Hacia ti dirijo la mirada, hacia ti, cuyo trono está en el cielo. Como dirigen los esclavos la mirada hacia la mano de su amo, como dirige la esclava la mirada hacia la mano de su ama, así dirigimos la mirada al Señor nuestro Dios, hasta que nos muestre compasión. Salmo 123:1-2
Señor nuestro Dios, elevamos nuestros corazones a ti, nuestra ayuda en toda necesidad. Pues aun en tiempos difíciles haces mucho por nosotros, y siempre nos permites ver tu luz y nos das tu ayuda en muchas cosas que quieres que soportemos en tu fuerza, oh Dios Todopoderoso. Al final, tú ayudarás a que nuestra era llegue a tu luz. Por medio de tu gran misericordia, permítenos recibir tu Palabra. Bendícela dentro de nuestro corazón, y ayúdanos a servirte dondequiera que vayamos y en todo lo que nos permitas hacer. Amén.
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