Llevan al Santísimo a Unidad de Cuidados Intensivos

Un momento de mucha emoción se vivió en los hospitales HM de Getafe el Domingo de Resurrección. Una custodia con el Santísimo Sacramento fue llevado en procesión por los pasillos de dicho hospital y recibió su ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos.

«Ha sido una gracia de Dios no por iniciativa nuestra, sino de la doctora Cidón, fundadora de los hospitales HM junto a su marido, Juan Abarca», contó Francisco Javier Arias, delegado de la Pastoral de la Salud de Getafe quien fue el controlador de llevar a Jesús Eucaristía a los enfermos del hospital.

Para preparar un ambiente de recogimiento, ver una imagen de María Auxiliadora en la sala principal del hospital. La idea original era entrar con el Santísimo en las habitaciones del hospital que tenían las puertas abiertas y que desea recibir la visita del Señor, pero ya en el lugar el Santísimo también podía visitar a los enfermos y profesionales de la salud de la UCI.

«Muchos se emocionaron, no se lo creerían, algunos lloraron, otros sonreían. Hay que tener en cuenta que muchos están pasando estos días aislados y solos. Alguno pensaba simplemente que iba a ir al capellán, pero al entrar con el Santísimo se enfrentaba a una gran sorpresa. Fue una inyección de fe muy fuerte para todos », cuenta el delegado de la Pastoral de la Salud.

La relación de los hospitales HM con la Iglesia Católica siempre ha sido muy buena, cuenta el capellán. En todas las habitaciones hay un crucifijo, y en las capillas hay una imagen de María Auxiliadora.

«Estamos viviendo el misterio del dolor y del sufrimiento. Muchos enfermos están asilados, las familias tienen por no poder verles, hay mucha incertidumbre …, pero ahí está Dios presente también. Jesucristo está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Él está ahí, a veces de manera misteriosa, pero sigue estando. Y se manifiesta también en la generosidad de tanta gente que se está volcando en ayudar a los demás, creyentes o no. Dio sigue actuando, aunque a veces nos cueste reconocerle », cuenta el capellán.