Hijo mío, no desprecies la disciplina del Señor, ni te ofendas por sus reprensiones. Porque el Señor disciplina a los que ama, como corrige un padre a su hijo querido. Proverbios 3:11-12
Señor nuestro Dios, te damos gracias porque, a pesar de toda la maldad, podemos mirar hacia el bien y hacia un cambio favorable. Porque tu amor, tu Espíritu de amor, está con nosotros. Pese a todo lo que anda mal, podemos cambiar. Por medio de una fe auténtica podemos llegar a ser dignos delante de ti. Todo puede resultar para bien. Las naciones pueden tener alegría y regocijarse en la vida, ya que estás obrando en ellas para ayudarlas a cambiar. Amén.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto…
Te exaltaré, mi Dios y rey; por siempre bendeciré tu nombre. Todos los días te…
El día de ayer, el mundo fue testigo de un hecho histórico: un nuevo acuerdo…
En el transcurso de este año, California ha enfrentado una de las temporadas de incendios…
“Rvdo. Clarence L. Jordan muerto. Dirigió el Proyecto Granja Interracial”, se leía en un breve…
Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero…