Me deleito mucho en el Señor; me regocijo en mi Dios. Porque él me vistió con ropas de salvación y me cubrió con el manto de la justicia. Soy semejante a un novio que luce su diadema, o una novia adornada con sus joyas. Isaías 61:10
Señor nuestro Dios, concédenos descubrir el poder de tu Espíritu, para vivir en un nivel más alto, y ya no ser dominados por nuestra baja naturaleza pecaminosa, sino fortalecidos para afrontar la batalla de la vida. Que seamos hijos del Espíritu y andemos en el Espíritu. Protégenos de la irresponsabilidad, y haz que nos mantengamos alegres y animados. Ayúdanos y aconséjanos en todos nuestros caminos, para honrarte y testificar que tú eres nuestro Dios, nuestra ayuda verdadera. Amén.