NOTICIACRISTIANA.COM.-  La Nueva Reforma Apostólica, o NAR, es un movimiento religioso no bíblico que enfatiza la experiencia sobre las Escrituras, el misticismo sobre la doctrina y los «apóstoles» modernos sobre el texto simple de la Biblia.

De particular distinción en la Nueva Reforma Apostólica son el papel y el poder de los líderes espirituales y los hacedores de milagros, la recepción de «nuevas» revelaciones de Dios, un énfasis excesivo en la guerra espiritual y la búsqueda del control cultural y político en la sociedad. 

La búsqueda de señales y prodigios en la NRA siempre va acompañada de una doctrina descaradamente falsa.

El movimiento no está controlado centralmente, y muchos de sus seguidores no se identificarán a sí mismos como parte de él ni reconocerán el nombre. 

Por otro lado, la guerra espiritual, según la Nueva Reforma Apostólica, está destinada a resolver las preocupaciones mundanas. Por ejemplo, los problemas económicos o de salud en una ciudad en particular se ven como el resultado de la influencia de un espíritu demoníaco. 

Aspectos fundamentales

Entre sus principales propuestas, está la restauración del denominado “Ministerio Quíntuple”, con un énfasis superlativo en los apóstoles. 

Según la Nueva Reforma Apostólica, los apóstoles y los profetas, constituyen el fundamento de la iglesia, además enseña que la forma de gobierno les pertenecen a las personas con estos ministerios, que tienen el liderazgo sobre los evangelistas, pastores y maestros

En otras palabras movimiento NRA sostiene que el apóstol y el profeta desempeñan ministerios superiores, por lo que los demás ministerios los necesitan para funcionar en el plan de Dios.

Según la Nueva Reforma Apostólica, Dios comenzó a restaurar profetas y apóstoles durante los últimos treinta o cuarenta años. Solo ahora, cuando la iglesia está debidamente guiada por los líderes espirituales apropiados, puede cumplir su comisión. Esta comisión es vista como algo más que espiritual, ya que incluye control cultural y político.

Según el pensamiento nuevoapostólico, la humanidad perdió su dominio sobre la tierra como parte de la caída de Adán. Entonces, el sacrificio de Jesús en la cruz no solo resolvió nuestra deuda por el pecado, sino que capacitó a la humanidad—específicamente a los cristianos—para retomar el control de la tierra.

La Nueva Reforma Apostólica también ve siete áreas en las que los creyentes supuestamente están empoderados y se espera que dominen: gobierno, artes, finanzas, educación, religión, familia y medios de comunicación.

Apóstoles

La verdadera madurez y unidad, según la Nueva Reforma Apostólica, solo se encuentra en aquellos que se someten al liderazgo de sus apóstoles. Según esta enseñanza, a medida que la iglesia se une detrás de los apóstoles, estos líderes desarrollarán poderes sobrenaturales cada vez mayores.

Eventualmente, esto incluirá la capacidad de realizar curaciones masivas y suspender las leyes de la física. Estas señales están destinadas a alentar una ola masiva de conversos al cristianismo. Estos apóstoles también están destinados a recibir una gran transferencia de riqueza (en los últimos tiempos), que permitirá a la iglesia establecer el reino de Dios en la tierra.

Profetas

Los profetas en la Nueva Reforma Apostólica son casi tan importantes como los apóstoles. Estas personas han sido empoderadas para recibir “nuevas” revelaciones de Dios que ayudarán a la iglesia a establecer dominio.

De acuerdo con la Reforma Nueva Apostólica, solo los profetas, y ocasionalmente los apóstoles, pueden obtener nuevas revelaciones. Los evangelistas, pastores y maestros no pueden.

Las nuevas revelaciones de los profetas son cruciales para vencer al mundo, y el éxito de la iglesia depende de que los apóstoles sigan la información que proporcionan los profetas.  La mayoría de sus profecías son extremadamente vagas y fáciles de reinterpretar, y la Nueva Reforma Apostólica está dispuesta a modificarlas, ya que no establecen un estándar de infalibilidad para sí mismas.

Problemas doctrinales

Bíblicamente, hay grandes problemas con la Nueva Reforma Apostólica. Afirmar que los cristianos tienen acceso a ciertos dones espirituales es una cosa, pero su enfoque distintivo del papel de los apóstoles y profetas es una extensión de lo que se encuentra en la Biblia. Más concretamente, el oficio de apóstol requiere rasgos que son imposibles hoy. 

Por ejemplo, los verdaderos apóstoles deben ser testigos oculares personales del Cristo resucitado (1 Corintios 9:1 ; 15:7–8), designados específicamente como apóstoles por Jesús (Gálatas 1:1; Hechos 1:2 ; Lucas 6:13 ), y ya verificado por señales milagrosas (Mateo 10:1 ; 2 Corintios 12:2 ; Hechos 5:12).

La idea de nuevas revelaciones de Dios , especialmente aquellas que vienen en forma de misterios vagos y fácilmente reinterpretables, va en contra de la idea de una fe entregada “una vez por todas” a la humanidad (Judas 1:3).

Por otro lado, el hecho de que las profecías de la Nueva Reforma Apostólica frecuentemente resulten ser falsas sugiere un espíritu falso detrás de esas predicciones (Deuteronomio 18:22). La tendencia de la Nueva Reforma Apostólica de tratar la guerra espiritual como una especie de vudú cristianizado no solo es antibíblica, sino peligrosa.

Fuente: Got Questions y Pensamiento Pentecostal Arminiano.

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