¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de alegría, hija de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti, justo, salvador y humilde. Viene montado en un asno, en un pollino, cría de asna. Zacarías 9:9
Señor nuestro Dios, nos presentamos ante ti y nos regocijamos porque deseas ser nuestro ayudador, nuestro Padre. Vivimos una época oscura y perversa, en donde naciones enteras gimen y se lamentan. Nuestra necesidad se eleva al cielo, clamando a ti: «Ayúdanos, Señor nuestro Dios». Ayuda a que tu voluntad se haga en todas las cosas y que venga tu reino. Nuestra tarea es orar a ti en todo tiempo, clamando: «¡Oh Señor Dios, ven en Cristo Jesús, el Señor y Salvador del mundo entero!». Porque de este a oeste, del sur al norte y entre todas las naciones, Cristo Jesús es el Señor y Salvador. Alabado sea tu nombre por habernos dado al Señor. Amén.
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