Oración diaria para el 20 de enero


Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. Isaías 41:10

Amado Padre que estás en el cielo, te damos gracias que eres nuestro Padre y te tenemos con nosotros. Te agradecemos por saber que eres tú quien nos está guiando con tu diestra. Danos tu Espíritu de entendimiento, para que siempre podamos percibir tu fuerte y poderosa presencia que nos guía en todos nuestros caminos. Ayúdanos en las áreas donde fallamos. Ayúdanos, porque somos débiles y a menudo estamos en situaciones donde no podemos ayudarnos a nosotros mismos. Pero tú eres fuerte, tú das luz a nuestros corazones. Por medio del Salvador, Jesucristo, podemos dirigir nuestras vidas con alegría, júbilo y paciencia, hacia el gran destino preparado para nosotros tus hijos y para el mundo entero. Amén.

  • Evangelio

    Related Posts

    Oración diaria para el 10 de mayo

    ¡Quiera Dios que de Sión venga la salvación de Israel! Cuando el Señor restaure a su pueblo, ¡Jacob se regocijará, Israel se alegrará! Salmo 14:7 Señor nuestro Dios, nuestro Padre…

    Oración diaria para el 7 de mayo

    ¿Cómo sabemos que permanecemos en él, y que él permanece en nosotros? Porque nos ha dado de su Espíritu. 1 Juan 4:13 Amado Padre que estás en el cielo, te…

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    You Missed

    La búsqueda para emancipar el trabajo por Peter Mommsen

    La búsqueda para emancipar el trabajo por Peter Mommsen

    Famoso Pastor Reconoce Pecado y es Expulsado de la Iglesia

    Famoso Pastor Reconoce Pecado y es Expulsado de la Iglesia

    Hombre se Burló de la Biblia y la Quemó y a los Días Pierde la Vida

    Hombre se Burló de la Biblia y la Quemó y a los Días Pierde la Vida

    Fuego de Incendio no puede Destruir la Biblia – Noticias Proféticas

    Fuego de Incendio no puede Destruir la Biblia – Noticias Proféticas

    Esperar a Dios por Christoph Friedrich Blumhardt

    Esperar a Dios por Christoph Friedrich Blumhardt

    Los humanos son magníficos por Johannes Hartl

    Los humanos son magníficos por Johannes Hartl