No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

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El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

En el evangelio de Mateo, versículo 4, capítulo 4, vemos como Jesús es tentado por el enemigo, diciéndole que convierta las piedras en pan. En realidad Jesús tenía el poder para poner una panadería en el mismo desierto. Pero Jesús sabía cuál era su propósito de obedecer al Padre y no al enemigo.

El enemigo quiso aprovechar la necesidad de hambre que tenía Jesús. Así mismo el enemigo querrá hacernos caer, con nuestras tentaciones, presentándonos las necesidad que nosotros tenemos para que nos desesperemos y le fallemos a Dios.

También debemos mencionar, que el enemigo tentó a Jesús citándole las escrituras, el enemigo también conoce las escrituras, aunque lo hace fuera de contexto. De esa misma manera, nos quiere hacer pensar a nosotros que le podemos fallar a Dios, y no hace nada, por que ese es su fin, que le podemos fallar a Dios y estamos bien delante de Dios.

Pero también Jesús lo enfrenta con la palabra; Que le dijo; No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Déjame decirte hermano que el enemigo puede tener palabra pero nosotros tenemos el Espíritu Santo para saber utilizar la palabra como lo hizo Jesús.

La palabra de Dios no es antigua, ni moderna, es eterna, tiene el poder y autoridad. Es la guía y nos ayudar a perseverar, a vencer y avanzar hacia Dios es su palabra. No cualquier palabra sino la que sale de la boca de Dios. Amen
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