En estos días ha estado circulando un video en el que aparece una niña asegurando que pudieron con Dios y que Él le reveló el 21 de abril sería el día del juicio final o fin del mundo, como muchos suelen llamarle.
Les voy a ser sincero. Ni siquiera me he dado el trabajo de ver dicho video para escribir este artículo. No voy a perder el tiempo viendo un absurdo. Solo aproveche el contexto para recordar algo que ya todos podríamos saber: Nadie puede profetizar una fecha del Juicio Final.
El mismo Señor nos dijo que «Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles de los cielos, ni el hijo, sino solo el padre », Mateo 24, 36.
En lugar de perder el tiempo con falsas profecías que improvisan fechas a su antojo, debemos más bien prestar atención a los hechos reales de los cuales sí nos permite el Señor.
Porque aunque no sepamos la fecha del juicio finalEl Señor nos aseguró que este juicio sí que ocurriría cuando Él volvería a la tierra. Y aunque probablemente la vida no nos alcance para ver ese día, lo cierto es que todos viviremos un juicio personal El día que Dios decida que nuestros días en la tierra terminaron. Aquel día el Señor nos dirá si somos merecedores del cielo eterno o el infierno eterno.
Como sea, el cristiano debería pensar en cualquiera de estos eventos con esperanza y no con absurdo pavor. El «fin del mundo» o del «juicio final» será un día glorioso para aquellos que vivieron en amistad con Dios.
Con su muerte y resurrección el Señor ya hizo todo lo necesario para las puertas del cielo se abran para aquellos que acojan su mensaje tengan una vida eterna llena de gozo. Tú decide si quieres aceptar ese regalo.