Después de su sufrimiento, verá la luz y quedará satisfecho; por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con las iniquidades de ellos. Isaías 53:11
Señor nuestro Dios, nuestro Padre que estás en el cielo, te damos gracias por permitir que nuestros fracasos y pecados se presenten ante ti, y por darnos al que interviene para que nos ayude tal y como somos, con la ayuda apropiada para las cosas buenas y malas en nuestras vidas. Te agradecemos que pueda ser consolada toda nuestra época, y que incluso el terrorismo de nuestros días pueda ser transformado para el bien, porque ya todo está delante de tus ojos santos. La salvación resultará del desastre, y de la muerte, la vida. ¡Alabado sea tu nombre glorioso y omnipotente! Protege nuestra fe en tu siervo. Que siempre encontremos fortaleza y valentía, aun cuando estemos en dolor. El tiempo se acerca, cuando se revelará tu amorosa bondad a todas las naciones de la tierra. Amén.