Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús. Romanos 8:1
Señor nuestro Dios, concédenos ser hijos tuyos, quienes reciben de ti el Espíritu y todo lo que necesitamos. Tú nos fortaleces, no solamente de manera física, sino también en nuestro interior, en nuestro corazón, habilitándonos para enfrentar las incertidumbres de la vida terrenal y todo lo que aún necesita cambiarse en la sociedad humana. Guárdanos de rendirnos a nuestras debilidades. Que tu poder siempre esté con nosotros. Que tengamos paciencia y esperanza, porque estás obrando para el bien y podemos esperarlo con expectación. Amén.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto…
Te exaltaré, mi Dios y rey; por siempre bendeciré tu nombre. Todos los días te…
El día de ayer, el mundo fue testigo de un hecho histórico: un nuevo acuerdo…
En el transcurso de este año, California ha enfrentado una de las temporadas de incendios…
“Rvdo. Clarence L. Jordan muerto. Dirigió el Proyecto Granja Interracial”, se leía en un breve…
Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero…