Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes. Filipenses 4:8-9
Amado Padre que estás en el cielo, permite que nuestros pensamientos sean llenos de todo lo que es honorable, justo, puro, amable, bueno y digno de alabanza. Queremos esperar por tu Espíritu, sin dar lugar a la ansiedad, sino mostrándonos dignos de ser tus hijos. Nosotros queremos ser tus hijos, que se elevan por encima incluso de las condiciones más difíciles y mantienen una confianza apacible, para la gloria de tu Espíritu en nosotros. Protégenos ahora y siempre con tu divina paz. Amén.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto…
Te exaltaré, mi Dios y rey; por siempre bendeciré tu nombre. Todos los días te…
El día de ayer, el mundo fue testigo de un hecho histórico: un nuevo acuerdo…
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“Rvdo. Clarence L. Jordan muerto. Dirigió el Proyecto Granja Interracial”, se leía en un breve…
Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero…