Después de esto miré, y apareció una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con ramas de palma en la mano. Gritaban a gran voz: «¡La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!». Apocalipsis 7:9-10
Señor Dios, nos volvemos a ti en oración, para que venga tu reino. Que realmente venga a la tierra tu Jerusalén, con todos los bendecidos a quienes se les ha permitido reunirse en torno a Cristo Jesús por medio del perdón de pecados y la resurrección. Ven con tu luz a nuestro tiempo, para que se perdonen los pecados y las personas encuentren la salvación. Acuérdate de los que están en gran aflicción. Ayuda a quienes sufren por el pecado o la muerte, porque solo de ti proviene la ayuda. Nada nos puede ayudar excepto tu amor paternal en Cristo Jesús. ¡Alabado sea tu nombre! Amén.