protestantes sino porque los que mataron a los campesinos [el papa Clemente VII y príncipes reformados] fueron más violentos y radicales. ¿Por qué? Porque en cuestión de unos pocos minutos los pobres campesinos ya se habían rendido ante los soldados de los señores feudales como Felipe y Landgrave de Hesse (luteranos), con 3,000 a 10,000 campesinos muertos y solo 6 bajas en el ejercito principesco (Bloch, 2002, p.87) y aun así los demás que sobrevivieron fueron torturados y asesinados. En otras palabras, no solo los explotaron laboralmente, sino que también terminaron aniquilándolos. Por ejemplo, cuatro líderes de la revuelta fueron torturados, asesinados y sus cuerpos exhibidos en jaulas suspendidas que colgaban del campanario en una iglesia con arquitectura gótica llamada la Iglesia de San Lamberto en Munster, Alemania.
De hecho, las jaulas todavía están allí. Mientras que Thomas Müntzer fue capturado, torturado y decapitado. Su cadáver fue empalado y su cabeza clavada en una estaca a las puertas de Mühlhausen, donde se mantuvo durante años como advertencia para otros. El papa Clemente VII agradeció a la Liga de Suabia por su intervención también. Y esto sin mencionar los demás papas con sus cruzadas e inquisiciones pues esta intolerancia tiránica tampoco se limitó a los campesinos en Alemania sino también con Juan Knox en Escocia; Enrique VIII en Inglaterra; Juan Calvino en Ginebra, quien hizo quemar en la hoguera a Servet (su adversario teológico) hasta Ulrico Zwinglio en Suiza, quien obligó a su antiguo amigo Baltasar Hubmeyer a que renunciara a su doctrina y a su firmeza de conciencia bajo tortura y amenaza de muerte.
Los escritos de Lutero sobre la Guerra de los Campesinos están llenos de expresiones de odio y fanatismo pues cuando fue criticado en sus últimos años por incitar a los señores regionales a una matanza violenta y despiadada (más de 100.000 campesinos), Lutero respondió en un tono desafiante: “Fui yo, Martín Lutero, quien mató a todos los campesinos en la insurrección, ya que fui yo quien ordenó que los mataran. Toda su sangre está sobre mis hombros. Pero yo la eché sobre nuestro Señor Dios quien me mandó hablar de esa manera.” (Martín Lutero, Werke, edición de Erlangen, Tomo 59, p. 284.). De hecho, el mismo Consejo de la Federación Luterana Mundial (FLM) pidió perdón por esta masacre de más de 130,000 campesinos.
¿Por qué este lado oscuro de Lutero? Porque la vida y obra de Lutero fue similar en muchos aspectos a la de otros grandes reformistas que comenzaron bien, clamando: “De vuelta a la Biblia,” pero quienes pronto se dieron cuenta que mucho más que la opinión religiosa estaba en juego en una reforma radical en donde tenían a Jesús como Salvador, pero no como el Señor de sus vidas. El resultado fue que un sistema de indulgencias católicas fue abolido sólo para ser sustituido por otro, la sola fide. De hecho, un famoso teólogo moderno y mártir luterano que luchó contra el nazismo de Hitler en Alemania, Dietrich Bonhoeffer, escribió acerca de este resultado lamentable describiendo esta “indulgencia protestante” para pecar por el nombre de “gracia barata” (Bonhoeffer, Dietrich: The Cost of Discipleship (“El costo del discipulado”), pp. 37–38, 47).
Estas palabras tan alarmantes no son las de un adversario de Lutero, sino que son la confesión sincera de un famoso teólogo y héroe luterano moderno que vio el colapso de semejante protestantismo vacío durante la Alemania nazi, donde muchos de los miembros de su Iglesia apostataron para seguir a un dictador moderno anticristiano, demostrando que el cristianismo alemán era sólo superficial. Los anabaptistas como Menno Simons (un antiguo líder anabaptista), contemporáneos de Lutero, inmediatamente se percataron de la falacia de esta doctrina de “sólo cree” y observaron con tristeza el deterioro moral general que produjo entre la gente común (The Complete Works of Menno Simons, “Obras completas de Menno Simons”, p. 251, 283).
“Jim Jones fue un líder protestante parecido a muchos evangélicos que mató a más de 900 personas (incluyéndose asimismo) en un suicidio en masa en Guyana”
Lamentablemente no solo católicos y ateos desinforman a su audiencia con este tipo de mentiras sino también algunos "evangélicos" como Santiago Alarcón de Rincón “Apologético” quien ha hecho dos videos comparando este asesino en masa llamado Jim Jones y su peligrosa secta con iglesias evangélicas. Sin embargo, la secta de Jim Jones no era nada de religiosa y muchos menos evangélica o Bautista. Esto cualquiera lo puede descubrir a través de las mismas transcripciones y MP3 de las conversaciones grabadas realizadas por la FBI y que están disponibles al público. Allí pueden escuchar al mismo Jim Jones admitiendo que era un ateo (no un evangélico o protestante) que despreciaba la Biblia y el cristianismo. De hecho, según el mismo oficial a cargo de recoger los cadáveres para trasaldarlos a EE.UU. dice que lo más que le llamó la atención es que no encontró ni una sola Biblia en el lugar de los hechos a pesar de que muchas personas consideraban dicha secta como “cristiana” y lo cual habla por sí sólo.
Ahora bien, es cierto que Jim Jones se llamaba asimismo “reverendo” y hasta usaba templos pero eso no significa que era cristiano sino que era para atraer a personas al ateísmo y a su llamado “paraíso socialista”. De hecho, actualmente hay varios ateos en Reino Unido o EEUU que se visten como pastores y usan iglesias para predicar irónicamente su antireligion. También existen sectas que como las de Jim Jones que tampoco son religiosas. Así lo reconoció también el Freethought Blogs network en 2015 (como” the atheist cult of objectivism”). También es bien sabido que durante sus mensajes, Jim Jones promovía la antireligión. Hablaba por ejemplo en contra de la Biblia la cual lanzaba por su “templo” y entre la multitud para “demostrar” que no hay Dios y retando a a Dios a que lo matara con un rayo si realmente existía. Esto lo han dicho personas que llegaron a ser testigos presenciales de las reuniones que hacía Jones en su llamado “El Templo del Pueblo” (The People’s Temple). Jones creía en una sociedad utópica sin religión y expresaba varias veces que los peores enemigos de la humanidad eran los líderes religiosos, principalmente los cristianos, a quienes culpaba de la esclavitud de los negros.
Jones también acusaba a los cristianos de mantener en control a la gente porque decía que no los dejaba pensar por sí misma. ¿No es este el mismo mensaje que predican los fanáticos ateos militantes? De hecho, sus seguidores siempre se pasaban diciendo y mostrando pancartas que decían “Yo creo en Jim Jones”, no en Jesucristo. Además, ¿es una hipócresía monumental que un católico hable de asesinatos en masa o inmoralidades en otras iglesias u organizaciones cuando la suya siempre ha tenido este mal testimonio de abuso de autoridad, de poder y sexual en nombre de Dios y de la peor clase.