Luego oí en el cielo un gran clamor: «Han llegado ya la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios; ha llegado ya la autoridad de su Cristo. Porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios. Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el mensaje del cual dieron testimonio; no valoraron tanto su vida como para evitar la muerte. Apocalipsis 12:10-11
Señor nuestro Dios, en alabanza y agradecimiento esperamos por tu reino y el reinado de Jesucristo en tu reino. Nos regocijamos de que lo hayas hecho Señor, no solo del cielo, sino también de la tierra, donde conseguirá la victoria para toda la humanidad. Seremos justos y buenos y nos amaremos unos a otros, tendremos paz cuando todo se haga conforme a tu voluntad. Porque llegará el día cuando tu voluntad se hará en la tierra como en el cielo, tu voluntad se cumplirá del todo y en todas partes. Quédate con nosotros con tu Espíritu, para que nos mantengamos firmes como tus hijos, hasta que llegue el día en que saltaremos de júbilo: ¡Por encima de toda aflicción y dificultad! ¡Por encima del mal y la muerte! ¡Hasta ti Padre celestial! Alabado sea tu nombre. Gloria a Jesucristo nuestro Salvador, a quien has enviado. Amén.