He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí. Gálatas 2:20
Dios Todopoderoso, guárdanos y guíanos plenamente en la vida de Jesucristo. Que Jesucristo tu hijo se revele viva y verdaderamente dentro de nosotros, para ser llenos de alegría porque pertenecemos al reino de los cielos y podemos vivir cada día con fe en él. Te damos gracias por todo lo que nos has permitido experimentar. Te damos gracias de todo corazón porque en tu gran compasión nos has colmado con tanto bien, a nosotros que todavía no tenemos una fe perfecta. Te pedimos mantener nuestros corazones bajo tu luz. Haz que nos mantengamos pacientes y consagrados, porque entonces se puede hacer más y más entre nosotros, pobres hijos de la tierra, para la gloria de tu nombre. Amén.