Porque lo dice el excelso y sublime, el que vive para siempre, cuyo nombre es santo: «Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados». Isaías 57:15
Amado Padre que estás en el cielo, te damos gracias porque aun en la necesidad y la miseria sentimos y sabemos que tú estás con los débiles, porque eres poderoso ayudando a tus hijos. Tú le das fuerza al débil para servirte, a pesar de todas sus faltas y debilidades. Danos alegría de corazón por todo lo que podamos hacer y experimentar, porque te sirve a ti, a tu gloria y a tu reino hasta el día cuando otros también reciban la vista para ver. Amén.