Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios. Haré que haya coherencia entre su pensamiento y su conducta, a fin de que siempre me teman, para su propio bien y el de sus hijos. Jeremías 32:38-39
Señor nuestro Dios, tú quieres ser nuestro Dios y quieres que seamos tu pueblo. Danos la integridad interior y el poder para discernir y rechazar todo lo que no viene del corazón, para que todo sea genuino entre nosotros. Entonces no entrarán ni mentiras ni engaños, y la honestidad y la bondad brotarán de nuestros corazones para la gloria de la verdad, la gloria del evangelio y la gran esperanza que das por medio del evangelio. Guarda nuestros corazones. Protege el bien que está sembrado en ellos, para que crezca, prospere y dé fruto. Amén.
¿Fue fundado Estados Unidos bajo preceptos teológicos del Calvinismo? Algunos cristianos como Doug…
Hermanos míos, ustedes deben tenerse por muy dichosos cuando se vean sometidos a pruebas de…
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto…
Te exaltaré, mi Dios y rey; por siempre bendeciré tu nombre. Todos los días te…
El día de ayer, el mundo fue testigo de un hecho histórico: un nuevo acuerdo…
En el transcurso de este año, California ha enfrentado una de las temporadas de incendios…