Las erupciones solares alcanzarán su intensidad máxima en 2024, ¿qué consecuencias traerán?

El sol está llegando a su máxima actividad y se espera que esta llegue a lo largo de 2024.

El Sol es la estrella que permite que haya vida en nuestro planeta. A pesar de sus enormes beneficios, imprescindibles para cualquier ser humano, el sol también puede ser una estrella peligrosa. Con ello nos referimos a las erupciones y tormentas solares. Ahora los expertos han descubierto que en 2024 el sol llegará a su máximo en estas erupciones, ¿qué pasará entonces?

El Sol es la estrella principal y que da nombre a nuestro Sistema Solar. Aparte de ser imprescindible, hay fenómenos que pueden ser perjudiciales para la vida sobre la Tierra. Entre ellos se encuentran los rayos ultravioletas, que quedan atrapados en la atmósfera gracias a la capa de ozono. A estos rayos se le unen las erupciones y tormentas que pueden afectar a nuestros sistemas electrónicos.

Las erupciones volcánicas llegarán a su punto álgido en 2024

Publicado en la revista académica Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, los autores encargados de la investigación han afirmado que en 2024 estamos a punto de ver la máxima intensidad en manchas y erupciones solares. Esto ha logrado descubrirse gracias a la investigación de los campos magnético y el ciclo de manchas solares que han podido verse a través de la tecnología astronómica de última generación.

No hay que asustarse. Nos explicamos: estos fases de manchas y erupciones solares han ocurrido antes. Es decir, ha pasado antes y tiene un flujo y reflujo. Por lo tanto, cuando pasemos el momento intenso de 2024 el sol, por así decirlo, volverá a su normal funcionamiento sin ningún tipo de peligro para el ser humano.

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Ahora bien, ¿qué peligros debemos esperar de esta fase de intensidad máxima? Sabemos que el término de erupción solar no es muy tranquilo, pero hay que matizar las cosas. Las erupciones solares ocurren siempre, pero cuando son fuertes las ondas que desprenden pueden acabar afectando a las telecomunicaciones y GPS que usamos en la Tierra.

Las ondas provocadas por las erupciones viajan a través del espacio que nos separa de nuestra estrella y llegan a la atmósfera terrestre. Aquí las ondas afectan de manera electromagnética a la red de satélites, provocando que haya daños en la transmisión de datos. Los satélites incluso pueden quedar inutilizados.

Hasta 2024 no sabremos a ciencia cierta como afectaran las tormentas solares que se vienen a nuestros satélites, pero esperamos que no haya daños de ningún tipo. En otras ocasiones, que no han sido pocas, finalmente las ondas solo perjudican temporalmente las comunicaciones. Sin embargo, estaremos atentos a cualquier tipo de novedad que pueda facilitarnos más información sobre lo que está por llegar.