Sin embargo, no se alegren de que puedan someter a los espíritus, sino alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo. Lucas 10:20
Amado Padre que estás en el cielo, te damos gracias de todo corazón por mostrar tu poder en nosotros y por derrotar tanta hostilidad que amenaza perjudicar nuestra vida. Te agradecemos por las innumerables maravillas que haces para nuestro bien. Nos regocijamos y te damos gracias, sobre todo por permitirnos saber que has escrito nuestros nombres en el cielo. Y donde estén nuestros nombres, también estaremos nosotros. Donde nuestro Señor Jesucristo esté, ahí también queremos estar; de él deben proceder nuestras palabras y acciones. Guárdanos fieles en esto, y permítenos servirte con alegría en cada camino que recorremos. Amén.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto…
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“Rvdo. Clarence L. Jordan muerto. Dirigió el Proyecto Granja Interracial”, se leía en un breve…
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