NOTICIACRISTIANA.COM- Nelson, un joven que a los 10 años perdió a su madre, y se convirtió en huérfano, vivió una vida marcada por la tristeza, el enojo y la rebeldía.

Según informa Missoesurgente.com, creció en los Países Bajos, pasando por ocho orfanatos, sin encontrar a alguien que pudiera entender su dolor.

La sensación de abandono, lo llevó a tomar caminos oscuros y, a medida que crecía, se adentró en el mundo del crimen, buscando llenar un vacío, que parecía imposible de saciar.

A pesar de disfrutar de una vida lujosa, llena de viajes, dinero y relaciones fugaces, Nelson nunca encontró la paz interior, que tanto anhelaba. “Creía que, sin importar lo que hiciera, lo perdería todo. Pensé que ser padre me haría feliz, pero tampoco llenó ese vacío”, comentó en un video, de la Iglesia JerehSalem.

Su vida dio un giro, cuando conoció a su esposa, quien había sido criada en la iglesia, y lo animó a acercarse a Dios. A pesar de sus dudas, y su escepticismo hacia los cristianos, Nelson aceptó la invitación, a un servicio en la iglesia.

Experiencia espiritual del joven

Allí, una experiencia espiritual profunda, marcó un antes y un después en su vida. “Sentí que me estaba volviendo libre. No estaba acostumbrado a llorar, pero esa sensación, fue tan real y hermosa”, recordó.

Ese día, Nelson entregó su vida a Cristo, y experimentó una transformación radical. Abandonó su pasado delictivo, se casó con la madre de su hijo, y empezó una nueva vida en la fe.

Hoy, con un empleo estable, en el sector sanitario, y rodeado de su familia y su iglesia, el joven Nelson, vive un testimonio de esperanza, y renovación. «He sido bendecido, desde que me convertí», concluyó.

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