Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios—, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. Apocalipsis 1:8
Señor nuestro Dios, Alfa y Omega, principio y fin, quien era, es y ha de venir, el Todopoderoso, te damos gracias por este maravilloso mensaje, que está destinado también para nosotros, aunque nuestras vidas a menudo parezcan tristes y vacías. Pero, he aquí que tú haces todas las cosas nuevas para cada uno de nosotros. Aun cuando mucho nos hemos atormentado a nosotros mismos, al final amanecerá la luz de vida y podremos regocijarnos. Continúa con tu protección hacia nosotros y hacia nuestra comunidad. Despiértanos a la nueva vida, porque nos has llamado para creer y perseverar hasta el final. Cualquier pena y adversidad que venga, permaneceremos fieles, oh Señor nuestro Dios. Esta es nuestra promesa para ti: vamos a perseverar y decir con júbilo: «Cristo Jesús viene para hacer nuevas todas las cosas». Amén.