Acepta todo lo que te venga, y sé paciente si la vida te trae sufrimientos. Porque el valor del oro se prueba en el fuego, y el valor de los hombres en el horno del sufrimiento. Eclesiástico 2:4-5 DHH
Señor nuestro Dios, te damos gracias por ayudarnos una y otra vez. ¡Alabado sea tu nombre por todo lo que haces por nosotros y por toda tu ayuda en los muchos peligros y dificultades! Confiamos plenamente y tenemos fe en ti por medio de Jesucristo, el Salvador. Él revela tu gracia en todas partes, en cada dificultad, dándonos valentía y libertad para mirar hacia tu reino. Ayúdanos a permanecer valientes cuando tenemos que afrontar el sufrimiento, pues queremos ser tus discípulos en Cristo Jesús, el crucificado. Él ha hecho el sufrimiento santo, que nuestro sufrimiento también pueda darte fruto en el tiempo y la eternidad. Amén.